Siempre a tu lado

Capítulo 50: Mi hermano me da una sorpresa especial

Narra Kyle:

Salí un poco más tarde de trabajar ese día. Pase por casa, cogí mis cosas y me dirigí al hospital.

Mi madre me había dicho lo que había pasado con Sam esta mañana, y que le hacía bien tener compañía. La verdad es que en el funeral le vi muy afectado y no me han dejado verle desde entonces, por eso tenía tantas ganas de ir hoy.

Llegue al hospital y al subir a la planta infantil, antes de entrar en el cuarto de Sam, entre en el de Vivi, también quería verla a ella.

Estaba sentada en el suelo junto a la cama mirando una manzana, como si estuviera decidiendo si la comía o no.

-Hola.-

-Kyle.- Se levantó y me abrazo.

-¿Como estás?-

-No lo sé. ¿Y tu?-

-Bueno, algo es algo.-

-Ya...-

-¿No comes?- Le pregunté mirando la manzana.

-Llevo unos días un poco desganada.-

-Imagino por que.-

-Kyle, Sam lo está pasando muy mal.-

-Lo se, por eso estoy aquí.-

-Entonces me alegro de... ¿Y esa bolsa?-

-Una sorpresa par él.-

-Eres un buen hermano.- Sonreí.- Una pregunta: ¿Si vienes a verle a él, que haces aquí?-

-Por que eres mi novia, y también te quiero.- La besé.- Anda, termínate la manzana.-

-Lo haré, pero ahora vete con tu hermano. Ahora mismo te necesita más que yo.-

-Gracias. Te quiero.-

-Y yo a ti.-Volví a besarla y me marché.

Cuando llegue a la habitación de Sam, vi que se estaba poniendo el pijama. Algo raro en él ya que siempre lo llevaba puesto.

-¡Kyle!- Se acercó.-¿Que haces aquí?-

-Bobby me ha dado el día libre mañana.-

-¿Eso significa que...?-

-Si. Me quedo a dormir contigo.-

-¡Genial! Hacía años que no hacíamos esto.-

Convencí a Sam de que al menos cenara algo y eso hizo. También convencí a las enfermeras y acabamos pidiendo una pizza. Cenamos mientras veíamos una película, aunque no le hicimos mucho caso ya que Sam me contó que había salido a dar un paseo con su novia Thalia. Ni siquiera sabía que tenía novia.

-¿Con que Thalia eh?-

-Es perfecta.- Suspiro.

-¿Por que no me contaste nada sobre ella?-

-Por que sabía que te pondrías así.- Nos reímos y después Sam bostezo.

-Deberíamos dormir un poco.-

-La verdad, es que hoy estoy deseando meterme a la cama.-

Sam se metió a la cama y se quedó dormido en cuestión de segundos, yo me acomode en el sillón, pero no me dormí hasta que Sam lo hizo.

Solía dormir bien cuando me quedaba en el hospital, pero aquella noche, algo me despertó.

-Kyle...- Escuché.

Me empecé a despertar lentamente cuando escuché a alguien gritar.

-¡Kyle ayuda!-

Me desperté de golpe y vi a Sam retorciéndose de dolor en la cama.

-¡Sam! ¡Sam! ¿Que te pasa?- Dije alterado.

-Me... duele...-

-¿Que? ¿Que es lo que te duele?-

-Los huesos... los músculos... todo...-

-¿Donde tienes las pastillas?- Dije empezando a remover en los cajones.

-El bote azul...-

-¡Ya, ya se que es el azul! ¿¡Donde demonios está!?-

-Pide... ayuda...-

Sam tenía un botón para pedir ayuda médica en cualquier momento, así que lo pulse varias veces mientras buscaba las pastillas.

-Kyle...- Dijo dolorido.

-Tranquilo, Sam. Estoy aquí, todo va a salir bien.-

En ese momento, un par de enfermeras entraron y se llevaron a Sam.

-Espera, espera, espera. ¿A donde se lo llevan?- Dije nervioso.

-Kyle, tenemos que intervenir. Tenemos que llevárnoslo.-

Me quedé en la habitación esperando despierto hasta que Sam volviera. Como a veces me costaba mantenerme despierto, acabé poniéndome un poco de música. Pasaron las cuatro de la mañana, cuatro y media, y a las cinco, Sam volvió, completamente dormido.

-¿Que le ha pasado?- Le pregunté a la enfermera.

-Ha sufrido la reacción al tratamiento de golpe.-

-¿Se pondrá bien?-

-Claro, pero ahora debes descansar.- Dijo la enfermera antes de marcharse.

No me quedaba tranquilo con lo que sabía, pero, ¿Acaso tenía alguna otra opción?