Selatiel
Después de que todo el mundo (yo mismo incluído) pensara que estoy loco, ver la cara de todos ellos me llena de orgullo y satisfacción. Amén. Ver la cara de no-indiferencia de Luciel es algo perfecto. E incluso el hecho de que Riley estuviera aquí, feliz de verla, me alegra. Incoherente, lo sé, pero no puedo evitarlo.
Hada está en coma, dicen que está fuera de peligro pero que hay que esperar a que se despierte. Tiene un traumatismo craneoencefálico, no saben cómo el golpe la ha podido afectar, pero, sinceramente, creo que puedo con todo. Sin lugar a dudas.
Han pasado las ocho de la mañana, se ha ido Liam y Riley se ha perdido de vista. Estamos solos Luciel y yo en el cuarto, él sentado en el pequeño sofá y yo en la silla al lado de la cama, apoyando la cabeza. le he pedido a los médicos que no hagan salir a mi cuñado, no creo que pudiera volver a sacarle del coche o de la casa.
-Es bonita, ¿Cierto?- dice, haciéndome mirar es su dirección.
-Desde luego- asiento, rozando con las yemas de los dedos el rostro de Hada. Joder, la puedo tocar. Puedo verla con mi propios ojos, puedo acariciarla. No creo que pueda esperar a que abra esos ojos.
-Me gustan sus ojos- me comenta. Me río de eso y suena raro. Pensé que había olvidado hacerlo, pero no, aquí está. Según Hada había abierto los ojos, los había vuelto a cerrar y no lo ha hecho de nuevo.
-A mí también
-¿Cuándo viene Zophiel?
-Seguramente mañana, tienen que coger el avión.
-Selatiel, ¿Qué haré ahora?
-¿Cómo?
-Ahora que Adaliah ha vuelto, yo ya no pinto nada.
Le observo, horrorizado. Es más, si le hubieran salido tres cabezas, no me habría sorprendido tanto.
-¿Y qué que Hada haya vuelto?
-Q-querrás la casa para vosotros solos.
-Vas a seguir viviendo conmigo, Luciel.
-P-pero... ella está aquí, ya no me necesitas.
-¿Crees que te acogí en mi casa para que fueras ella?
-Sí.
-No creo que jamás me haya acercado a tí en ese plan- se ruboriza al límite.
-¿N-no soy su sustituto?
-Pues no- niego, cabreado.- Tú necesitabas ayuda y no podía dejarte solo.
-Porque soy como ella.
-Porque soy humano, Lu. Cualquier otra persona lo habría hecho y ella te habría adorado. Te aseguro que si llega a saber de tu existencia, habría corrido a sacarte de allí.
-E-entonces...
-Luciel, eres una gran persona y, a pesar de haber sufrido tanto, has salido adelante. No has caído, eres el hombre más fuerte que conozco. Y el que mayor patada en la boca tiene.
Y se puso a llorar. Era tan Hada, pero de un modo distinto. Era él mismo. Se levanta y corre hacia mí, abrazándome. Noto que es tan pequeño como ella y me emociono un poco.
-Vamos, enano, no llores.
-E-es que tenía miedo de ser una sombra de ella.
-Colega, voy a decirte una cosa que como lo digas por allí, te mataré. Tú brillas con tu jodida luz propia, no necesitas a tu hermana.
Y el momento se habría puesto aún más si un hombre no hubiera llamado mi atención sobre la puerta. Con una mirada de disculpa, me alejo y salgo con él. Afuera, dos policías vestidos de uniforme.
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No me dejes caer (Gate to hell #1)
Roman d'amourCuando los integrantes del grupo de heavy metal Gate to Hell llegan a su casa después de cada gira, acaban revolucionando su propio pueblo. Eso lo comprueba Sel, el hermano pequeño de la cantante de la banda. Y es que no puede dejar de pensar en cie...