Capítulo 22: Experimento sin límite.

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Pov Bruno
Una vez me di cuenta de que la chica resultó ser un demonio recordé ciertas cosas que estudie en filosofía y me llevó a teología, y es que la simbología para mantener a demonios débiles o directamente expulsarlos era un poco variada así que sede un poco más a la chica que se parecía a mí Samantha para comenzar a tallar el tetragramaton al terminar la acosté para ponerle muñequeras y tobilleras en las cuales puse escrituras griegas las cuales la mantendrá débil y encerrada en mi laboratorio, vistiéndola solo con bata de hospital y seguí poniendo unas medallas y unas estrellas de David, una vez termine de colocar toda esa simbología tome una bolsa y comencé a llenarla, un litro entero de su sangre, lo lleve a mi máquina y comencé a ver qué no tenía ADN así que no hay ningún problema en volverlo en algún tipo de suero para Samantha, comencé a descomponer el litro entero de sangre en evaporizando casi todo y mezclándolo con otros químicos, para al final de la máquina termino de gotear dejando un suero de 20 ml de un color azul terramar con un olor realmente horrible, tome una gota y con una muestra de sangre de Samantha con el veneno puse un poco y en el microscopio electrónico notó como el suero muta las células comiéndolas por la mitad para hacerse más grandes y rápidas atacando al veneno casi de inmediato después de la observación por 6 minutos cada vez poniendo una micro cantidad de veneno las moléculas del suero seguían haciendo lo mismo como un bucle hasta que se fuera el veneno y luego las células de Samantha volvían a la normalidad y se crearon unas nuevas células del color del suero las cuales eran más pequeñas pero al detectar el veneno está se única con las de Samantha originales... esto era espectacular... podría hacer un vídeo motivacional con esto, después de guardar el suero regrese a la zona donde estaba la chica y entre acomodándome la bata, notó que la chica tenía los ojos abiertos pero no decía nada, no le tomaré importancia así que camine hacia donde tengo organizado mis químicos y venenos poniéndolos en un carrito de metal junto con unas jeringas para inyectarla, cuando escucho un susurro por parte del demonio.
-do-dónde estoy?-susurró me imagino que para hacerse la inocente cosa que no le funcionaria así que simplemente me acerqué a ella-que...que harás conmigo? Por favor déjame ir!– fungió la chica dejando escapar unas lágrimas, la verdad si fuera Samantha me destrozaría el corazón pero... al ser un demonio... creo que le tendré más piedad que un humano o no lo sé... se ve más hipócrita que el humano común... bueno si me llaga a cansar le coseré la boca o pondré metal casi derritiéndose-  se lo ruego señor !!- soltó más lagrimas a lo que casi me hizo sentir algo... esperen... si siento algo... maldicion el postre de Samantha... es inquietud que no le he terminado su postre... bueno pondré a los sirvientes a que le pongan el relleno, comencé a llenar una jeringa con un líquido para que su cuerpo acepte con más gusto la electricidad, y simplemente la ignore como lo suelo hacer con los humanos, como demonio ya sabe el proceso del sufrimiento así que es solo cuestión que lo acepte, comenzó a gritar y a llorar a lo cual yo comencé a cansarme realmente estaba pensando en electrocutarle la boca, gire la manivela al lado derecho de la cama para que quedara parada sostenida por muñequeras y las tobilleras, una vez preparada la aguja decidió hablar-oye! Te estoy hablando, no me ignores de esa manera, maldita sea!! Tu no sabes con quien te estas metiendo!- la verdad me causó cierta gracia el haber escuchado su amenaza creo que no le quedaba claro quien tenía el poder en ese momento.
Bruno: una pariente de Lilith quizás? -dije poniendo la aguja de lado mientras preparaba los conectores para electrocutarla y encendía la maquina.
-ultima oportunidad humano, déjame ir y considerare dejarte ir con vida -dijo la chica a lo cual simplemente me reí y la inyecte de golpe sacando la jeringa puse un conector en su estómago 2 en su cuello y uno en su cabeza.
Bruno: Sabes siempre me pregunté cómo es el infierno...-comienzo a programar la máquina para empezar a un buen nivel y cada choque dure 2 minutos- ya que estaré ahí cuando muera... te diré una cosa las amenazas dan miedo cuando pueden ser verdades y se lo suficiente para saber que estás mintiendo... así que te tengo una pregunta-la maquina da su primer choque de 50 Am ya de por sí es algo brutal sentirlo por 19 segundos a ver qué pasa con 2 minutos- si yo me muero me voy al infierno pero si tú mueres... a donde vas?- pregunte mientras veía su reacción ante el choque, ya era malo el choque pero el líquido intensificaba más el asunto, note como empezó a tener unos espasmos y que emanaba de su boca una espuma blanca con un poco de sangre y aún con espasmos me sorprendió que pudiera hablar.
-atrévete a volver hacer eso, y adelantare tu viaje al infierno –en ese momento le sonreí y le di un golpe en la nariz haciendo que está sangrara un poco.
Bruno: No volví hacer eso... así que no cuenta- tome un cuchillo y lo enterré en su mano derecha retorciéndolo un poco haciéndose notar mi odio haciendo que el demonio gritara- y esto tampoco... -me acerqué más a su rostro- mi infierno comenzó hace mucho... Y no tengo miedo de cambiarlo a uno más... sobrenatural- empezó a jadear burlona.
-Esta claro que no sabes lo que dices jodido humano, tú y tu raza tienen muy subestimado al infierno, como tu erróneamente le llamas-le sonreí pues podría ser la verdad.
Bruno: quizás sea porque nosotros sí tenemos derecho a la salvación y si subestimamos al infierno... Creo que hemos subestimado el doble el cielo -comencé a programar el siguiente choque a 55Am- me tengo que r a revisar un postre ya vuelvo- me volteé sacando un cigarrillo encendiéndolo mientras subía las escaleras para aparecer en el salón central abriéndose la pared de piedra dándome pasó y de manera inmediata cierro la entrada para ir a la cocina, en esta me encuentro con unos 3 sirvientes preparando unos platos de entrada para cuando Samantha venga, tomó el pastel cuando notó que el relleno no era ni de arándanos o de fresas.
Bruno: Podrían decirme... quien PUTAS LE PUSO PIÑA!!? -dije alterado tomando un plato lanzándolo al piso- ADELANTE DÍGANME QUIEN MALDICION LE OUSO PIÑA AL PASTEL DE SAMANTHA!!?- al verme alterado uno de los sirvientes señaló al que estaba en medio- gracias... -dije más calmado lanzándole un cuchillo en la cabeza haciendo que cayera al suelo- Samantha es alérgica a la... piña- después de cortarle las partes que tenían piña uno de los sirvientes boto la jalea de piña y le puse relleno de fresa, le puse glaseado blanco con un dulce intermedio para que no se empalague y le agregué un poco de chocolate rallado al terminar que me llevo unos 25 minutos volví y acomodándome la bata abrí la compuerta bajando las escaleras a lo que note al llegar que la chica mordiendo las ataduras y notó que se quemo la boca un poco.
Bruno: Bueno... ni modo- fui por un maletín sacando un hilo un poco grueso de color café y una aguja y al enhebrara me acerco a la chica- creo que tu boca es más un problema que un beneficio...
- eso lo dices por que no sabes las maravillas que puedo hacer con ella -empezó a reír a carcajadas a lo cual subí la máquina a 100 Am.
Bruno: averigüemos... veamos cuanta espuma y sangre puede salir de ahí -prendo la máquina con odio pues de cierta manera me ofendió el que se riera... yo soy el científico loco aquí yo soy el que se ríe y hace chistes malos, al encender la máquina note como la corriente recorrió cada rencor de su cuerpo haciendo que saliera más espuma de su boca y escupiera sangre y obviamente mucho más furiosa.
-Haber maldito humano exactamente cuál es el propósito de esto?! – preguntó muy molesta a lo cual solo me divertía -  Si quieres ejecutarme créeme que estas muy lejos de lograrlo con esto! – realmente en su fuerza de voz se notaba lo molesta y me alivia mucho que con esto no muriera encontré la solución para mí Samantha, comencé a acariciar su mejilla sonriéndole.
Bruno: Sabes contigo... podría curar el cancer, podría curar miles de enfermedades o simplemente regar todo para tu jefe... volviendo a gente atea en no solo teistas sino a politeistas haciendo que el mundo se rectifique pero no lo haré -acaricio un poco su cabello- sabes Por que? -le sonreí de una manera sinica- quizás seas un monstruo pero los humanos somos peores... -me retiré subiendo la máquina a 120Am encendiéndolo por 10 segundos.
Aghhh basta maldita sea!! – los espasmos empezaron a incrementar en fuerza y la tos de la chica era tan horrible y la razón era que ya estaba expulsando pedazos de su estomago  – no es justo! Por qué no te buscas a las otras dos idiotas y me dejas a mi libre eh?!?- me intrigó lo que dijo "otras 2 idiotas?" Cuantas más habrán solo en este pueblucho, comenzó a vomitar pedazos de sus órganos a lo cual solo me dispuse a preguntarle algo.
Bruno: Cuales 2? Hay más? -pregunté sin hacer un gesto de sonrisa o emoción, tras vomitar y frunció el ceño mirándome fijamente.
-claro que si! Una de ellas peor que yo, por que no te largas detrás de ellas que pueden serte más entretenidas y me dejas a mi libre! Ya me has dejado lo suficiente jodi....-comenzó a vomitar nuevamente y note como se puso mal a punto de caer así que decidí dejar las cosas en claro.
Bruno: como las encuentro?! - me acerqué a ella para que me mirara fijamente.
- Konaru...esta...en....- la chica se desmayo a lo cual quede totalmente enojado dándole un golpe en su cara.
Bruno: Serás imbecil?!! -respire hondo y me retiré del lugar quitándome la bata y encendiendo un cigarrillo para relajarme, me acuesto en el sofá del salón principal para esperar a mi Samantha, mientras pienso en que excusa pongo frente sus amigas para inyectarla... no puede ser... joder... quién es esa Konaru...

Atraves De Mi MiopiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora