Selatiel
Me despierto, sobresaltado por un sonido en la habitación de Hada. Son gemidos. Me entra el pánico, Zophiel me avisó que tiene pesadillas y que se levanta asustada y gritando. Me levanto corriendo y voy a su cuarto. Está tumbada boca abajo, abrazada a la almohada. Toco su hombro. Está sudando y se muerde el labio.
-¿Hada?- pregunto. Ella no me contesta, tiene el sueño muy profundo. La agarro de los hombros y la sacudo. Ella se levanta, sobresaltada y grita, apartándose.- ¿Estás bien?
-¿Thiel?- dice, completamente ruborizada y sudada. Cielo santo, qué egoísta me siento en este momento. Yo soñando con besarla y ella sufriendo y pasándolo mal. Se lleva la mano a la sien, sigue temblando.
-Tranquila, Hada. Sólo era un sueño, no va a pasar nunca nada de lo que estabas soñando- parece más triste que antes y una lágrima cae por su rostro.- ¡No! No llores. Oh, mierda. Soy un bruto. ¿Me voy?
Ella respira mejor y como puede.
-Tranquilo, no es tu culpa- eso me saca una sonrisa. Es muy Hada.
-Bueno, voy a la cama- me levanto.- ¿Puedes quedarte sola?
Ella vacila, pero asiente con la cabeza. Yo frunzo el ceño.
-En cuanto te venga una pesadilla, grita mi nombre. Vendré sin dudarlo.
Ella asiente y yo me voy a mi propia habitación. Una vez allí, me siento en mi cama de sábanas negras y miro a la pared. Santo cielo, Hada con pijama es la cosa más erótica que veré hasta que algún día logre verla desnuda.
Me tumbo en la cama boca arriba, con un brazo detrás de la cabeza y aún sin meterme dentro. Y pensar que ella está sólo a unas pocas pulgadas de distancia. He pasado un gran día, siempre me divierto cuando está ella. Cuando se escapaban mi hermana y ella para tocar, les pedía que me llevaran con ellas. Yo tenía once años, y Zop decía que lo único que haría sería molestar. Hada simplemente sonreía y me prometía estar allí antes de que me despertara. Y así lo hizo durante tres años. Hasta que un día, me levanté y ella no estaba en la segunda cama que mi madre había colocado al lado de la ventana después de haberse encontrado a Hada más de una vez dormida en la silla de mi escritorio. Bajé a la cocina y había un hombre trajeado con un montón de papeles encima de la mesa. Mis padres firmaron para que se pudiera ir de gira. Y nada volvió a estar bien.
Sí, vale. Quizás estoy exagerando. Pero Hada no volvió a dormir en la cama de mi cuarto y para mí eso fue horrible.
Se me cierran los párpados, ojalá no tuviera mañana clase. Si fuera sábado le pediría a Adaliah que durmiera conmigo, pero en mi misma cama. Sacudo la cabeza, dándome cuenta de que jamás le pediría nada así. No en vano llevo enamorado de ella 12 años.
Odio la alarma de mi móvil. Es tan desagradable que me entran ganas de tirar el móvil a la mierda. Levanto el culo de la cama y me voy directo a la ducha, no sin antes tropezarme. Me visto, bajo y me encuentro a Zop sentada en el hall, llorando. Suspiro, miro la hora. Si me quedo con ella no desayuno. Pero me siento a su lado.
-¿Estás bien?- le pregunto.
-Los hombres son idiotas.
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No me dejes caer (Gate to hell #1)
Lãng mạnCuando los integrantes del grupo de heavy metal Gate to Hell llegan a su casa después de cada gira, acaban revolucionando su propio pueblo. Eso lo comprueba Sel, el hermano pequeño de la cantante de la banda. Y es que no puede dejar de pensar en cie...