Una vez más, una oportunidad más #1 {terminado}

11

Entonces aprendí que debía amar el ahora y no el pasado.
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Capítulo 11

Hoy era uno de esos días donde casualmente el tiempo se estaba pasando demasiado lento; la misma clase y el mismo tema del año pasado, algo que ya me sabía de memoria, pero era interesante de escuchar.

Cuando logré salir de la clase, casi corrí hasta la cafetería, obviamente esta que no fui sola, Connor me había acompañado.

Tenía demasiada confianza con alguien que ya tenía marca como un estereotipo, yo.

Su perfil era como un chico similar a Luis y su grupo, demasiado raro.

Tal vez era que yo desconfiaba muchísimo.

Él tomaba mi mano con una libertad y seguridad que era digna de envidiar.

—Estaré en la cafetería... —solté su mano sintiéndome algo incomoda y él sonrió asintiendo.

—Está bien.

—¡Mi amor! —escuche una voz chillona a mis espaldas, Karen buscaba a Jack o algo parecido, solía ser muy escandalosa siempre.

Desee con todo mi ser que ni siquiera se me llegase a acercar.

Mis amigos y yo estábamos sentados juntos.

Adam estaba en la mesa más cercana y Clary igual.

Chase por otro lado estaba con su grupo, y al estar tan distraída en mis hermanos, no había notado la presencia de Karen hasta ahora.

—Pero miren qué tenemos aquí. —su voz taladraba mi cabeza y me fastidiaba el sólo escucharla.—La rata de biblioteca y puta. —abrí los ojos ampliamente cuando la escuché decir el último insulto.

—¡¿A ti qué demonios te pasa?!, no le hables así. —gruñó Connor levantándose de su asiento, mi mejor amiga por otro lado estaba tomando un trozo de su propio almuerzo.

Coloque una mano sobre su hombro frenándola un segundo.

Claro que sabía lo que ella quería hacer.

—Oh vaya, guapo. ¿Qué haces con esta fulana?, deberías de juntarte con gente importante de verdad. No con una nerd que ni su propio hermano la quiere.

Touch.

—Karen, basta. —Adam se levantó de su asiento viéndola serio.

Usualmente yo siempre me quedaba callada porque no quería perder tiempo con alguien como ella, pero esto sobrepasaba mis límites.

El enojo repentino que recorrió mi cuerpo me impulsó a ponerme de pie y la adrenalina a responderle.

—No Adam. —miré a mi hermano y tomé una larga bocanada de aire, Karen por otro lado sonreía con suficiencia asegurando en su mente que no haría nada, aunque esta vez no fue así. Tomé el pudín raro que estaba comiendo Valeria y se lo embarré todo en la camisa.— ve con ella sí quieres Connor, después de todo a las personas falsas siempre les gusta hacer sentir mal a los demás y sentirse lo máximo cuando logran su cometido por su baja autoestima. —tomé mi bolso ante la atenta mirada de todos en la cafetería.