Cuando te perdí

Ya no más

Me gustaba estar en este reservado en particular, era más pequeño que los de la parte de abajo del edificio, pero estos tenían una pared de cristal que daba a una zona verde del campus. El invierno comenzaba a llegar y vi muchas personas pasar con sus suéteres e incluso gorros. También había unos cuantos valientes que seguían resistiéndose al cambio.

Era un día gris, supongo. Los rayos del sol apenas si podían penetrar la densidad de las nubes sobre Nueva York y no estaba segura si lloveria o nevaria pero me parecía hermoso.

Habían pasado al menos 15 minutos desde que había dejado de tocar mi arpa y ahora solo descansaba contra mi pecho y entre mis piernas, mientras miraba al exterior.

Parejas, grupos de amigos y solitarios iban y venían y aquellos que intentaban quedarse un rato bajo los árboles o simplemente acostarse sobre el césped y relajarse, rápidamente cambiaban de opinión. Quizá el frío era más intenso de lo que pensaba, y los chicos que se resistían... Bueno, deberían empezar a ceder.

Invierno.

¿Cuanto más vas a esperar?

Una pequeña voz en el fondo de mi cabeza me interrogó.

No lo sabía con seguridad pero sabía que por ahora, al menos justo ahora, la respuesta era un poco más

Suspirando, cansada de que en cada momento libre, mi mente me llevará siempre al mismo lugar y le diera vueltas a la misma pregunta.

¿Por qué te esfuerza tanto? ¿Por él?

No lo sé.

Trague

Ya me habían arrebatado toda un gama de posibilidades con Shawn, eso había estado fuera de mi control, del mismo Shawn...de todos. Con Hunter, con él era diferente, tenía esta nueva gama de posibilidades frente a mí y esta vez tenía el control de lanzarme a ellas o irme...irme y no saber que hubiera pasado.

Yo nunca sabría que hubiera pasado entre Shawn y yo, con Hunter, no dejaría que eso pasará y menos porque no fui lo suficientemente valiente o paciente para intentarlo.

¿Qué tan afortunada era? Había encontrado a mi primer amor sin buscarlo y aquí me encontraba de nuevo, cayendo por alguien que esperaba que me atrapará. No, sabía que Gunter me atraparia.

Escaso y raro, así siempre había definido el amor y lo había encontrado de la forma más inesperada y desgarradora por segunda vez. Si valdría o no la pena, no lo sabía, pero si me iba ahora tampoco lo sabría.

Me puse mi abrigo de punto y me arrepentía de inmediato mientras salía del edificio y el viento helado me golpeó.

Malas decisiones

-Oh, por favor. Cállate!-

-aun no digo nada-

Mis pasos se detuvieron tan rápida y repentinamente que casi me caigo.

-cuidado- la voz burlona y juguetona de Hunter hizo que me dieran escalofríos y se me pusiera la piel de gallina, pero cuando puso su mano sobre mi brazo, justo sobre mi codo, para ayudarme a mantener el equilibrio, sentí una ola de calor combatir el repentino frío que subía por mi espina dorsal.

-hola- mi voz se escuchaba sin aliento, como si hubiera estado corriendo

Sus ojos grises parecían ser parte del cielo, como si ellos hubieran tomado justo el mismo tono de las nubes y me sonreían.

Sentí mi corazón saltarse un latido con la forma en la que me miraba.

-hola- dijo en un susurro, acercándose a mi, rodeando mi cintura con un brazo mientras que su mano, la que había estado en mi brazo, subió hasta acariciar mi mejilla -te extrañe. Tan malditamente mal- mientras lo decía su cabeza se inclinó sus ojos yendo de mis ojos a mis labios y cuando terminó de hablar, me beso.

Y seguía sintiendo el frío por la delicada tela de mi Jersey pero todas las partes de mi que estaban cerca de él o que él tocaba se sentían cálidas y la temperatura subía más y más en tanto su beso continuaba. Era un beso suave, un beso que buscaba reafirmar lo que había dicho y no puede hacer más que corresponderle mientras ponía mis manos en su rostro, deseando que siguiera con ese beso lento y delicado pero que conseguía poner mi cuerpo en llamas.

Cuando separó sus labios de los míos, apoyo su frente contra la mía -se que debería decir algo mas, pero no podía resistirme-

Me reí -esta bien-

-perdón, por hacerte esperar tanto-

Negué y me aparte para mirarlo a los ojos -¿Estás seguro ahora?-

Sus ojos no se apartaron de los míos -lo estoy-

Le sonreí -entonces está bien, no me importa esperar-

Me atrajo al círculo de sus brazos de nuevo -ya no más-