Viva

195 32 12
                                    

Rosie 


La fiesta era en un club... aparte de mi fiasco aquellos meses atrás, nunca había ido a un club y después de el desastre de ese día, no esperaba divertirme tampoco, pero lo estaba haciendo. 

Dalton coqueteaba descaradamente con Bonnie mientras Taylor hacia su mejor esfuerzo por parecer tranquilo y fracasaba miserablemente en el intento. Bonnie, por su parte, estaba teniendo el momento de su vida viéndolo fracasar y pretender estar normal. 

Chase y yo bailábamos alguna canción que no podía reconocer (bueno, en realidad el bailaba y yo trataba -y apestaba- tratando de seguir el ritmo) en tanto Lucas y Hunter charlaban animadamente en nuestro reducido lugar en la barra. 

El club en tonos plateados y azul profundo, emanaba lujo y era gracias a Chase, que de alguna manera conocía al dueño, que habíamos podido entrar. La primera planta dejaba un amplio espacio para la pista de baile, rodeado de pequeñas mesas y altos asientos, que tenia esparcidas de forma estratégica pequeñas plataformas donde varias bailarinas en trajes de látex -o en algún tipo de disfraz -de poca ropa- bailaban a un ritmo sensual dejando la segunda planta con la sección VIP, los reservados y enormes muebles de cuero apilados cerca de las paredes tras aquellas paredes de vidrio espejo. 

Solo sabia eso, porque Chase lo había mencionado un par de veces. 

-¿puedo?- 

estaba tan entretenida con mi estudio contemplativo del lugar que no había visto a Hunter venir hacia nosotros. Lucia apenas visible, que, para los que no lo conocían podría ser una sonrisa arrogante, pero lo conocía y esa sonrisa era de timidez. 

Si Chase lo noto o no, no dijo nada y su expresión tampoco lo delato. 

Con una sonrisa en mi dirección y un guiño se aparto. 

Empece a negar -no soy buena en esto- grite, para hacerme escuchar sobre la música. 

Él se encogió de hombros, inclinándose hacia mi susurro:-yo tampoco- 

La piel de gallina estallo en mis brazos y trague. 

No, no me hice mágicamente mejor en esto de bailar, y Hunter definitivamente había mentido sobre no ser bueno, su cuerpo se movía con naturalidad y desenvolvimiento al compás de la canción -cualquiera que sea- que sonaba

De repente la temperatura aumento y el aire se disipo, mientras que mi caso de pies izquierdos empeoraba.

Hunter hizo una mueca cuando lo pise 

-lo siento- me excuse rápidamente y lista para apartarme, pero sus manos en mi cintura apretaron su agarre y su mirada divertida se suavizo, al igual que sus movimientos. 

Nos empezamos a balancear, solo un pequeño vaivén que no concordaba con la canción que había empezado a sonar, movimientos que no concordaban con la situación o el lugar. Eran lentos, suaves, tiernos... tristes. 

Me perdí en sus ojos como un par de nubes, listas para liberar su carga, oscureciendo el día.

-no puedo evitarlo- fue casi una disculpa 

no pude apartar la mirada, no pude detenerlo. 

Viva. 

Me sentía tan viva con él, me sentía yo de nuevo. Un nuevo yo, un yo que había perdido a su primer amor, un nuevo yo que empezaba a dejar atrás sus temores y a tomar riesgos porque había entendido que no tenia el tiempo comprado, que las cosas terminaban en un parpadeo. 

Si Shawn había sido el fuego de una chimenea, manteniendo me caliente con su llama constante haciéndome sentir segura y a salvo, Hunter era un fuego abrasador que me hacia temer y clamar por él. 

La vieja yo, la yo que se había topado con Shawn habría huido, pero la persona que era ahora, la persona que había tenido que enterrar a la persona que le había brindado una nueva definición de hogar, de pertenecer... ansiaba ser consumida. 

Si las cosas fueran diferentes, si Hunter no fuera quien es... si yo no... quizá, solo quizá... nosotros seriamos posible. 

Estaba cansada y empezaba a perder la batalla y veía lo mismo en los ojos de Hunter. 

¿En realidad eramos diferentes, o solo era mi cerebro tratando de darme una excusa para saltar a sus brazos? 

Shawn... 

No, ya no veía a Shawn en Hunter, pero no sabia si era por el deseo desesperado de distanciarlos o porque en realidad me había dado cuenta que, a pesar de su apariencia, eran dos personas diferentes. 

Nunca había tomado la iniciativa antes. 

Nunca había considerado saltar sin pensar en las consecuencias

Pero ya no quería pensar, solo quería sentir

-Hunter...- susurre y me acerque, un centímetro a la vez, dándole la oportunidad de detenerme, dándole la oportunidad de que nos salvara a ambos de la decisión que yo ya había tomado

Hunter no retrocedió

-Rosie...- lo escuche suspirar y eso fue todo. 

Sus labios y los míos se tocaron...


Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora