Capítulo 36: Nos despedimos de Taylor por todo lo alto

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Narra Sam:

Los libros decían que los caramelos eran terribles, y tenían razón. Mucha razón.

-Muy divertido tu juego, Taylor.- Dije cuando conseguí quitarme el sabor a vómito de la boca.

-Ha sido divertido.- Dijo Félix.

-Echaré de menos estas cosas.- Dijo Taylor.

-Ven aquí, anda.- Dijo Vivi.

Todos nos levantamos y nos abrazamos fuertemente. Era uno de esos abrazos que no se olvidado aunque lo intentes. No se puede.

Después bajamos ha cenar y descubrimos que había pizza para cenar. De repente mis ganas de comer volvieron.

Nos sentamos y nos sirvieron una pizza para los cuatro. Me encantaban estas noches. Nos servían pizza en las mesas y si queríamos repetir, repetíamos. Aquella era la última noche de Taylor en el hospital, y desde luego no la olvidaríamos con facilidad.

Cuando terminamos de cenar, nos despedimos y cuando me fui a mi cuarto me encontré con una sorpresa.

-¡Mama! ¡Papa! ¡Kyle!- Dije emocionado y me abalance a abrazarles.

-Hola cielo.- dijo mi madre.

-Cuanto me alegro de veros.- Dije cuando nos separamos.

-¿Como ves el mundo?- Me pregunto mi padre.

Les conté un montón de cosas, los grupos de apoyo, la marcha de Taylor... pero nada respecto a Thalia o los chicos.

-Parece cansado.- Dijo Kyle.

-Estoy bien.-

-Te vendría bien dormir, Sam.- Dijo mi madre acariciándome el pelo.

-Déjame adivinar: A los enfermos les viene bien dormir y como estoy enfermo me viene bien dormir.-

-Lo dice por que tienes ojeras, Sam.- Dijo mi padre.- ¿Duermes bien?-

-Claro. Me encanta dormir.-

-¿Y por que pareces tan cansado?-

-Por que estoy enfermo, papá.- Tardó unos segundos en reaccionar.

-Bueno, no vamos ha hablar de eso ahora.-

"Nunca vamos a hablar de eso" Pensé.

-Supongo... que igual debería dormir un poco, ya es tarde.-

-No supondrá un gran esfuerzo para ti.- Dijo Kyle riéndose.

-Muy gracioso.-

-Nos vemos.- Dijo mi madre antes de darme un beso en la frente.- Te quiero.-

-Yo también os quiero.- Dije abrazando a mi padre.

-Nos vemos pronto.- Me dijo Kyle.

-Adiós.-

Cuando se fueron me di cuenta de que si que tenía ojeras. Parecía cansado, ahora entendía a mis padres. ¿Que había hecho para tener ese aspecto?

Me tumbé en la cama. Aún no tenía ganas de dormir, por mucho que me dijeran que lo hiciera, aún no quería.

Mire a mi mesilla. Estaban mis cosas, me hicieron sonreír. Mi cámara encima de mi libro. Cogí mi cámara, me incorpore un poco en la cama y puse otro vídeo.

Recordaba cuando grabé eso. El doctor Bill era mi médico de cuando era más pequeño, después se jubiló y me pusieron en manos de Mike.

Siempre envidie a ese 85% de personas que se curaban. Yo todavía no había conseguido entrar en ese porcentaje, pero como todo leucemico, deseaba hacerlo. Deseaba poder decir: "Hola, soy Sam y ya no tengo leucemia" Si eso llegará a pasar, seria el chico más feliz del mundo ¿Que digo? Sería la persona más feliz del universo.

Después empezó a enterarme sueño de verdad, así que apague la cámara y me metí en la cama. Me costó un poco dormirme a pesar del cansancio, pero no tarde mucho más.

Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora