Epílogo

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"Se volvió incoherente no pensar en como sí podía existir la realidad que no creíamos."

—•—

•Cinco años y medio después.•

—¡Babaraaaa!

—Racheeeeel. —imite su tono cambiando la página del libro antiguo que estaba leyendo acerca la magia y sus ventajas, que recordándolo ahora, no lo habría leído hace cinco años atrás, es más podría haberme reído de quien me lo regalara y ahora me parecía interesante tener conocimiento de todo esto.

Ya que así fue cómo recuperé parte de mi memoria sin decirle a la tía Hazel.

Volviendo al punto, mi melliza llegó a mi lado limpiándose las comisuras de sus labios, la rubia al parecer había salido a cazar, tomó asiento en mi cama acostándose boca arriba.

—No debería de decírtelo, pero acabo de descubrir un castillo al lado de las montañas, parecía estar habitado. —ella se sentó al estilo indio colocando una mano bajo su mentón, asentí volviendo a ver mi libro nuevamente y ella carraspeó.— había un chico de capa negra ahí, parecía ser quien mandaba.

El escalofrío qué pasó por todo mi cuerpo me hizo cerrar el libro con fuerza y ponerme de pie.

¡Eso no podía ser posible!

Todo había estado tranquilo en años.

No podía ser así.

—¿Estás segura?

—Más segura que cuando Noah me invitó a salir.

No iba a reírme, debía evitar reírme, no quiero ser mala.

—Así tampoco, Rachel. —me reí sin poder contenerme más sujetándome del estómago, si seguíamos con ese escándalo llamaríamos la atención de Connor y Noah quienes estaban abajo entrenando.— shh, piensa bien, ¿te vieron?

—No, logré ocultar mi esencia, pero igual, me sintieron. —fruncí el ceño y señaló su aspecto desaliñado.— me golpeé con unas cuantas ramas en el camino, y aparte tuve que dejar mi comida a la mitad. —se quejó sin mucho ánimo de lo último, eso no era nada bueno.

—Tenemos que hablar con Kris, ella podrá ayudar...

—¿Cómo estás seguro que les va a gustar, idiota?

—Porque es romántico. —la voz obvia de Noah, me alertó, le hice una seña a mi hermana de que no dijera nada acerca de lo que había descubierto y ella asintió.

Había sido una mala idea viajar lejos de casa.

—No digas nada, ni lo menciones. —ella asintió en silencio esperando que nuestros novios llegarán, aunque realmente su relación con Noah no era seria, pues él no era su pareja destinada.

Pero sí el chico que le gustaba.

—Hay algo que no te dije...

—Buenas noches casi a las preciosas damas de esta cabaña. —El moreno hizo su aparición con una gran sonrisa divertida y una rosa, detrás de él le siguió mi novio quien movía las manos al estilo "jazz".

Una vez más, una oportunidad más #1 {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora