Como el viento se lleva las palabras pero no las acciones que permanecen como rocas.
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Capítulo 2
Cuando vi la hora en mi celular, este marcaba las ocho y media de la mañana, tenía una media hora para salir.
Tome mi bolso con rapidez, metiendo todo lo indicado para natación y tenis, tenía que colocarme el bañador ya que esa sería mi primera clase del día.
Me metí dentro de la ducha sólo para tener el tiempo suficiente para espabilar, cuando ya salí me seque en tiempo récord vistiéndome con un enterizo negro, el cual estaba perfecto.
Cuando entre al armario busque algo que colocarme, cosa que me costo como mil demonios, puesto que había un desastre entre mi ropa. Cuando encontré un short de mezclilla me lo puse sin pensar, tomé una blusa algo holgada rosa pálido, mis sandalias marrones y por último improvisé una trenza rápida.
Ahora tenía que guardar la ropa en mi bolso, esta vez lancé un conjunto de falda-short y un top turquesa, unos zapatos deportivos negros y un par de ropa interior como medias y bragas.
Baje lo más rápido que pude las escaleras cerrando el bolso en el camino, apenas entre en la cocina tomé una manzana la mordí sin pensar.
—¡Buenos días!
—Buenos días, cariño. ¿Cómo amaneciste? —Dane me dio una sonrisa amplia dulce.
Me encantaba poder conversar con ella siempre, aparte de ser la esposa de mi padre era como una hermana mayor para mi, aunque sonara raro, lo sentía así, era una persona muy agradable y también mi confidente.
—Pues bien, ¿y tú? —sonreí de lado y caminé hasta la salida viendo el reloj de mi celular, maldije muy bajo y negué.
9:45 a.m
—Muy bien, Barb. Creo que se te hace un poco tarde. —dijo mientras me daba un vaso de jugo de naranja.
—Demasiado tarde, creo que es mejor que me vaya, pero... antes, no has visto mi iPod?, no lo encuentro —guarde el termo de agua y unas galletas, ella rió negando con ternura.
—Aquí está, pequeña, avísame sí quieres que te busquen.
—Por supuesto, no te preocupes maní. —sonreí llamándola por aquel apodo que le había otorgado, corrí fuera de la casa sujetando el iPod contra mi pecho porque podría caérseme en plena carrera.
Justo llegué al estacionamiento y me encontré con Carson quién sonreía divertido al verme, claro se hizo el "enojado" hasta que llegue a donde él.
—Buenos días, Cas. —subí al auto después de abrir la puerta y le tendí una manzana sonriendo.— anoche fue una de mis noches. —explique así dando la corta razón de porque había llegado tarde.
—Buenos días, señorita Constantine. —sonrió educado y luego se carcajeó.— me lo había imaginado.
—Sabes que es una adicción que me cuesta controlar. —reí y luego antes que arrancará lo llame.— ¿sabes a qué hora habrán salido mis hermanos?, hoy.
—Se fueron justo a las siete, señorita. —respondió fijando su vista hacía el frente y cuando sintió mi mirada negó riendo.— Barb. —corrigió concentrándose en el camino.
—¿Te cuento un secreto? —Aparte de llevarme a donde quisiera Carson era el mejor consejero que podría tener aparte de confidente alcahueta.— no quiero ver a la pesada de Karen, sé que va a molestarme de nuevo. —hice un puchero, él sabía quién era aquella chica la cual era más plástica que una botella de agua.
—No te preocupes Barb, recuerda que no estás sola, igual esta Andrew para protegerte —añadió con su mirada en el camino aún.
—Eres un gran amigo Cas, Tú y Andrew Son los mejores, sinceramente. —confirme sonriendo, Andrew no sólo era mi amigo, él también era mi guardaespaldas.
—Pequeña, tú eres como una hija para mí, siempre te protegeremos.
Asentí sonriendo de lado.
—Cas, voy a escuchar música un rato, sí me duermo me despiertas, por favor. —hice un puchero y este asintió riendo.
—Por supuesto, no hay ningún problema señorita. —sonrió divertido y me lo afirmo, cuando me puse los audífonos me relaje completamente quedándome dormida después escuchar esa tercera canción.
...
—Señorita Constantine, ya llegamos. —Carson me movió delicadamente y abrí los ojos lentamente un poco cerrándolos de nuevo.
—Mmm, oh cierto. —talle mis ojos, Carson me había comprado un mocca recargado, cosa que le agradecía, salí del auto y me lo tome. —gracias Cas. Yo te llamo cualquier cosa. —me despedí pegando la carrera de mi vida hasta mi respectiva clase.
Llegue a la piscina a tiempo, corrí hasta las taquillas para guardar mis cosas, cuando tomé mi gorro, lentes y salí lista para calentar antes de nadar.
Miles de pensamientos llegaron en mi mente, pero así como llegaron se fueron apenas entré al agua.
...
Cuando ya había terminando mi clase, salí del lugar corriendo a donde me tocaba tenis, cosa que agradecía ya que pronto estaría libre toda la tarde.
Cuando vi la hora en mi celular reí nerviosamente, iba demasiado tarde.
10:54 a.m
(Nuevo mensaje)
Fue lo que logré leer justo en ese instante.
Levante mi vista y me sorprendí al leer el mensaje
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Comenzando bombones.
❤️
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Una vez más, una oportunidad más #1 {terminado}
Science-FictionSe nace con un propósito pero no sabes cuál es hasta pasar por miles de situaciones vergonzosas, encantadoras y aterradoras. Cada paso que se da es un nuevo camino, llámenlo destino, vida o secretos, pero siempre esta el dicho; "Después de la torme...