[One-Shot] Aprendiz 2°V (Pareja: Gabrinette)

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Esta es la 2° Versión que escribi de este oneshot Gabrinette, ya que la primera me parecio, algo, algo, sólo un poquito... perturbadora. Tal vez algun día me anime a subir la primera versión, cuando crea que están listos.

Los rayos del sol entraban con fuerza en la oficina de Gabriel Agreste cuando la joven pelinegra entró en ella. La joven estudiante caminaba tímida hacia el escritorio dónde se encontraba concentrado el hombre que había aceptado tomarla como su aprendiz bajo la recomendación de su maestra. El diseñador miró a la joven que se estaba muriendo de los nervios de una forma muy evidente -Señorita DupainCheng ¿Cierto?- Dijo el señor al levantarse para tomar del hombro a la joven y guiarla hasta su escritorio -¿Deseabas mostrarme algo?- -Sí, sí, Señor Agreste, quería que aprobará unos diseños que hice- El diseñador profesional miró con diversión la inseguridad con la que la joven hablaba de sus diseños, le recodaba a él mismo cuando era joven y sus primeros diseños sólo los veía ella, sólo ella. Involuntariamente, Gabriel dirigió su mirada al retrato de su esposa desaparecida, recordaba con cariño lo hermosa que se veía con los vestido que hacía para ella; la suavidad de su piel que era más suave que cualquier tela existente, extrañaba tocarla, besarla, fundirse en sus dorados cabellos. -Señor Agreste ¿Se encuentra bien?-

Las manos del diseñador desenredaban los negros cabellos mientras respiraba su olor. La voz de la mujer de piel de porcelana emitía ruidos sordos cada vez que sentía su olor era absorbido y su cuerpo profanado. El señor sentía como las luces azules de cabello se vertían entre sus manos como ríos de cielo nocturno. Podía ver su cuerpo con facilidad a través de su poca y delgada ropa, podía ver la ausencia de prendas de bajo de su vestidura gracias a sus duros pezones. Una de las manos abandonó el cabello de la pelinegra para irse a comprobar la suavidad de esa blanca e inmaculada piel. Los ojos azules veían a los otros ojos azules, el joven rostro de ojiazul sonrojado le llenaba de deseo, los labios rojos lo hacían arder en deseo, deseo por morderlos, morderlos con lentitud. Cómo adivinando sus pensamientos, la joven de cabellos negro azulado acercó sus labios a la boca del señor Agreste y dejó que este los mordiera a su gusto, las mordidas dieron paso a los besos y la lengua del rubio fue introduciéndose dentro de ella. Las piernas desnudas de la joven se enrollaron alrededor de la cintura del diseñador, aprisionando su miembro con su propia intimidad. El short corto de la joven no dejaba ningún espacio a la libre imaginación.

Sentir el miembro rodeado por la intimidad de la joven sólo servía para hacer aumentar el deseo de entrar dentro de ella. La pelinegra se sostenía de los hombros del diseñador sin pronunciar ninguna palabra, ninguno de los dos pronunciaba palabra alguna, no eran necesarias, sabían que querían, sabían que estaba pasando, sabían que estaba mal, sabían lo que pasaría si hablaban, si alguno pronunciaba algo se acabaría la ilusión y volverían a la realidad; a la triste soledad, a la sola realidad de él y al desamor de ella. Ambos destruidos por dentro, ambos rotos y solos, ambos estaban llenos de dolor, ambos preferían la soledad, ambos eran tan similares; sin embargo, tan distintos. Ella sonreía cada mañana como si fuera perfecto, estaba llena de energía como si acabara de llegar al mundo y veía cada cosa como si fuera un nuevo descubrimiento sorprendente. Ella era el nuevo descubrimiento sorprendente, a cada beso, a cada caricia daba gracias al haberla conocido, daba gracias a la haberla aceptado bajo su cuidado, daba gracias al poder tenerla entre sus brazos, entre su cuerpo, daba gracias al calor con el que había llenado su hogar y con el calor que iba a llenarla a ella. El calor que le hacía falta, el calor de una mujer que tanto le hacia falta, el calor que necesitaba envolviendo su cuerpo.

-Señor Agreste ¿Se encuentra bien?- La voz de su aprendiz regresó al diseñador a la realidad; miró a la pequeña que no comprendía lo que estaba pasando, no era el lugar para andar pensado en esas cosas. -Estoy bien, sólo recode algo- -Oh, lamento haberlo interrumpido- -No, no pasa nada. Ahora, regresemos a tus diseños- -¡¡Señor Agreste!! ¡¿Cómo le está yendo a mi recomendada?!- Dijo con enorme sonrisa, casi cantando, la mujer de largos cabellos negros azulados de piel de porcelana y ojos azules -Maestra Ying- Dijo la más joven de las pelinegras al ver como su maestra caminaba con total confianza por la oficina del señor de la mansión -Déjame tus diseños y los examinaré después- La colegiala aceptó y se retiró de la oficina dejando solos a los dos adultos -Señorita Cheng, ¿Tiene planes para el resto del día?- -¿Planes?- -¿Va a hacer algo?- -Haôle, haôle, pensó revisar la tarea de mis alumnos, después le dije a Adrien que iba a ayudarlo a practicar chino y después voy a cenar antes de dormir- Dijo con la joven mujer mientras veía al techo fingiendo recordar y caminaba hacia el señor-Pero si quiere, puede acompañarnos a Adalíen y a mí a cenar- Continuó diciendo con una sonrisa burlesca la mujer mientras ajustaba la corbata del diseñador y después salía de la oficina de forma coqueta. El diseñador suspiró con resignación, verla diariamente caminando por su casa, siempre con esa ropa tan corta, iba a volverlo loco.

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Esto es algo que sólo diré esta vez, Ying T

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Esto es algo que sólo diré esta vez, Ying T. Cheng es un personaje que cree basándome en Marinette. La intensión era crear una Marinette más grande para que representará a las fans mayores de edad, y para juntarla con Gabriel ¿Se acuerdad que mencione esos shipps que me gustan pero no me gustaría verlos realizarse? Si no lo hacen, favor de regresar atrás y leer Obligatorio leer antes de continuar. Pues el Gabrinette está dentro de esos shipps y Ying T. Cheng  fue creada para que hubiera Gabrinette sin que dañara la relación de mis protagonistas, no por nada Gabriel le dice "Señorita Cheng" (Los que leyeron Fuego y Agua entenderan).  Sin embargo no es un personaje que cree para llenar un vacio argumental, bueno, al principio sí; su personalidad, sus acciones y su presencia tienen una historia. Si quieren saber más sobre Ying T.Cheng y/o su relación con Gabriel Agreste les sugiero que se paseen por mis Oneshots o si quieren saber su pasado, vayan al fic La "Princesa roja" y "el" gato negro [En proceso]. No es lo último que sabrán de Ying T, Cheng.

[One_Shots] Miraculous Ladybug: Lemon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora