Adaliah
-... He quedado el viernes con Cindy para ir al cine. ¿Tú tienes plan?
Le observo unos segundos que parecen horas. Se ha tomado eso de la amistad muy literal, quiere que vaya con él y su novia al cine. Ni muerta.
-Me quedaré con Zop a ver una película en casa.
-Bien... bien.
Tiene la mandíbula apretada y una extraña expresión que no logro descifrar. Ojalá me hubiera dicho otra cosa, ojalá no la hubiera ido en su momento. Vuelvo a mi tarea y corto todo con rapidez. En seguida huelo la cebolla que él corta y me giro para mirarle cuando oigo un extraño sonido. No puedo aguantar la risa al ver la cara de estreñido al máximo y como gruesos lagrimones caen por su rostro mientras maldice a las cebollas.
-Hijas de...
-Dios Santo, Thiel- no lo puedo decir sin agarrarme del estómago y doblarme sin parar de reír. Tenía una cara tan divertida ahí, tratando de contener el llanto sin éxito.
En ese momento, Ruz entra en la cocina.
-¿Qué es eso tan divertido que...? Joder, parece que llevas estreñido diez años- rompe a reír mientras mis carcajadas se vuelven más altas. Es exactamente lo que yo había pensado. Nos seguimos riendo mientras Thiel echa la cebolla al puchero y nos mira, enfurruñado. Sin poderlo evitar, me acerco a él y le quito con un dedo una de las gotas saladas. La intensidad de sus ojos hace que mi estómago se retuerza, pero Zop, como siempre, rompe el momento.
-¿Qué diantres es ese sonido que llega a mis oídos?
Tiene el pelo pelirrojo revuelto y ojeras. Se acaba de levantar de la siesta, lleva la gigantesca camiseta de A7X arrugada.
-¿Llevas todo el rato en tu cuarto?- pregunta Thiel, incrédulo.
-Ey, no me juzgues. Tenía sueño...- se percata de la cara hinchada de Ruz.- Santa mierda, ¿Qué te ha pasado?
-Un altercado con un oso pardo- dice Ruz, encogiéndose de hombros.
-Hay que tener cuidado con esos- asiente Zop reverentemente.- ¡Dios mío, Hada! ¡Dime que no estás haciendo maldita carne guisada!
-No te lo diré- digo mientras termino de poner el puchero y me giro, mirándolos.
-Hada, no puedo vivir más contigo. Creo que engordaré demasiado, no podré salir de la casa, me moriré y tendrán que romper una de las paredes y me sacarán con una grúa.
Todos la miramos.
-Entonces... ¿Te hago una ensalada?- le pregunto, confundida.
-... Grúa de mi corazón, allá voy- dice de manera dramática. Me río y, por si acaso, preparo una ensalada.
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No me dejes caer (Gate to hell #1)
RomanceCuando los integrantes del grupo de heavy metal Gate to Hell llegan a su casa después de cada gira, acaban revolucionando su propio pueblo. Eso lo comprueba Sel, el hermano pequeño de la cantante de la banda. Y es que no puede dejar de pensar en cie...