Selatiel
Respiro profundamente mientras me alejo de ella. Trato de controlar mi corazón y no lo consigo. Al fin. Al fin ella ha sido mía por entero. Rezo para que eso que he sentido cuando ambos hemos gritado el nombre del otro no haya sido solamente mi imaginación.
-Te amo- le digo, acariciando su pelo suavemente.
-Te quiero- me susurra mientras me besa.
Agarro el condón y lo tiro, cojo una toalla y nos limpio. Agradezco que a ella se le ocurriera estar en mi cuarto, si no habría sido un corte bastante importante el tener que levantarme a mi cuarto y cogerlo y volver. Hada está tumbada en la cama con los ojos cerrados al borde de la inconsciencia. Me río cuando trato de levantarla un poco y se queja entre sueños. ¿Esto no debería ser al revés? Bah.
La tapo con las mantas y cierro la puerta detrás mío mientras voy a la cocina a por algo para cenar. Me muero de hambre. Miro mi móvil y llamo a mis padres. Les cuento a grandes rasgos lo que ha pasado y mi padre parece contento pero mi madre excesivamente preocupada. Le acabo colgando (básicamente porque hablar con dos personas a la vez resulta extraño) y entro. Ahí me encuentro a Gael y me pongo rígido. Bien, me parece correcto que haga feliz a mi hermana. Me encanta que se encanten y todas esas mierdas moñas. Pero no le soporto a él. Aunque no es odio, sólo que no me gusta.
-Gran pelea- me dice. Asiento mientras busco en la nevera el tetrabrick de leche.
-Gracias.
-La próxima vez recuérdame que apueste por tí.
Le miro con el ceño fruncido pero la voz de Hada me viene a la mente: No seas malo, Thiel, pórtate bien. Suspiro, mi pequeña manipuladora me puede hasta en mis pensamientos.
-Harías bien, porque pienso llegar a lo más alto.
Sonríe y niega con la cabeza.
-Eres igual que tu hermana.
-Eso dicen- comento, restándole importancia.- Pero ella tiene peor idea que yo.
-Lo sé, creo que en el poco tiempo que llevamos juntos puedo ver lo malvada que es.
-¿Qué buscas en mi hermana?- le pregunto directamente. Él me mira.- Entiende que te voy a partir la cara si la haces daño. Y no es una broma.
-Y, habiendo visto lo de esta noche, créeme que no quiero que lo hagas.
Le tiendo el puño y él lo choca a su vez.
-Colega, esto es una maldita promesa.
-Lo sé, cuidaré de tu hermana con mi vida.
Asiento y vuelvo a mi cama junto con mi preciosa Hada.
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No me dejes caer (Gate to hell #1)
RomanceCuando los integrantes del grupo de heavy metal Gate to Hell llegan a su casa después de cada gira, acaban revolucionando su propio pueblo. Eso lo comprueba Sel, el hermano pequeño de la cantante de la banda. Y es que no puede dejar de pensar en cie...