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Nunca me ha ido mal en la escuela, aunque tampoco es que sea de las primeras de la clase, me mantengo dentro del promedio y estoy conforme con eso, pues me permite tener una vida tranquila, he visto a algunos de mis compañeros siendo los primeros puestos, pero viven tan estresados que me hacen dudas en si vale realmente la pena.

Me propuse que este año sería distinto, y lo estaba logrando. Apenas comenzaron las clases fui una de las primeras en asistir a la convocatoria de porristas, sí, lo sé, es tan cliché, pero era uno de mis sueños, y estando ya en último año quería hacerlo, era una cuestión de ahora o nunca. Y quedé muy contenta cuando me admitieron dentro del equipo. Parece que la dieta y ejercicios sí hacen efecto.

Han pasado dos meses desde que empezó el año escolar y me sentía bien con la forma en la que estaban pasando las cosas. Dani continuaba saliendo con ese chico universitario, Zayn, al parecer también ellos estaban de lo mejor. Después de la escuela volví a casa, le mandé un mensaje a Louis preguntándole si le faltaba mucho para que regrese a casa, tenía ganas de comer hamburguesas.

- Sabes que nunca me niega a una hamburguesa, pero me parece raro que mi hermanita porrista quiera comer algo que tiene calorías - se burla.

- Idiota, por una vez no creo que pase nada.

La comida iba bien, moría de ganas de comer esa hamburguesa, no recordaba la última vez que había disfrutado de algo así, pero apenas di unos mordiscos sentí como si el estómago se me estuviera revolviendo.

- Termínala tú, ya no puedo. Creo que era mucha grasa - me excuso y le doy mi plato a Louis.

- Pero si apenas la comiste.

- Lo sé, tal vez como hace tiempo que no lo comía mi estómago no lo asimila bien.

- ¿No estarás enferma? Nunca te he visto así Mich.

- No, estoy bien, quizá es porque he estado comiendo menos. Iré a mi habitación, estoy algo cansada.

- No irás a morir ¿no? Mejor te ayudo, estás del color de un papel - pese a que me niego, mi hermano me ayuda a llegar a mi habitación y a echarme en mi cama - ¿mejor? - asiento con la cabeza - cualquier cosa que necesites gritas y aquí estaré.

Apenas me arropé en mi cama me quedé dormida, esta semana las prácticas con las porristas han sido más fuertes, quizá es por eso que estoy tan agotada, se supone que mañana iré a acompañar a Dani a comprar unos zapatos, o no sé qué cosa quería, espero sentirme mejor para mañana.

- Despierta, floja de mierda - siento a Dani samaquearme.

- Mmm...

- Llevo como tonta llamándote por más de media hora, hasta que me decidí a venir y sacarte, es de vida o muerte Michelle, hoy es mi cita con Zayn.

- Dani, ya has tenido varias citas con él, no exageres.

- ¿Exagerar? Mich, estoy casi segura de que me pedirá que sea su novia. ¿Qué pasa contigo?

- Perdón, ayer comí algo que me cayó mal y me la he pasado durmiendo.

- Bueno, hoy es un nuevo día, así que anda, báñate y cámbiate para que al fin podamos ir.

Suspiro y me resigno a obedecerla, si fuera por mí estaría todo el día en la cama hoy, no tengo ganas de nada, pero Dani cuenta conmigo y no puedo fallarle a mi mejor amiga. Después de una ducha corta tomo lo primero que encuentro para vestirme y la acompaño a ver tiendas.

Usualmente me gusta ir de compras con ella, pero, en definitiva, hoy no es mi día, me irrita que nada le guste y tengamos que caminar de tienda en tienda. Aunque, siendo positivos, mi estómago ha mejorado, ayer no quería comer nada, en cambio, hoy, aprovecho en comprar dulces por cada tienda a la que vamos.

- Pensé que las porristas no podían comer tantos dulces.

- ¿Prefieres que coma dulces o que planee asesinarte si no escoges un maldito par de zapatos?

- Vaya, parece que hoy estamos de malas - se burla Dani - Descuida, ya encontré el par perfecto.

- Me alegro ¿podremos ir por algo de comer? A partir de mañana comienzo la dieta de nuevo, pero, no sé, tengo ganas de devorarme al mundo completo hoy.

- Michelle, sabes que te amo y todo eso, pero Zayn me ha dicho que esta acá...

- Bu, aburrida - pongo mis ojos hacia arriba - Es broma, no te preocupes- sonrío- suerte con el señor sexy.

- No, no le digas así.

- Ay, qué humor.

Camino hacia mi casa, espero que Louis esté de buen humor y tenga hambre, quizá podamos ordenar algo de comer. Me distraigo con la tienda de televisores. Me quedo viendo algunas noticias. No soy mucho de ver televisión, pero supongo que debo saber las cosas de actualidad ¿no?

- Y en noticias del espectáculo, la estrella pop del momento Harry Styles es captado con Taylor Swift nuevamente. Al parecer todo indica a que está iniciando un noviazgo.

- Créeme Taylor, ese patán no te conviene- digo viéndola en televisión sonreír - Aunque, pensándolo bien, se viene un buen álbum. Supongo que serás más inteligente que yo.

Abro la puerta de mi casa y me percato que no hay nadie. Parece que Louis salió con mamá. Genial, lo que me faltaba. Me siento en el sofá mientras reviso mi celular, estoy tan cómoda aquí, quizá pueda tomar una pequeña siesta. Siento movimiento en casa, por lo que me obligo a abrir mis ojos.

- Despertó la bella durmiente - se burla mi hermano - Tú sí que duermes.

- Cállate tonto - respondo antes de despertarme.

- No molestes a tu hermana, Lou - me defiende mi madre - seguramente estás así porque no comes bien Michelle; desde que eres porrista y haces esas estúpidas dietas andas toda cansada.

- Organizaré mejor mi tiempo, lo prometo - digo para no pelear. Aunque, puede que mi madre tenga razón, he estado entrenando mucho, mi cuerpo debe de estar pidiendo a gritos un poco de descanso.

- Bien, ahora siéntate con nosotros, hemos traído comida china.

- ¡Genial! Muero de hambre - me siento en la mesa observando toda la comida, quiero comer todo.

- ¿Segura que todo bien? Odias la comida china.

- Los gustos cambian. Es una buena noticia, podremos ordenarla más seguido ¿no lo creen? - mi mamá y Louis se dan una mirada extraña, pero cambiamos rápidamente de tema y el resto de la cena conversamos sobre cómo pasamos nuestro día, la escuela, universidad, y otros temas.

Son casi las tres de la mañana y no sé qué me pasa, pero necesito comer el helado que está en la refrigeradora. Intentaré no hacer mucho ruido, para que no se den cuenta, mamá se quejaría de que es muy tarde y me enfermaré, y Louis empezaría a hacer bromas de mal gusto. Bien, creo que lo logré, Dios, está tan bueno.

- ¿Directo del pote? Aunque sea sírvete en un plato aparte, puerca.

- Casi me matas del susto, idiota - digo llevando una mano a mi pecho - me asustaste. ¿Qué haces despierto a esta hora?

- ¿Eres la única que puede comer helado del recipiente a esta hora? Por supuesto que no, soy el mayor, tengo derechos.

- Le diré a mamá que estás comiendo helado a esta hora.

- Si tú le dices yo le diré que tú también lo estabas haciendo.

- ¿Quién es el hijo favorito de mami, Lou? - pregunto haciendo un puchero - Mami se va a molestar más contigo que conmigo, porque su bebé nunca la decepciona.

- Bien, ninguno de los dos dirá nada... Y no te burles mí, estoy sensible.

- Yo también - respondo.

- ¿Y eso? ¿Reprobaste alguna materia? ¿Mal de amores? ¿Debo golpear a alguien?

- Nada de eso, sólo necesito un abrazo y que me digas que me quieres mucho.

- ¿Quién se engríe con su hermanito? - dice Louis poniendo una ridícula voz aguda, parecida a esa que usan la mayoría de personas para hablar con los bebés - Mi hermanita la fea.

- Cállate y abrázame - me quejo, mi hermano me rodea con sus brazos y me apoyo en su hombro. Es raro, no suelo ser tan sensible.

Embarazada de una estrella popDonde viven las historias. Descúbrelo ahora