Narra Sam:
Una semana. Durante una semana estuve en la habitación de Félix, con él. No salí casi para nada ya que le prometí que estaría a su lado, ni siquiera fui al grupo de apoyo.
Tampoco vía a Thalia. Le envié un mensaje diciéndome que esta semana solo quería estar con Félix. Se despertaba muy poco, cada vez menos, pero yo siempre estaba ahí para él, y siempre estaría.
Una semana. Una semana fue lo que estuve a su lado.
Una semana después, Félix murió.
Yo... yo no estuve a su lado en ese momento. Félix murió a las once de la noche y nadie me dijo nada hasta la mañana siguiente, cuando fui a ver a Félix no le encontré y Mike me dio la noticia.
Fue un completo shok para mi. El funeral era al día siguiente. Yo me quedé en mi cuarto sin salir desde aquella mañana, y al día siguiente... fue uno de los peores días de mi vida.
Creo que era la primera vez que me vestía de traje, llevaba una americana y una camisa negra, al igual que los pantalones y los zapatos. Estaba esperando a que vinieran a buscarme para ir al funeral, cuando Kyle abrió la puerta. Llevaba una camisa negra y una corbata gris como los pantalones.
-¿Estas preparado?-
-No.- Me levanté.- Pero tenemos que irnos.-
Cuando llegue a la puerta del hospital, recordé que Félix y yo siempre dijimos que cruzaríamos a la vez. El hospital me había dado un permiso especial para ese día y cuando pisé la calle por primera vez, no me sentí bien, ya que sabía que iba a dar el último adiós a mi mejor amigo.
En la iglesia, antes de que empezara el funeral, todo el mundo hablaba, lloraba y se abrazaba constantemente. Vi a Vivi abrazada a Kyle al igual que Taylor y Mike, pero no les saludé. Me acerque a Félix y me quedé mirándole. Iba vestido casi como yo, sin gorra y con las gafas en el bolsillo de la chaqueta.
Félix no parecía él sin las gafas, así que las cogí de su bolsillo y se las puse. Ahora se parecía un poquito más a como era él.
-Sam.- Escuche a mis espaldas. Era mi madre.- Ven cielo, el funeral está a punto de empezar.-
No dije nada. Mi madre me agarró de los hombros y me llevo hasta nuestro sitio.
No había dicho nada desde que salí del hospital. Me sentía fatal, no paraba de pensar en todos los momentos buenos que habíamos vivido juntos.
Entonces, el cura dijo que la última voluntad de Félix era que yo tocará el piano. Me levanté de mi asiento y me acerque al piano de cola que habían puesto para mi.
Me temblaban las manos y tenía la garganta seca. ¿Como iba a tocar y cantar así? Aún así, comencé a tocar. Cante las primeras estrofas de la canción, pero empecé a llorar y tuve que parar un momento. Me lleve las manos a la cara y me sequé las lágrimas, cuando de repente sentí un par de manos en mi espalda.
-Sam...- Dijo Taylor.- Tranquilo, estamos aquí.-
-Empieza otra vez.- Dijo Vivi.
Eso hice. Comencé a tocar y a cantar de nuevo, pero ahora tenía el poyo de las chicas a mi lado.
Canté la canción hasta el final, y cuando termine levanté mis manos temblorosas del teclado mientras todos aplaudían y Vivi y Taylor volvían a su sitio, pero antes de que yo volviera, me acerque de nuevo a él.
-Adiós, Félix...- Susurre.
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Siempre a tu lado
RomanceDesde que tenia 13 años, Sam ha estado viviendo en el hospital. ¿La causa? La leucemia. Sam es leucemico desde casi los 11 años, que fue la edad a la que se lo diagnosticaron. Ahora Sam tiene 16 años y se pasa el día en su habitación del hospital, a...