Capítulos 45: Félix me pide una última promesa

50 8 3
                                    

Narra Sam:

Cuando salimos de mi cuarto, me temblaban las piernas. Era todo tan raro...

Mike me había agarrado de los hombros, lo que me había tranquilizado un poco.

El pasillo se me hizo trescientas veces más largo que de normal y cuando por fin llegamos a la habitación de Félix...

-¿Preparado?- Asentí.

Me faltó el aire por un momento.

-Recuerda: Está dormido así que no esperes que conteste y si notas algo raro o despierta, avisa y entraremos inmediatamente.-

-Vale.-

Mike me soltó los hombros. Me acerque a la puerta y al tocar el picaporte un escalofrío recorrió toda mi espalda de principio a fin. Abrí la puerta, entre y la cerré. No quería que me escucharan hablar con Félix desde el pasillo.

Miré hacia Félix. Estaba sin su gorra pero si llevaba sus gafas, en la mesilla estaba el mando de la Play Station, eso no me sorprendía en él.

Me acerque a él, estaba pálido. No le había visto nunca así, si que tenía cara de estar enfermo, más de lo normal. Acerque una silla y me senté junto a él, entonces Félix abrió los ojos muy despacio. Sabía que si esto pasaba debía avisar a Mike, pero no iba a hacerlo.

-Félix...- Dije algo emocionado.

-Hola tío.-

-¿Como estás?-

-Creía que no te gustaba esa pregunta.-

-Contigo haré una excepción.-

-Me siento afortunado.- Se rió.

-¿Como te encuentras?-

-Bien.-

-¿Seguro?-

-Sam, no quiero que te vuelvas super protector conmigo ahora por esto.-

-¿Por que no me lo dijiste?-

-Por que sabía que esto pasaría. Sam, te preocupas por todos y no quería que te preocuparas más de lo necesario.-

-¿Como que preocuparme más de lo necesario? ¡Somos mejores amigos, Félix!-

-Sabia que esto iba a pasar tarde o temprano.-

No dije nada. Empecé a llorar y me levanté de la silla. Bueno, en si no me levanté, sino que me arrodille junto a Félix.

-No llores, nenaza.-

Félix me llamaba así cuando me ponía muy sentimental, pero como para no hacerlo...

-¿Que quieres saber?- Pregunté de repente.

-¿Eh?-

-Sobre mi enfermera, ¿Que quiere saber?-

Félix se quedó callado.

-¿Te hace feliz?- Dijo de repente.

-¿Como?-

-Que si tu enfermera te hace feliz.-

No conteste en el momento. ¿Que si Thalia me hacía feliz?... Mire a Félix, con las mejillas llenas de lágrimas y asentí.

-Si... me hace muy feliz.-

-Entonces con saber eso me vale.- Sonrió.

-Félix... no podría ser feliz si te vas.-

-Pues entonces dile a tu enfermera que te haga feliz.-

-¿Como?-

-Tu ya sabes a​ lo que​ me refiero...-

-¿Ni siquiera ahora vas a dejar de ser así?- Se rió y después comenzó a toser. Me sentí mal por hacerle reír entonces.

-Sam, me gustaría pedirte un favor.-

-Dime.-

-¿Te acuerdas de Say Something al piano?-

-Claro.-

-Sabes que es mi canción favorita cuando tocas el piano...-

-Lo se.- Sonríe.

-Me gustaría que... la tocaras en mi funeral.-

Mi cerebro no procesaba eso. Era incapaz de entenderlo.

-¿Que?- Dije en un susurro.

-Quiero que toques Say Something cuando me muera.-

-No.-

-¿Por que no?-

-¡Por que no te vas a morir, Félix! Todavía no a llegado tu hora. Te pondrás bien, ¡Saldrás de esta!-

-Sam, te lo digo cómo mejor amigo: no voy a aguantar mucho más.-

-No...-

Agache la cabeza y comencé a llorar otra vez. Félix no me dijo nada esta vez, pero sabía que estaba empezando a dormirse de nuevo.

-Sam... quiero que me prometas que la tocaras.-

-Te lo prometo...-

-Gracias.-

-Félix... Siempre seremos amigos, ¿Verdad?-

-Siempre, Sam.- Sonrió un poco.- No me olvides nunca ¿Vale?-

-No lo haré, te lo juro.-

-Yo tampoco.-

-Voy ha estar contigo hasta el final, Félix. No pienso dejarte solo.-

-Gracias, Sam. Aunque no me gustaría que me vieras en este estado, no creo que pueda hacer nada para impedirte venir.-

-No.- Reímos un poco.

-Empieza a entrarme sueño.-

-Descansa un poco. Yo estaré a tu lado, te lo prometo.-

-Gracias...- Dijo casi en un susurro y volvió a dormirse.

Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora