17- La razón del silencio

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Cuando Daniel me dejo sola, empecé a recorrer el lugar con la mirada.

Era una plaza, como la de cualquier lugar. Tenía algunos juego, aunque bastante descuidados, uno que otro árbol y un banco. De inmediato me dirigí hasta este último y me senté.

Me descolgué la mochila de los hombros y al abrirla me encontré con una recipiente rojo con tapa, una carpeta negra que guardaba tres hojas y luego mis pertenencias, entre ellas, mi móvil.

Cuando lo encendí, me extraño no encontrar ningún mensaje, pero no le di importancia y empecé a teclear el texto para Megan. Lo envié y volví a apagarlo.

Seguí con el recipiente, que en su interior contenía media docena de empanadas y una lata de refresco envuelta en una servilleta. Sonreí inconscientemente al imaginar a Daniel preparándolas.

Luego de comer dos y beber parte del refresco, tome la carpeta.

Mis manos templaban.

Tenía entre mis manos los nombres de los posibles rivales.

Están ordenadas del menos al más peligroso ¿Entendido?

Recordé las palabras que había dicho Daniel al entregármelas y trate de animarme, diciéndome que tal vez solo tendría que enfrentar al primero. Sin embargo, al abrirla sentí que mi esperanza se rompía en miles de pequeños fragmentos.

Daniel Robert y Bruno Olivera:

De 21 y 20 años de edad, respectivamente. Secuestros de jóvenes. Trabajan en conjunto. Hombres de Tito.

Ubicación: Casa 123, Calle Siete, Rominet.

Al ver sus fotografías y leer su epígrafe, no supe si reírme, porque ellos mismos se habían clasificado como los menos peligrosos, o llorar de que hubiese otros más violentos que ellos. Si ese dúo "poco peligroso" me había desmayado de un palo por un día completo, no me quería imaginar los demás.

Pase a la segunda hoja, con algo de esperanza, pero sin duda mi suerte me había abandonado

Luis Márquez:

De 50 años de edad. Secuestros de jóvenes. Trabaja solo. Hombre de Tito.

Ubicación: Casa 462, Rominet.

Y la foto de Luis arriba de estas palabras, me hicieron sentir algo extraño.

"Considérate con mucha suerte" había dicho Bruno antes de dejarme ir, y sin duda que tenía razón.

Tres secuestradores habían tenido su oportunidad conmigo, y todos la habían desaprovechado por ayudarme.

Tal vez no tenía tan poca suerte después de todo.

Saque la ultima hoja, que obviamente era mi objetivo y ante mis ojos apareció la foto de un hombre calvo, diferentes aros ocupaban un de sus cejas y varias cicatrices abarcaban gran parte de su mejilla y frente. Inspiraba poder y terror.

Con miedo empecé a leer su descripción.

"Titán"

De 40 años de edad. Secuestros extorsivos. Trabaja independientemente. Jefe.

Dirección: Rominet (Sin ubicación exacta)

-¡¿Qué?!- la frustración se apodero de mi. Justo la dirección que más necesitaba no era precisa.

Retiro lo dicho, la suerte, sin duda, no estaba de mi lado.

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Había pasado una semana exactamente y aun seguía sin encontrar nada relevante sobre la ubicación del tal Titán.

Mi locura, tu salvación|✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora