Al diablo las opiniones que nos hagan evitar ser quienes realmente queremos ser.
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Capítulo 12
Opiniones irracionales.—Por esas razones, señorita Constantine, usted tendrá como castigo limpiar la biblioteca. —ese tono cómplice pero serio fue todo lo que necesite para saber que el director no me reñiría de nuevo.
Aunque con Karen no fue lo mismo.
—Ahí es donde debe estar, señor director. —se quejó otra vez taladrando mi cabeza con su voz.— por lo que es, una rata de biblioteca. —gruñó molesta soltando un resoplido de niña malcriada.
El director le dio una mirada seria y esta se calló a regañadientes.
—En lo que me corresponde, señorita Lirreli, usted sabe cuáles son las normas de este instituto, y también sabe que el bullying no está permitido. Así que como castigo; tendrá que limpiar la cafetería.
Y aquí vamos de nuevo.
Ella igual siguió protestando tal cual malcriada, me despedí del director cuando este me dejó salir primero para luego simplemente suspirar, por lo menos no había llamado a nuestros padres.
Pero sabía que tarde o temprano, se enterarían, por otro lado estaba recordando lo que había sucedido antes de venir a la oficina del director y cómo había sido de vergonzoso encontrarme con Connor.
•Inicio de Flashback.•
—¿Y esto? —pregunté curiosa al recibir un bolso negro con un pequeño candado.— ¿piensas asesinar a alguien y aquí traes tus cosas de limpieza? —bromee haciéndola reír, ella rodó sus azules ojos y me miró divertida.
—Creo que alguien tiene mucha obsesión con los canales de crímenes. —se burló sacándole el candado al bolso.— siempre suelo meter cinco mudas de ropa extra, en caso de una emergencia, por esa razón tiene un candado. Antes solían jugarme muchas bromas en las cuales se llevaban mi ropa mientras estaba en la ducha del vestidor de porristas. Por eso aplique estas medidas. —me explico sacando la prenda más pequeña, en pocas palabras, de mi talla.
Era simplemente hermoso.
Un suéter gris de algodón, unos pantalones negros, sumándole una boina negra, mis preciadas vans negras clásicas y listo.
Amaba cómo se me veía.
Aunque los pantalones eran un poco, demasiado ajustados.
—¿Ves?, te ves fenomenal. —Juliet aplaudió con emoción cuando salí del cubículo el cual fue algo incómodo ya que casi me caía en el retrete.
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Una vez más, una oportunidad más #1 {terminado}
Fiksi IlmiahSe nace con un propósito pero no sabes cuál es hasta pasar por miles de situaciones vergonzosas, encantadoras y aterradoras. Cada paso que se da es un nuevo camino, llámenlo destino, vida o secretos, pero siempre esta el dicho; "Después de la torme...