Michelle's POV
Desde que Harry ha venido a la ciudad hay paparazzi por doquier. Sobre todo, ahora que se le ha ocurrido contar en plena entrevista que será papá. Todos los días tengo cámaras en mi puerta, junto a miles de personas. Esta situación lleva casi 15 días y es insoportable.
Hoy me toca otro de mis controles para ver cómo está la bebé. Harry se ha ofrecido a acompañarme. Me resigno a aceptar. Es el padre de la niña ¿no?
Salgo de mi casa evitando a todos los periodistas y voy a la cafetería. Espero ahí a Harry, es más tranquilo que hacerlo en casa.
Veo su camioneta y me subo. Normalmente en las visitas que he tenido de su parte son acompañadas de Anne. Es la primera vez después de mucho tiempo en la que estamos solos. Y es sumamente incómodo. Ni siquiera sabemos sobre qué hablar.
- Deberíamos intentar conocernos mejor- susurra- casi no sé nada sobre ti.
- Es mejor así.
- Eres la madre de mi hija. Debería saber todo sobre ti.
- Eso debiste pensarlo antes de acostarte conmigo siendo una desconocida ¿no lo crees?
- Vale. Me equivoqué, pero deberíamos hacer un esfuerzo por intentar llevarnos bien. No sé tú, pero yo crecí en un hogar donde mis padres se llevaban mal. Y no quiero eso para ella.
Recuerdo mi infancia. Mamá y papá peleando por todo. El divorcio. Los contantes pleitos. Llorar hasta dormir. Y sin ir tan lejos, la terrible cena en la que les conté de mi embarazo. Es incómodo y triste ver que tus padres se odian, en esto debo de darle la razón a Harry. Yo tampoco quiero que mi hija sufra todo lo que me tocó vivir.
- Yo tampoco tuve una buena base familiar - le comento- y debo admitir que tienes razón en esto. Intentaremos llevarnos bien.
Llegamos al consultorio y la mamá de Dani se alegra de ver a Harry.
- Al fin conozco al papá de ... ¿Ya decidieron nombre? - negamos con la cabeza- bueno, al fin conozco al papi, qué emoción. Comencemos.
Voy al baño y me pongo la bata. Me acomodo en la camilla y ponen el ya conocido gel en mi vientre y automáticamente vemos a la pequeña. Me tranquilizo cuando le oigo decir que todo está en orden con ella.
Miro a Harry y me sonríe, ha llorado. La doctora va a imprimir la ecografía y él se acerca a mí.
- Es tan pequeña- susurra- es... Nuestra hijita.
Lo dice en un modo en que por un minuto me olvido de todo lo malo y me da ternura. Un hijo con Harry. Toma mi mano. Y siento como una corriente eléctrica en mi cuerpo.
Deben de ser las hormonas, o tal vez es una extraña sensibilidad de saber que la bebé podrá tenerlo en su vida. Separo nuestras manos cuando veo que se acerca la doctora con el sobre y nos da algunas indicaciones.
- ¿Te gustaría ir por un café?
- No puedo tomar café Harry.
- Oh cierto- sonríe nervioso- entonces... ¿Por un helado o algo?
Asiento y conduce hacia una heladería fuera de la ciudad. Está alejado de todo. Y agradezco de estar acá. Si hubiésemos ido por mi casa seguramente nos seguían periodistas. No entiendo cómo es que puede vivir así siempre, es tan estresante.
- Quería pedirte que dejes de trabajar- me dice calmado- con lo que tengo es suficiente para ella.
- Necesito trabajar para poder darle algo a la niña yo también.
- Michelle yo puedo cuidar de ambas, si tú me lo permites.
- Harry, las cosas claras, yo puedo intentar llevarme bien contigo, y aceptar que estés en su vida, pero eso no nos convierte ni en amigos, ni tampoco hace que tengas que cuidarme, yo me puedo cuidar perfectamente bien por mí misma.
- No tengo dudas de eso, pero quiero hacer las cosas bien. Con ambas. Me equivoqué demasiado contigo, y lo lamento mucho. No debí decirte ninguna de esas cosas, ni mucho menos tratarse así cuando me contaste lo del embarazo.
- Ya pasó, Harry, acepto las disculpas.
- ¿Borrón y cuenta nueva? – pregunta con una sonrisa muy contagiosa.
- Borrón y cuenta nueva – repito e imito su sonrisa.
- Odio arruinar el momento, pero, en verdad creo que deberías de descansar más. Confía en mí, todo saldrá bien.
- ¿Cómo sé que no te irás? ¿Qué me asegura que no te arrepentirás de aquí a unas semanas y nos vuelvas a dejar? ¿Cómo sé si...? – interrumpe mis palabras posando sus labios sobre los míos sin previo aviso.
Debo repetir que el embarazo me altera las hormonas terriblemente, sumando además que, desde que concebí a la bebé no tengo contacto con ningún chico. Ni siquiera he recibido un beso en todo este tiempo.
Ya no puedo pensar con claridad. Mi cuerpo sólo actúa y respondo al beso al mínimo segundo que sentí sus labios en los míos.
Los recuerdos de esa noche me invaden. Su mano rodea mi cintura y yo me aferro a su rostro.
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Embarazada de una estrella pop
FanficHarry Styles, el ídolo de muchas adolescentes, entre ellas yo, venía a mi ciudad para un concierto. Esa noche mi vida cambió. Porque terminé embarazada de él.