Capítulo 6: Pelea. (Maratón 1/?)

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Nota mía antes de na'

Aquí empieza la maratón!!!

Mañana empezaré a subir capítulos conforme los vaya escribiendo. Estaré todo el día, así que tendréis para rato... 

Empieza la última maratón!!!!

:) Un GRAN beso y saludos enormes. 

Selatiel

Estoy tirado en el sofá cuando escucho un ruido bastante grande en el piso de arriba. Subo corriendo y me encuentro con una situación que crea en mí dos respuestas: la primera, agarrar a Hada y tumbarla en la cama; la segunda, que son tan putamente monos que no me atrevo a separarles. Pero tengo que hacer que Hada se tumbe, las piernas vendadas no tienen por qué aguantarla en el sitio, parada.

Luciel y ella se están dando su primer abrazo como tal, me da apuro que se hayan apartado al haberme oído, pero se me pasa cuando Hada hace una mueca de dolor. Me acerco y la ayudo a tumbarse de nuevo. Volver a sentir el olor de sus cabellos en mi nariz es como algo mágico. E, increiblemente, he empezado a creen en Dios desde que la encontré, dándome cuenta de que, probablemente, Él la quería un poco para habérmela devuelto.

Ignoro la cara roja de Luciel, que aprece un farolillo mientras se queda allí, parado, con las manos detrás de la espalda, como queriendo hacerme olvidar que la ha abrazado. Esa actitud me hace fruncir el ceño, pero no digo nada al respecto.

-Chicos, no es que no me encante que os llevéis bien, pero Hada, ten cuidado de las quemaduras, no quiero que te hagas daño- le pido, sentándome a su lado. Ella sonríe y adiente con la cabeza, obediente. Me río por lo bajo y me acerco a besarla.

Cuando nuestros labios se rozan, no me hace falta tener superpoderes para saber que Luciel se ha ido de la habitación, así que me siento sin vergüenza, capaz de hacerle cualquier cosa en cualquier sitio. Sin embargo, debo recordarme que está tumbada en la cama casi sin poder moverse.

Nos seguimos besando casi sin respirar, mientras el beso sube de tono, me obligo a parar, porque perderé el control. Ese férreo control que llevo un año usando, ella hace que se esfume en un segundo. Me alejo de ella muy a mi pesar y me siento a su lado. El pelo blanco le cae en cascada, lo tiene mucho más largo, por la cintura, y sus enormes ojos brillan más que los de los demás. “Ganas de vivir, valorar la vida” me había dicho hace años, cuando le pregunté por el tema. Es tan jodidamente hermosa que me mata.

-Hada, eres preciosa- se ruboriza y baja la cabeza, haciendo que el pelo se escurra a su alrededor. Entonces, parece sacar fuerza de flaqueza y levanta la barbilla.

-Y tú eres el hombre más guapo que he visto en mi vida- me dice, temblando ligeramente. Me deja un pooc pasmado, es la primera vez que es ella la que me halaga de esa manera. Me acerco y la envuelvo en un abrazo, poniéndola en mi regazo, apoyando mi barbilla en su cabeza y la aprieto, sin demasiada fuerza.

-Te he echado tanto de menos que no sé cómo joder he sobrevivido- beso su cabeza mientras nos mezo.- Me alegra que te lleves bien con hermano.

-Sí... a mí también- la noto sonreír y lo hago a su vez.

-Hada, por favor. Cuéntame qué pasó, me estoy volviendo del todo loco sin saberlo- le suplico, porque es la verdad.

-Fui a ver a la psicóloga- empieza. Mi corazón se acelera al darme cuenta de que me lo iba a contar todo.- Y no había nadie. Bajé al sótano y allí vi...

-¿Qué viste?

-Dos cuerpos- susurra, con voz horrorizada, casi tanto como mi estado en estos momentos. Me agarra del brazo.- Thiel, había matado a la verdadera psicóloga, a la asistenta y a su hijo...

No me dejes caer (Gate to hell #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora