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Capítulo 42
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El libro.

No existían las páginas trescientos cinco ni diez, habían cortado estás con tanto cuidado que apenas y se notaba que faltaban, me despeine el cabello con frustración, me levanté de la silla y busqué otro libro en la misma sección.

Nada.

Y así fue en los próximos cinco libros.

No existían esas páginas que yo buscaba.

Volví a guardarlos todos donde estaban resignándome a rendirme con mi búsqueda, pero entonces un libro se cayó del estante, estaba en la parte más alta y se veía polvoriento, lo tomé del suelo y lo abrí, estornudando en el proceso, cerré mis ojos y soplé las páginas.

Cuando los abrí me centré en el título, decía historia en latín, pero el resto que le seguía estaba borroso, tomé asiento en la mesa buscando por el índice.

"Creencias de la reencarnación y la los antiguos guerreros."

Página 550.

Con el corazón latiéndome con rapidez busqué la página que marcaba, estaba demasiado nerviosa como para pensar.

Ailem Hamilton, uno de los guerreros más temidos de todo el ejército azul.

"La princesa enamorada del capitán del ejército oscuro."

Seraphina Woodgate.

La imagen que salió ante mis ojos de aquella chica me dejó estática.

Busqué mi celular con nerviosismo tomando una fotografía del rostro de la fémina, y parte del texto, aún con las manos temblorosas no podía respirar con mucha facilidad.

Se parecía mucho a mí.

—Y entonces dije, eres un idiota, mi hermano pensó que bromeaba pero no fue así. —¿Valeria?, abrí los ojos temerosa, si libro había estado oculto nadie debía verlo, lo escondí dentro de mi mochila y me levanté con sigilo de la silla.— y todavía pensar todo el tiempo que tuve que aguantar a esa sangre fuera del linaje. —frené el paso frunciendo el ceño.— ¿puedes creerlo?, antes pensaba que no era la abominación que decían, pero cuando su aroma cambió lo supe, no era una humana o pura sangre como nosotros.

Sacudí mi cabeza concentrándome en salir de la biblioteca sin ser vista por ella, cuando la escuché irse a otros estantes con quien sea que estuviese llegué a donde estaba tía, le sonreí con nerviosismo juntando mis manos.

—Acabo de tomar un libro muy importante para una investigación que estoy haciendo, ¿podría quedármelo por un tiempo?, no tengo tiempo de hacer la revisión, tengo prisa, tía. —ella pareció entender y lo medito.— te lo enviaré con Adam, es una promesa.

Ella asintió aún sabiendo que eso no era bien visto y huí de la biblioteca, luego se lo enviaría con mi hermano, necesitaba más información de esa tal Seraphina.

—¡Mira por dónde vas, torpe! —me levanté con cuidado escuchando la voz encolerizada masculina, sí sabía quién era, Finnegan al darse cuenta que era yo se le relajo por un momento el ceño, pero como si recordara algo me miró con desprecio.— ¿acaso tu falta de cerebro no te deja pensar por dónde vas, rara?

Una vez más, una oportunidad más #1 {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora