Siempre a tu lado

Capítulo 54: Descubro la verdad oculta en mi cabeza

Narra Sam​:

Todo aquello tenía que ser un sueño. No me explico que otra cosa podría ser. Thalia y los demás... habían desaparecido delante de mis narices. ¡Eso no era posible!

Me había desmayado, pero a ratos recobraba la memoria, y escuchaba cosas sueltas que no tenían sentido.

Lo siguiente que recuerdo es estar en la cama de mi cuarto. Me sentía tremendamente cansado y me dolía muchísimo la cabeza, más de lo normal en mi.

Abrí los ojos lentamente y vi que estaba lleno de cables, otra vez. Me lleve las manos a la cabeza, me dolía demasiado.

En ese momento, tocaron la puerta, pero en mi cabeza resonó como si fueran timbales. La puerta se abrió y entro un chico. Era alto, vestía con una camisa de cuadros, pantalones negros y unas deportivas.

-¿Hola? ¿Puedo pasar?-

-Claro. ¿Quien eres?-

-Soy el doctor Spencer Reid, de la unidad de análisis de conducta.-

-Ah si... te solía ver en las noticias.-

-Lo dices como si ya no las vieras.-

-Y no lo hago. La mitad de las noticias son negativas y me amargan el día. Si tengo que enterarme de algo me lo cuentan y punto.-

-Buenos estrategia.-

-Dime ¿Que he hecho para que un agente del FBI venga a verme?-

-No has hecho nada, Sam. He venido por que tu hermano me lo ha pedido.- Dijo sentándose junto a mi.

-¿Kyle?-

-Si. Somos amigos de cuando él estaba en la universidad.-

-Nunca me dijo nada acerca de ti.-

-Llevábamos tiempo sin hablar, pero me a pedido ayuda con esto.-

-¿Que es lo que pasa?-

-Es un asunto delicado...- No me gusta el rumbo que está tomando esta conversación.- El otro día, cuando viste a Thalia y a los chicos, y cada vez que los veías, solo los veías tu.-

-¿Que quieres decir?-

-Sam... eres esquizofrenico.-

-Pe-pero... eso no puede ser. Yo estoy bien.-

-No, Sam, no lo estas y puedo demostrártelo.-

-¡Pues hazlo!- Dije a punto de llorar.

-Muy bien...-

¿Esquizofrenico yo? No podía ser cierto. ¡No tenía sentido! Spencer empezó a rebuscar en su bandolera y entonces saco un par de carpetas. De la primera saco unos informes y me enseñó una foto.

-¿Son estos los chicos que te acosaban?-

-Si.-

-¿Podrías decirme sus nombres?-

-Jason, Scott y Nina.-

-Estoy chicos tuvieron varios problemas con la ley. Les detuvieron unas cuantas veces.-

-¿Que les pasó?-

-Tuvieron un accidente. Iban bebidos y drogados y tuvieron un accidente de coche del cual ninguno salió vivo.-

-¡Pero eso es imposible! estuvieron aquí hace poco. Me hicieron moratones. ¡Mira!- Me levanté la camiseta y le enseñé los moratones de cuando estuvieron pegándome.-¿Como explicas esto sino?-

-El poder de la mente.-

-¿Que? ¿Me estás diciendo que yo me he hecho esto?-

-Tu mente quería que pareciera real.-

No... esto no... es demasiado para mi.

Spencer guardo los archivos y la foto y cambio de carpeta sacando la foto de una niña.

-¿Reconoces a esta niña?-

-No. Espera, no será...- Asintió.- Thalia...-

-Correcto, Sam.-

-¿Que le pasó?- Dije sin dejar de mirar la foto y Spencer suspiro.

-Los padres de Thalia se separaron cuando ella tenía cinco años. Su madre se quedó con la custodia y se mudó aquí, a California. Un año más tarde, pocos días después del cumpleaños de Thalia, su padre apareció en casa y le pego un tiro a su ex-esposa en la cabeza pensando de que Thalia no estaría en casa, pero si estaba y se vio obligado a matarla a ella también apuñalandola tres veces en el pecho.-

No dije nada. En ese momento no sabía que sentir. ¿Como un padre era capaz de hacerle eso a su propia hija?

-¿Por que les veo?-

-Cuando tu tenias seis años viste la noticia de Thalia en la televisión, pero no oiste nada de los chicos, por eso pensaste que te habían "encontrado"-

-¿Toda esa gente que veo solo yo... están muertos?-

-Si, es lo más probable.-

Entonces... aquel hombre el día que fui a ver los nidos... Thomas y su madre... no, no, no...

-Thalia está muerta...-

-Sam, siento que tengas que enterarte de esto por mí, pero puedo ayudarte si quie...-

-No.- Le interrumpí.- Quiero estar solo.-

-Entiendo.- Se levantó.- Puedes quedarte la foto.- Dijo al ver que no soltaba la foto.- Nos vemos.- Dijo antes de marcharse.

No podía creerlo... el amor de mi vida estaba muerto.