Capítulo 31: Me siento como un niño al sentarme en el pasillo

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Narra Sam:

Me encanta ver películas en los grupos de apoyo, sobre todo por que puedo tirarme en el suelo sin que nadie me diga nada ya que todos hacen lo mismo.

Creo que sonreí durante casi toda la película. No puedo evitarlo. Me se los diálogos casi de memoria y no podía evitar revisarlos en bajo, aunque eso supusiera que Félix me diera codazos para callarme cada dos por tres.

Cuando la película termino, Luca encendió las luces y sin que nos levantamos, Newt se sentó en frente de nosotros.

-¿Que os ha parecido?-

-Casi me duermo.- Dijo Vivi.

-Que exagerada...- Dijo Jessie.

-¿Como puedes dormirte con un clásico?- Le pregunto Newt.

-Por que esta es la versión para niños.-

-¿Y por que creéis que hemos visto esta película?-

-¿Por que te acordaste ayer de ella?- Dijo Taylor.

-¿Por que la encontraste y te entro la nostalgia?- Pregunto Luca.

-No. ¿Nadie más quiere probar?-

-Es una metáfora.- Dije yo.

-Explícate.- Dijo Tina.

-Prácticamente Peter podía vivir para siempre si no crecía, lo cual no sería bueno, por que se da cuenta de que la chica que le gusta crecería sin él. Conclusión: Vivir para siempre no sería del todo bueno.-

-Muy bien, Sam.- Dijo Newt.

-¿A Peter le gustaba Wendy?- Pregunto Tina.

-Claro.- Dijo Félix.

-¿Y Campanilla?-

-Seras su amor eterno. Yo que se.- Dijo Félix riéndose.

-Pues para estar enamorado no lo demuestra muy bien que digamos.- Dijo Vivi.

-El libro es mejor.- Dije yo.

-Eso siempre.- Dijo Luca.

-Bien chicos, hemos terminado por hoy.- Dijo Newt.

Salimos de la clase todavía  discutiendo sobre el triángulo amoroso de la película. Yo nunca me había parado a pensarlo, aunque creo que Peter se enamora realmente de la hija de Wendy.

Hoy teníamos pasta para comer, aunque hoy no tenía mucha hambre, así que me serví casi la misma razón. que Vivi.

-Yo estoy enferma, ¿Cual es tu escusa?- Me dijo Vivi.

-¿Ya admites que lo estas?- Pregunto Félix con la boca llena.

-Me di cuánta cuando intenté tirarme de la azotea.-

Todos la miramos seriamente.

-Os lo contaré en otro momento.-

-Y si no, te lo recordaremos.- Dijo Taylor.

-¿Vas a contestar a mi pregunta, Sam?- Me dijo Vivi para cambiar de tema.

-No tengo demasiada hambre.- Dije mareando los macarrones.

-¿Puedo comerme tus macarrones?- Pregunto Félix.

-He dicho que no tengo mucho hambre, no que no vaya a comer.- Dije apartando mi plato un poco de Félix.

Seguimos comiendo. Yo termine antes que los demás, incluso antes que Vivi, y cuando lo hice, cogí algo de postre: mus de chocolate. Era uno de mis postres favoritos. Adoro el chocolate.

Cuando terminamos, no me apetecía subir a mi cuarto, así que mientras los demás subían, yo me quedé sentado en el hall recibidor. Cuando me sentaba bien en la silla me sentía como un niño pequeño, explico las razones: Si me siento con la espalda apoyada del todo, me colgaban los pies, y eso me recordaba a cuando tenía 13 años y venía a las consultas.

Al cabo de un rato, Kyle entro por la puerta, saludo a un par de enfermeras y se sentó junto a mi al verme.

-Hola hermanito.-

-¿Como te va?- Le mire.

-A mi bien.-

-No me extraña, teniendo novia...-

-Sam, no empieces.-

-Se todo lo que necesito saber.-

-¿Enserio?- Pregunto sorprendido.

-Si.- Dije asintiendo.- Vivi me ha contado cosas, sumando eso a lo tuyo, lo tengo todo.-

-Me alegro de que estés satisfecho.- Dijo mirando al frente.

-Y yo.- Dije haciendo lo mismo.

Ambos nos quedamos mirando al frente, por un momento ninguno dijo nada pero ambos nos sorprendimos al ver a unos enfermeros empujar una camilla con un cuerpo completamente tapado.

Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora