Escuchar esas palabras, me había abierto los ojos e inmediatamente empecé a planear un plan de escape.
Disimuladamente, recorrí el lugar con la mirada y me di cuenta que la puerta estaba abierta, pero aunque hubiese podido salir corriendo, había una cadena en mi tobillo que me lo impedía.
Dirigí una mirada casual al encapuchado, y casi salte de la alegría cuando divise un manojo de llaves, colgando de su cinturón.
Sin duda que era un novato en el asunto de secuestros.
En ese momento mire la bandeja, ya vacía, de la merienda, luego a mi acompañante y no dude ni un segundo en estampársela en la cara, a la vez que me lanzaba sobre él, para quitarle las llaves, que había divisado en su bolsillo derecho.
El encapuchado empezó a forcejear, pero yo tenía todas las ventajas y no pudo hacer nada.
Para cuando quiso darse cuenta, yo ya tenía las llaves en mi poder.
Inmediatamente trate de meterla en la cerradura pero el encubierto no paraba de moverse debajo de mí y me dificultaba bastante la tarea.
Ya estaba por lograrlo, cuando unos fuertes brazos me toman por detrás y me alejan de él, trate de liberarme, pero fue en vano.
-¿Ni siquiera puedes ganarle a una mujer? Sí que eres un desastre, Bruno- dijo una voz masculina contra mi oído.
Estaba por replicarle que el ser mujer no me hacia menos competencia, pero en ese instante el tal Bruno, que ahora ya no tenía la capucha y dejaba a la vista sus ojos azules y su cabello rubio, reacciono y se quiso abalanzar sobre mí.
Instintivamente me cubrí el rostro con los brazos, pero el golpe nunca llego.
-¡¿Es que acaso estás loco?!- volvió a decir el que se encontraba detrás de mi -Le llegas a pegar y eres historia, hermano- destape mi rostro y pude ver como una mano que salía de atrás de mí, sostenía el puño de Bruno, el cual me miraba con la nariz sangrando.
Wow ¿Yo había hecho eso con la bandeja?
-¿Qué es lo que quieres decir, Daniel?- quiso saber Bruno, sin dejarme de mirar de modo asesino
-Lo que quiero decir, es que esta chica que esta frente a nosotros, es la hija de Luis Méndez, el hermano de "Tito" ¿Y sabes qué significa eso?- pregunto con gravedad.
Los ojos de Bruno parecían que iban a salir de sus orbitas y yo estaba con una confusión terrible ¿Hija de quien había dicho?
-Tu...tu eres...- el terror de la cara de Bruno era para tomarle una foto, pero estaba segura que la mía no se quedaba muy atrás.
-Sí, hermano, ella es la sobrina de nuestro jefe- en ese momento Daniel, que se encontraba detrás de mí, me soltó y se puso en un lugar donde lo podía ver.
Tendría dos o tres años más que yo, era alto...muy alto, de cabello castaño oscuro, ojos iguales a los míos y fornido.
Al mirar su mano, sentí que el corazón paraba de latir, para después retomar su marcha a una velocidad alocada.
El castaño sostenía el sobre que me había dado Luis ¿Acaso ese sobre tenía algo que ver con la idea de que ellos creían que era hija de ese hombre? Por mi estaba bien, pero era algo impreciso.
Daniel levanto el sobre y me señalo
-¿Por qué no nos dijiste antes que eras hija de Luis? Acaso quieres que nos maten- estaba algo confundida, pero igual entendí lo suficiente, como para sentirme furiosa
-Ay, no sé, déjame pensar- me puse en postura de fingida reflexión -Oh ya me acorde: ¡Fue porque estuve casi un día inconsciente, debido al golpe que me dio un animal!, ¿Te parece escusa suficiente?- ironice con una sonrisa falsa.
De verdad ¿Era o se hacía?
Bruno soltó un bufido y Daniel se fregó la cara con frustración.
-¿Que es lo que quieres a cambio de tu silencio?- pregunto el rubio de repente.
Lo mire confundida. -¿Qué?-
Bruno se agacho junto a mí y liberó mi pie con las llaves que habían caído al suelo en el forcejeo.
-Queremos saber, que es lo quieres a cambio de no decirle nada de esto a tu tío- dijo mientras volvía a colgar las llaves en su cinturón.
Ellos le tenían miedo a Tito, mi supuesto tío "yo vengo aquí porque mi hermano se encuentra muy envuelto en esto, de hecho es uno de los más respetados, no yo" las palabras que Luis había pronunciado ese día, habían sido muy claras y no dejaban mucho a la imaginación de lo que pasaría si Tito se enteraba que su "sobrina" había sido atacada.
Entendía el miedo de ese dúo, pero el mío creo que era mayor ¿Qué pasaría si se enterara que yo me estaba haciendo pasar por sus sobrina? ¿Cómo justificaría que no había sido mi idea antes que me mataran o algo peor?
¡El sobre!, sea lo que sea que tenía escrito en el, había logrado convencer a los secuestradores, así que me podía ayudar: esa era la respuesta.
Mire a Bruno y Daniel que me miraba expectantes y una idea llego a mi mente. Mataría dos pájaros de un tiro.
-Quiero que me devuelvan todas mis pertenencias, incluyendo el sobre- inmediatamente Daniel me lo tendió y sin dudarlo un segundo, lo tome para guardarlo en el bolsillo de mi abrigo -Y quiero que me informen sobre los principales secuestradores de la zona- dije finalmente.
Esta era mi oportunidad para empezar a encontrar pistas concretas.
El rubio y el castaño se miraron confundido y luego clavaron su vista en mí.
-¿Para qué nos pides esa información a nosotros, si tu tío te la puede dar con mayor precisión?- pregunto Bruno con cierta desconfianza.
Tenía un buen punto, pero afortunadamente ya me lo veía venir, y tenía una respuesta preparada.
-Mi tío no quiere que me envuelva en esto asuntos, porque me quiere mucho y no quiere que me hagan daño, pero yo lo quiero hacer igual así que ¿Me van a dar la información o quieren empezar a contar los días que les quedan?- respondí mirando amenazante, principalmente, al rubio.
Bruno, que me había estado observando asesinamente desde el golpe, cerro los puños a sus costado, como conteniéndose de golpearme, pero Daniel hablo rápidamente evitando cualquier conflicto.
-Okey, este es el trato entonces- dijo cortando la tensión -Nosotros te damos todos los nombres y ubicaciones que conozcamos y tu guardas silencio ¿Trato?-pregunto suplicante, mientras extendía su mano hacia mí.
-Trato- respondí con una sonrisa de satisfacción, a la vez que unía la mía con la suya en un fuerte apretón
Al fin todo iba a empezar a tomar forma
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Mi locura, tu salvación|✔
ActionDi dos pasos más, para internarme en el lugar, cuando un olor nauseabundo me invadió por completo, provocándome un leve mareo. Al recupéreme y buscar con la mirada el origen de la peste, me encontré que un cuerpo todo ensangrentado, yacía a metros...