Siempre a tu lado

Capítulo 47: Camino por la playa con el alma rota

Narra Sam:

Cuando volví a mi sitio, mi padre me puso la mano en el hombro y mi madre me dio un pequeño abrazo.

-Bien hecho, hijo.- Me dijo mi padre.

-Lo has hecho muy bien, Sam.- Dijo mi madre abrazándome.

No dije nada. Solo había abierto la boca para cantar y para despedirme de Félix.

Llevábamos una hora en la misa. Ya no podía más, si seguía allí dentro me explotaría la cabeza.

-Tengo que salir un momento.-

-Esta bien, vete tranquilo.- Me dijo mi padre.

No quería irme del funeral de mi mejor amigo, pero deberás que me encontraba fatal. Antes de salir de la iglesia, mire una última vez hacia donde estaba Félix, y salí de allí.

Me senté en un banco que había junto a la puerta de entrada. Escondí la cara entre las manos y volví a llorar. Había perdido la cuenta de cuántas veces había llorado últimamente, si seguía así, me deshidrataría.

-¡Sam!- Escuche de repente.

Levanté la cara de entre las manos vi que Thalia se acercaba corriendo hacia mi. Al verla, me levanté del banco y corrí hacia ella también. Cuando estuvimos juntos, la abrace y comencé a llorar más fuerte.

-Sam tranquilo, estoy aquí.-

-Se ha muerto Thalia, se ha muerto...- Dije sin dejar de llorar.

-Lo se.-

-Le prometí que estaría a su lado y no estuve ¡No estuve cuando más me necesito!-

-Sam, no puedes ocuparte de todo el mundo a la vez. Tenías que descansar.- Se separó de mi y poniendo sus manos en mi cara hizo que me quedara mirándola.- Has pasado casi toda tu vida junto a él. Me apuesto lo que quieras a que Félix está orgulloso de ti.-

-¿Tu lo estas de mi?- Agarré una de sus manos.

-Por supuesto que estoy orgullosa de ti, Sam. Te quiero mucho y eso es lo que importa de verdad.-

Mire hacia iglesia un segundo y me temblaron las piernas de nuevo.

-Necesito... necesito alejarme de aquí.-

-Si, vamonos.-

La iglesia estaba cerca del mar y por allí caminamos. Me sentía completamente mal, por Félix, por mi, por todo...

-¿Estas mejor?-

-Creo que si.-

Thalia me abrazó.

-Preguntas que nadie contesta N° 6: ¿Por que tiene que morirse la gente?-

Thalia calló un segundo.

-Por que hay veces que los ángeles terminan su cometido en la tierra y deben volver a casa, al cielo.-

-¿Estará bien?-

-Claro.-

-¿Por que no viniste antes?-

-No puedo con los funerales... desde que era niña lo paso muy mal.- Se puso triste.

-Eh, tranquila.- Le di un beso en la mejilla.- No hacía falta que vinieras al funeral, con que estés aquí conmigo, me vale.-

-Sam, yo...- Antes de que acabará la frase sonó su teléfono.- Es un mensaje de mi madre.-

-Tienes que irte, ¿Verdad?-

-Lo siento mucho.-

-Tranquila Thalia. Vete, Tu familia te necesita.-

-Pero tu también me necesitas.-

-Lo se.- Acaricie su mejilla.- Pero tienes que irte, yo estaré bien.-

-¿Que he echo para merecer a alguien tan bueno como tú?-

-Ser tan maravillosa como eres.-

Thalia sonrió, me beso y después se marchó.

Cuando volví a la iglesia el funeral había terminado y todos estaban saliendo de la iglesia. Perdí la cuánta de cuántas personas me abrazaron.

-Sam.- Me dijo Kyle.

-Necesito un hermano.- Dije sin rodeos y me abrazó.

-Sam, siento decirte esto, pero tienes que volver al hospital.- Dijo cuando nos separamos.

-Lo entiendo.-

Mis padres me llevaron hasta el hospital. Cuando volvimos a mi cuarto, cerré la puerta antes de que mis padres o Kyle pudieran entrar.

Me quite el traje y lo guardé en el armario. Me puse el pijama pero antes de ponerme la camiseta, me quedé mirando el logo.

-"Soy un super héroe"...- Leí.- No lo creo.-

Me puse la camiseta y en cuestión de minutos, me quedé dormido.