Invierno (IX)

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Rosie

Las dos semanas pasaron volando, el tema del parque no volvió a salir a flote.

Sentía una horrible sensación de culpa en mi pecho, yo quería que él me besara, solo por un instante, el pensamiento destello en mi mente y traté de convencerme a mí misma que era precisamente por lo que había dicho, estábamos envueltos en el típico cliché y eso es todo... Me deje llevar por la fantasía de las cientos de películas que había visto y de los cientos de libros que había leído que contenían una escena similar y eso fue todo, nada mas.

Santo Dios!

El mejor plan que se me ocurrió fue guardar ese recuerdo en un cajón, sellarlo y enviarlo al rincón más oscuro de mi mente. Ahí se quedaría por el resto de mi vida.

La cosa era que, aunque me sentí un poco incómoda con Hunter después de eso, no me puede convencer a mi misma de alejarme de él

¿por qué?

No tengo ni la más mínima idea. Y no estaba muy segura de querer averiguarlo, algo me decía que no me iba a gustar lo que descubriría, así que simplemente me convencí de que Hunter es un buen amigo -y lo es-

Es solo eso, somos amigos

Nuestra pérdida fue lo que nos unió.

Eso es todo.

Solo un sentimiento de empatía que mi muy estúpido cerebro confunde con algo más pero es solo eso. Hunter es el hermano de Shawn

Pensar de él en esa manera se siente como una traición a la memoria de Shawn.

Al parecer Hunter también recibió el memo, porque él actuó como si "eso" nunca hubiera pasado. Me sentí completamente aliviada, bueno casi, también sentí una punzada de decepción lo cual era obviamente estúpido, porque eso era lo que quería.

Hunter no cambió su comportamiento conmigo y las cosas no se pusieron raras -o él lo disimulaba bien- porque a mi me costó poder volverlo a ver a los ojos, no podía sostener su mirada mucho tiempo, pero igual para mi había sido un infierno esa noche, quiero decir, él y yo nos veríamos todo el tiempo en los ensayos y durante el concierto había deseado y suplicado al cielo para que "eso" no arruinara nada.

Y no solo era eso, yo no quería que Hunter estuviera extraño conmigo o que se alejara. Tenerlo cerca era increíble, me hacía reír todo el tiempo y estaba descubriendo su lado juguetón y divertido, viéndolo convivir con los chicos.

Él era tan protector, siempre tan atento conmigo. Como cuando noto que estar con Lucas me había traído recuerdos de Shawn. Fue tan extraño tener a alguien que sin necesidad de preguntar sepa lo que está mal contigo.

-Rosie!- la reprimenda me saca de mis pensamientos

-lo siento- respondo apenada

-no estás concentrada- mi profesor niega con la cabeza y me mira con decepción –no puedo perder mi tiempo con alguien que no está 100% comprometido con este concierto. Necesito que pongas toda tu atención en el ensayo- sube su anteojos a la cima de su cabeza y se pellizca el puente de la nariz, no puedo evitar que toda su actitud me haga sentir como si fuera una hormiga y él un gran zapato que está a punto de aplastarme –se va a concentrar o puedo ir a dedicar mi tiempo en algo más productivo, o con un estudiante más comprometido-

Mis mejillas empiezan a arder y me golpeo mentalmente por dejar que cosas tan mundanas me distraigan.

-no, señor- doy una respiración profunda y empiezo a tocar, poniendo toda mi atención en la música y en las instrucciones del profesor

Su ceño aun sigue fruncido pero también veo una mirada satisfecha

Pongo mi mente en blanco y me dedico completa y enteramente a mi arpa, acariciando las cuerdas y sintiendo cada una de las notas.

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-Espero que su desliz no se vuelva a repetir- dice el profesor mientras guardo mi arpa – es una intérprete excelente pero no deje que las distracciones interfieran con su música y mucho menos con sus ensayos. Necesita ser más profesional- su voz me provoca el mismo efecto que ser acariciado con una cuchilla

-de verdad lo siento mucho. No habrá una próxima vez. Lo prometo- digo encogiéndome ante su mirada fría

-Eso espero- y con eso se marcha.

Me quedo un rato sentada en mi asiento, sin moverme hasta que decido sacar mi arpa de nuevo.

El profesor tenía razón, no podía darme el lujo de distraerme

y no podía, mucho menos, permitir que la distracción fuera el hermano gemelo de mi novio muerto.

Las palabras fueron puñaladas en mi corazón.

Un dolor inexplicable ante la imposibilidad que planteaban.

Un dolor que no me permití sentir

Un dolor, cuya razón jamás me atrevería a admitir.

Cuando saque mi arpa de nuevo y deje que la melodía fluyera a través de mis dedos, por alguna razón, la melodía que debería ser alegre y rápida, se escuchaba como una súplica por perdón y una letanía dolorosa de lo que no se podría tener.

O quizá, si se escuchaba como debería.

Pero mi mente simplemente estaba muy llena con lo que intentaba ignorar.   

Cuando te perdíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora