°10°

49 6 0
                                    

Perdemos personas pero ganamos experiencias que nos dejan más que una pequeña enseñanza.
—•—
Capítulo 10

Bajamos en la esquina lejana del instituto, mientras los cuatro caminábamos yo sólo pensaba.

Mis hermanos jamás le habían agradado esas personas falsas, por esa razón evitaban al máximo decir o mostrar algunos de los lujos que podíamos tener.

Nos gustaba ser estudiantes comunes, aunque algunos nos reconocieran como los hijos del famoso hotelero Constantine, otros simplemente respetaban que deseáramos ser normales.

Claro, excepto para Chase, quien no seguía esas normas.

Cuando nos adentramos a las instalaciones de nuestro instituto, cada uno tomó su propio camino a su grupo de amigos, Chase nos ignoraba, corrección me ignoraba, Adam al contrario era demasiado meloso antes de dejarnos a Clary y a mi solas.

A diferencia de Adam, sí, existían esos grupos sociales creados por una sociedad estructurada en distintos sentidos, el caso era que los amigos de Adam, eran agradables y ninguno trataba mal a nadie a pesar de que conocieran a más de la mitad de la escuela.

Mi caso es particular, como me llaman el séquito de Chase, porque así son; soy el ratón de biblioteca o la nerd.

Estereotipos extremadamente tontos.

Sí, siempre he sido rara pero no es malo.

Algunas veces, siento que llego a ser un cangrejo ermitaño, puesto que no sé dónde probablemente estaría sin mi mejor amiga o alguno de mis conocidos agradables.

Mi mejor amiga, Valeria, estaba loca, pero así la quería.

Cambiando esta larga explicación en mi propia cabeza, me encontraba caminando por los pasillos tranquilamente, pero desgraciadamente como la vida me deja esos baches especiales de la vergüenza que tanto me encantan. Era sarcasmo.

Choque con una persona sin querer por estar en Barlandia.

—Lo siento, no te había visto.—me disculpé algo avergonzada recogiendo la carpeta que había dejado caer en el suelo más mi manzana.

—Tranquila, sólo... ten más cuidado, ¿sí?, podría haber sido una pared. —comentó en tono algo burlón, rodé los ojos levantándome del suelo, baje mi mirada al suelo, pensé el siguiente movimiento que podría tener.

Intuí que el chico podría ser similar a Luis, el amigo de Chase, ojalá no fuese así.

No juzgues un libro por su portada o poco contenido.

—Lo siento, ¿vale? —gruñí en un tono agotado. No me apetecía hablar con alguien ahora.

—Tranquila. —alzó sus manos en son de paz y torcí un poco mis labios.— ¿cómo te llamas? —debía admitir que era un chico guapo.

—Barbara. —conteste en un tono suave y me perdí un poco en sus almendrados ojos.— ¿y tú?

—Soy Connor, es un gusto conocerte, por cierto, este libro se te había olvidado.— me dio aquel libro pequeño que se me había olvidado que tenía junto a la carpeta.

—Gracias.—sonreí con cortesía, él me guiñó un ojo y se me quedo viendo.

—Es lo menos que puedo hacer, también quiero añadir que tienes unos ojos preciosos.

—¿Gracias? —dije algo extrañado por su comportamiento, aclare mi garganta apegando un poco más la carpeta contra mi pecho ya que sentía que se me volvería a caer sí no llegaba a sujetarla. —me voy.

—¡Espera! —me gire un segundo a medio camino y alce una ceja.— ¿puedes guiarme a la dirección?

<Hazlo, es lindo.>

Escuché una pequeña voz en mi mente, pero la ignoré, estaba cien por ciento segura que había sido mi propia imaginación.

—Eh... claro.

—Entonces, ¿vamos? —asentí y comenzamos a caminar en silencio.

—¡Barbyyyy! —gritaron en medio del pasillo casi salte un poco por la impresión pero intenté no demostrar que me había afectado ese llamado.

—¿Ahora qué? —susurré para mi misma girándome.

—¡Barbara Belle Constantine!, te había estado buscando por todos lados. —espeto Valeria haciendo pucheros a la vez que se cruzaba de brazos.

—Hola. —salude con una sonrisa algo incomoda ya que ella no había notado a Connor, cuando lo hizo su rostro se endureció.

—¿Quién eres tú? —preguntó sin titubeos.

—Hola a ti también. —respondió con una sonrisa divertida, cosa que hizo que a Valeria le diese un tic nervioso en el ojo.

—¿Qué haces con mi mejor amiga?

—Se llama Connor y es nuevo. —decidí interrumpir rápido cuando vi las intenciones del chico.

—Está belleza me estaba guiando a la dirección.—comentó sonriente el castaño y sentí mis mejillas calentarse un poco.

—Ooh. Ya veo. —asintió ella sin ningún expresión, relamió sus labios y me miró a mi.— Hablamos después, recuerda que tenemos pendiente esa charla, ¿sí?, nos vemos en la cafetería. —me dio una sonrisa.

—Sí, ahí nos vemos. —reí al ver una pequeña mueca que había hecho.

—Adiós Barb. —se despidió devolviéndose por donde había llegado, pero antes de desaparecer por otro pasillo se giró y movió sus labios despacio.— "ten cuidado con este." —logré entenderle.

—¿Vamos?

—Andando.

...

—Bien, ya tienes tus horarios, esos son los lugares donde puedes estar, y lo demás que te mostré, ya puedes entrar a tu primera clase. —sonreí de lado, tomando el pase que tenía gracias al director y ese favor de darle el recorrido a Connor.

—Excelente. —sonrió y miró sus horarios.— ¿tienes biología?

—Sí.

—¿Te parece sí me acompañas? —propuso tomando mi mano sin ningún permiso haciéndome sonrojar, esa era la clase que tenía, asentí levemente. 

—Está bien. — nos dirigimos a clases.

Dónde no deje de pensar en él casi toda la mitad de clase.

Y en cómo su presencia en cierta forma me había hecho sentir completa en una muy rara explicación.

*********
Tiempos locos.
🖤

Una vez más, una oportunidad más #1 {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora