Desde que tenia 13 años, Sam ha estado viviendo en el hospital. ¿La causa? La leucemia. Sam es leucemico desde casi los 11 años, que fue la edad a la que se lo diagnosticaron.
Ahora Sam tiene 16 años y se pasa el día en su habitación del hospital, a...
A la mañana siguiente me costo levantarme. Estaba tremendamente cansado y no sabía por qué, por que básicamente no hago nada por aquí, así que no tenía mucho sentido.
Aún así me levanté y desayuné. Comer me gusta casi tanto como dormir, pero prefiero dormir. No tengo que pensar y puedo vivir tantas aventuras como quiera.
Después de desayunar, cogí una chaqueta y me mire al espejo. Llevaba la camiseta que mi hermano me regaló, esa en la que ponía "soy un super héroe". Básicamente iba en pijama por la vida, igual que todos por aquí.
Al salir al pasillo, vi a los chicos esperándome. Se me hacía raro no ver a Taylor.
-¿Como es que siempre os despertáis antes que yo?-
-Por que eres un pedazo de vago y un dormilón.- Dijo Félix.
-Como si tú fueras hiperactivo.-
-¿Vais a empezar desde primera hora de la mañana?- Se quejó Vivi.
-Somos así.- Dijo Félix sonriendo.
Nos pusimos en marcha hacia la sala del grupo de apoyo y cuando entramos nos dimos una gran sorpresa.
-¿¡Taylor!?- Exclamando los tres a la vez.
-¡Sorpresa!- Dijo ella.
-¿Que haces aquí?- Pregunté.
-A partir de ahora, Taylor será mi nueva ayudanta.- Dijo Newt sonriente.
-¡Como me alegro de verte!- Dijo Vivi y la abrazo.
-Yo también.- Respondió ella.
-Parece que hace un año que no os veis.- Dijo Luca.
-Se llama verdadera amistad, Luca.- Dijo Newt.
Taylor y Vivi se rieron y después cada unos nos sentamos en nuestros sitios.
Newt recogió las redacciones sobre nuestras diez razones y las leyó en alto. Cuando leyó las mías, recordé cuando Thalia y yo las escribimos. Fue uno de los mejores momentos que pase con ella.
-Vaya, parece como si las hubieras escrito completamente enamorado, Sam.- Me dijo Newt y yo me sonroje mucho.
-Es que lo está.-
-¡Félix!- Grité.
-Eso no los lo habías contado.- Dijo Tina.
-Solo pienso deciros que es una enfermera en practicas.-
-Pero eso ya lo sabía.- Se quejó Félix.
-Pues te aguantas.- Dije y todos se rieron.
-Newt, puedo...- Empezó Taylor.
-Oh, si claro.-
-Chicos, os he traído una cosa.- Dijo emocionada.
Taylor se acercó a donde tenía sus cosas y cogió una caja y la abrió.
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-Las he hecho para vosotros.- Dijo sonriente.
-Ooohhh.- Exclamamos todos a la vez mientras las repartía.
-Tiene una pinta deliciosa.- Dijo Jessie.
-Y están deliciosos.- Dijo Félix con la boca llena.
Cuando cogí el mío, estuve a punto de pegarle un bocado pero entonces tocaron la puerta y Mike entro.
-Mike.- Dijo Taylor acercándose a él.
-Hola preciosa.- Dijo dándole un beso. Espera. ¿¡QUE!? Entonces se eme calló el pastelito.
-¿Eso no es una negligencia médica?- Pregunto Luca.
-Lo sería si fuera paciente del hospital. Pero no lo es.- Dijo Mike sonriendo.
-Yo flipo...- Dijo Félix.
-De todos modos, yo venía a por Sam.- Dijo Mike.
"¿Otra vez?" Pensé.
-¿Pasa algo?- Dije levantándome.
-Necesito hablar contigo. Vamos.-
Acto seguido, salí de allí con Mike, que me llevo a su consulta.
-¿Que pasa Mike? No me asustes.- Dije un poco asustado.
-Ha llegado un avance en tu medicación. Algo así como una actualización.-
-¿Una actualización?-
-Tienes que tomar estás pastillas después de cada comida y en una semana empezarán ha hacer efecto.-
-Vale...- Dije cogiendo el bote.
-Muy bien. Ya puedes irte.-
Después de eso me pase la tarde entera con Félix, Taylor y Vivi jugando a la Play Station. Félix quería la revancha por lo del otro día y yo quería el pastelito que no me había podido comer.
Después cenamos todos juntos, menos Taylor que iba a salir a cenar con Mike, yo les veo futuro. Al terminar de cenar, me fuí directo a la cama, ya que estaba cansado.
