Narra Sam:
Me gustan las películas como Fast and Furious, y Kyle lo sabía, por eso la alquiló. Desde pequeño me gustan esta clase de películas, y me encanta verlas con mi hermano.
Yo me tumbé en mi cama para ver la película y Kyle en su sillón. Decimos que es su sillón, por que cuando se quedaba a dormir conmigo, había un sillón en el que él dormía que podía hacerse una cama.
Cuando se acabó la película, Kyle guardo el DVD.
-¿Te ha gustado?
-Sabes que siempre me gustan tus sorpresas.- Sonreí.
En ese momento, tocaron la puerta y entraron nuestros padres.
-Hola chicos.- Dijo mi padre.
-Hola.- Les saludé
Mi padre había dejado su chaqueta y la de mamá en el perchero. Mi madre llevaba una blusa roja y unos vaqueros mientras que mi padre iba vestido con una camiseta azul y unos vaqueros. Normalmente mi padre suele vestir de traje por ser abogado, pero cuando viene a verme, se viste normal.
-¿Que tal ves el mundo cielo?- Dijo mi madre besándome la frente y sentándose en mi cama junto a mi.
-Bien, mamá.-
-¿Que tal el nuevo tratamiento?- Pregunto mi padre.
-¿Que nuevo tratamiento?- Pregunto Kyle.
-¿No se lo habéis contado?- Pregunté extrañado.
-¿Contarme el que?- Mis padres se miraron mutuamente y mi padre asintió.
-Sam está probando un nuevo tratamiento.- Dijo mi madre.- Curo a un chico en Houston en siete meses.-
-¿Siete meses?- Pregunto Kyle.- Me paso el día trabajando y con Sam, pero esta clase de cosas deberías contármelas.- Dijo serio.
-Pensábamos contártelo, Kyle.- Dijo mi padre.
-¿Cuando?- Pregunto un poco enfadado.
-¿Podéis dejar de discutir?- Todos se callaron y me miraron, pero yo centre la mirada en mi hermano.- Kyle.- Dije serio.- No pasa nada. Es un simple tratamiento.-
-¿Te ha echo efecto ya?- Me pregunto mi madre.
-Todavía no, pero tengo el brazo dolorido.- Dije frotándome la venda.- Duele un poco.-
-Mike nos advirtió de que era un tratamiento algo doloroso. Pero tú eres Súper Sam, podrás con ello.- Dijo mi padre y yo sonreí un poco.
Cuando era pequeño, mi padre solía llamarme Súper Sam. Lo hacia por que cuando vi por primera vez el logo de súper man, pensé que lo habían hecho para mi, "Súper Sam". Aunque ahora ya no me lo llamaba tanto.
-Todo saldrá bien.- Dijo mi madre acariciando mi mano.
-Gracias.-
Mire a Kyle, estaba cruzado de brazos y apoyado en la pared. Parecía enfadado.
-¿Cuanto cuesta?- Pregunto Kyle de repente.
Kyle solía ayudar a mis padres a pagar mis tratamientos, puede que esa sea la razón por la que no se lo contaron.
-No mucho más.- Dijo mi padre.
-¿Cuanto más?-
-2.000$ más.- Dijo mi madre.
-¿Y por que no me lo dijisteis? Podría haber echo horas extra en la tienda o...-
-Kyle.- Dijo mi padre.- Todo va a seguir como hasta ahora, ¿De acuerdo?-
-Pero...-
-Ya está decidido, Kyle.- Dijo mi madre dando por zanjado el tema.
El ambiente cambio radicalmente. Casi podía tocarse la tensión y se que si no estuviéramos en el hospital, Kyle ya estaría gritando, conozco bien a mi hermano. Así que decidí intervenir.
-Creo que hoy voy a cenar en mi cuarto.- Dije frotándome los ojos.
-¿Estas cansado?- Me pregunto Kyle.
-Un poco.-
-Voy ha avisar a alguna enfermera.- Dijo mi padre saliendo de mi cuarto.
Esta sensación la tenía cuando el tratamiento no me sentaba del todo bien, hacia mucho que no me pasaba, los tratamientos no me solían afectar así al principio.
Mi madre me agarraba dulcemente de la mano y me la acariciaba como si estuviera diciendo: "Tranquilo, todo va a salir bien".
Al rato, mi padre vino con una enfermera que traía una bandeja con mi cena.
Cene sentado en mi cama mientras los demás me acompañaban. Normalmente no me gustaba nada de nada que me miraran mientras cenaba, pero como hablaban entre ellos, me sentía menos incómodo.
Cuando termine de cenar, una enfermera vino a llevarse mi bandeja, y de paso, me conecto a la máquina para dormir.
-Bueno, Sam, tenemos que irnos.- Dijo mi padre.
-Nos vemos mañana enano.- Dijo Kyle revolviéndome el pelo.
-Hasta mañana, cielo.- Dijo mi madre besándome la mejilla.
-Nos vemos Súper Sam.- Dijo mi padre.
-Adiós a todos.- Dije despidiéndome con la mano.
Cuando me dejaron solo, apague la luz y me tumbé del todo en la cama y en pocos segundos me quedé dormido.
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Siempre a tu lado
RomanceDesde que tenia 13 años, Sam ha estado viviendo en el hospital. ¿La causa? La leucemia. Sam es leucemico desde casi los 11 años, que fue la edad a la que se lo diagnosticaron. Ahora Sam tiene 16 años y se pasa el día en su habitación del hospital, a...