Enamorada de mí hermanastro. © Justin Bieber y tu. (Terminada)

Parte 100.

-¿Qué pasa? -Me quería violar, matar, golpear o ¿qué?

-¿Andas de novia otra vez con él estúpido de Javy? -Relamió sus carnosos Labios.

-Yo, yo. -No sabía que responder ósea este hombre está loco, por meses me ignora y luego después se aparece asiéndole a mi persona una escena de celos.

Se pego más a mi delgado cuerpo.

-Contesta.

-Me disculparas pero no tienes él maldito derecho para venir a casi golpearme y armarme una escena de los celo.

Me miro, pero no me soltaba de su agarre.

-_______-' te hice una estúpida pregunta, ¿Son novios de nuevo?

-Justin ¿Qué te pasa? ¿Estás loco? -Lo mire trato de encontrar alguna imperfección en él, pero era demasiado difícil ya que era jodidamente perfecto.

-Contesta joder. -Hablo con un tono de voz grotesco.

-No no lo somos. -Conteste.

-Entonces ¿Por qué ibas a ir con él? -Creo que quería golpearlo ahora mismo.

-Porque íbamos a comer. -Mire sobre sus costados. Si mintiendo ya que me dirigía con mi prima ya que decide a último momento por dejarme plantada Javy.

-Joder, él te está conquistando de nuevo ¿No es así? -Miro mis labios.

-¿Y qué hay de malo? -Mire sus ojos por varios segundos.

-Hay mucho, probablemente hay 1000% de maldad en esto. -Me miro.

-No te entiendo, ósea después de meses en que me evitas, me dices que me vaya y que no vuelva a pensar en nuestra relación y que viviéramos él resto de nuestras vidas siendo hermanastros, luego vienes hoy como si nada y me celas.

-Finalicé

-Puedes dejar de lado las estúpidas palabras que algún día procese. -Se apego más a mí.

Y ahí fue donde quizás mi vida empezó a tomar color de nuevo, me estaba proponiendo de nuevo que empecemos y olvide algún daño que me ocasionó a lo largo que estuvo en esa estúpida prisión. ¿Me estaba jugando una broma? ¿Me estaba mintiendo? Que puedo hacer, me siento frustrada, feliz todos los sentimientos los tenia revueltos.

-¿Que quieres decir? -Lo mire nerviosa.

-Lo que estas pensando exactamente. Sí joder quiero que seas mía otra vez. -Toco mis rosadas mejillas.

-¿No me mientes? -Esto es realmente raro, suspire.

-Princesa, no claro que no. Te amo quiero que seas mía para siempre. -Sonrió.

-¿Enserio? -Deje caer mi bolso.

-Es verdad hermosa, además deja de hacer demasiadas preguntas. -Frunció él seño.

-Que hay de tu nueva novia. -Mire su dorado cabello.

-No tengo nueva novia. -Entrelazó mí mano con la de él.

-¿Qué hay de Caitilin? -Mire para abajo.

-¿Qué? Ella no es mi novia. -Hizo mueca de asco.

-Por dios en la cena navideña, ustedes tuvieron que ver. -Lo mire dolida.

-No, no ella se me ofreció, pero la rechacé. ¡Créeme! -Finalizó.

Me quede un segundo pensando y creo que él igual, solo miraba mí cara y yo también.