#28

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Descanso unos minutos antes de que entren los demás. Me encanta. Es tan pequeña, indefensa. Siento la necesidad de abrazarla, besarla, llenarla de amor. Mi Emma. Finalmente está aquí, tan cerca de mí.

Pienso en Gemma, la hermana de Harry. Seguro hubiese estado tan emocionada de verla. Lo debe de estar, dondequiera que este. Ahora es un ángel, siempre lo fue tal vez, la diferencia es que ahora está en casa.

Harry la está cargando. Se les ve tan bien. Él le sonríe y la llena de besos. Nunca vi sus ojos brillar tanto. Está tan feliz.

- Se parece a mí – susurra.

- Ni siquiera tiene una hora de nacida Harry, es imposible saberlo ahora.

- Me huele a celos. Sí, definitivamente mami está celosa porque te pareces a mí – me da ternura el tono de voz con el que le habla a Emma.

- Tonto- susurro.

- Te oí.

- Qué bien.

- Señores debo llevarme a la niña para bañarla. La traeremos dentro de una hora.

- ¿No pueden dejarla solo unos minutos más? Nuestros amigos y familia están ahí afuera para conocerla- Harry parece un niño en navidad pidiendo abrir los regalos antes de las 12.

La enfermera sonríe.

- Esta bien. Volveré a pasar en media hora.

Anne lloró de felicidad al ver a su nieta. Dani y Liam también se emocionaron. Louis la cargaba como si fuera una muñeca.

Mi pequeña princesa se queda dormida y la enfermera se la lleva. Apenas se ha ido y ya la extraño.

- No lo puedo creer, o sea, sé que ha pasado pero mi mente no lo cree aún- dice Harry echándose a mi lado- Emma ya está aquí.

- Me duele todo.

- No es para menos, te ha salido de ahí abajo.

- Qué romántico eres.

- Ahora que estamos solos ya puedo abrazarte y llenarte de besos, con todo lo del parto no pude- dice besando mi cien izquierda- en verdad te extrañé muchísimo amor.

- Harry...

- ¿Qué?

- No me digas así.

- ¿Por qué no? Eres eso... Mi amor, ahora que Emma ya nació no tienes la excusa de las hormonas.

- No era una excusa, era la verdad.

- Claro que sí - dice dándome un beso corto- tú me quieres tanto como yo a ti.

- No es el momento para hablar de esto, Harry.

- ¿Y cuándo lo será? Llevamos evitando este tema desde hace meses cariño.

- No sé si te acuerdas, pero, hace unas horas di a luz a tu hija de 3.7 kg y tuve un día muy largo por la dilatación, los periodistas y todo.

- ¿Periodistas?

- Sí, vinieron a preguntarme si nos casaríamos o éramos novios.

- Está bien, tienes razón, lo siento, ahora no es el momento de hablar de esto.

- Gracias- susurro- estoy agotada.

- Yo también, y además muero de frío.

Harry está helado, su frente hierve. Tiene fiebre. Pobre. Había olvidado que corrió bajo la luvia para venir a tiempo.

Llamo a la enfermera a través del botón y le cuento la situación de Harry. Al instante me trae aspirinas para él.

- Te preocupas por mí- sonríe- tú también me quieres.

- Claro que lo hago. No te lo voy a negar. Harry, te quiero. Tan sólo... Tengo miedo. Por todo, yo...

- Lo sé, tranquila, amor. Para mí todo esto es nuevo también. Sabes que te adoro Michelle. Te has ganado mi corazón completo. No quiero presionarte ni nada. Pero ¿te gustaría intentar algo conmigo? Poco a poco.

- Sí - sonrío uniendo nuestros labios- poco a poco.

- Sabía que eso de las hormonas era mentira- dice y lo golpeo en el hombro.

Embarazada de una estrella popDonde viven las historias. Descúbrelo ahora