Desde que tenia 13 años, Sam ha estado viviendo en el hospital. ¿La causa? La leucemia. Sam es leucemico desde casi los 11 años, que fue la edad a la que se lo diagnosticaron.
Ahora Sam tiene 16 años y se pasa el día en su habitación del hospital, a...
A la mañana siguiente, esperaba despertarme con los rayos del sol o con Amanda, pero no fue exactamente como yo esperaba. Fue mejor.
-Sam, despierta.- Dijo una dulce voz.
-Mmmm...-
-Vamos dormilón, arriba.-
-Voy...- Dije perezoso abriendo los ojos.- Thalia.- Dije sorprendido.
-Sorpresa.-
-¿Que haces aquí?- Me incorpore.
-Me he despertado un poco antes y pensé que te sorprendería verme.-
-Pues si, es una sorpresa muy agradable, si.- Sonreí.
-Me alegro.- Sonrió.-Voy un segundo al baño.-
-Esta bien.-
En el momento en el que Thalia entro en el baño, una enfermera entro a traerme el desayuno y cuando se marchó Thalia salió del baño. Fue muy gracioso.
-Que buena pinta tiene todo.- Dijo mirando mi desayuno.
-¿Quieres un poco?- Dije tras pegarle un mordiscos mi tostadas con mermelada de fresa.
-No tranquilo, ya he desayunado.-
-Más para mi.-
Desayunar en compañía de Thalia fue muy divertido, y cuando terminé, nos pusimos ha hablar cuando me acordé de algo.
-Thalia, ¿Tu podrías ayudarme con una cosa?-
-¿Otra de tus preguntas?-
-No. Es un trabajo del grupo de apoyo.-
-Muy bien, ¿De que se trata?-
-Tengo que buscar 10 razones.-
-¿10 razones para que?-
-Para decir "te quiero"- Dije un poco más bajo y poniéndome muy rojo.
-¿Para decir que? No te he oído.-
-"Te quiero".- Dije levantando la mirada.- Para decir "Te quiero".-
-Ah.- Dijo riendo y apartándose el pelo de la cara.- Pero eso es fácil.-
-¿Aun así podrías ayudarme?-
-Claro.- Sonrió.- Yo diré la primera: Te quiero por que podría pasar días escuchándote sin cansarme.-
Por un momento pensé que me lo decía enserio.
-Ala...-
-Prueba tú también, no es difícil.-
-Mmmm.... Por que eres diferente.-
-Bien, me toca. Por que no soportaría dejar de verte.-
-Por que en mi mundo no hay sol si no te tengo.-
-Por que tengo miedo a perderte.-
-Por que sin esas miradas nada sería igual.-
-Por que todos los días me despierto pensando en ti.-
-Por que me das fuerza para seguir adelante.-
-Por que eres diferente.-
-Por que eres el motivo de mi alegría.- Dije sonriendo.
Ninguno dijo nada más. Yo había dicho todo aquello completamente enserio, pero ella... no tuve valor a preguntárselo.
-¿Te basta con esas?-
-Yo creo que si.-
-Me alegro.-
Entonces, Thalia miro hacia un lado y miro a mi álbum de fotos, lo cogió y lo levanto hacia mi.
-¿Me dejas?-
-Si no lo hago no me dejaras en paz, ¿Verdad?-
-No.-
-Esta bien...-
-¡Gracias!-
Thalia abrió el álbum y empezó a pasar las páginas hasta que se paró en una que al parecer le hizo gracia por que no paraba de reírse.
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-Madre mía, Sam.-Dijo entre risas.- Eras monísimo de pequeño. ¿Pero por que tenías el pelo rojo?-
-Esa es una larga historia.-
-Mi autobús sale en media hora. Tengo tiempo.-
-Era la primera vez que me daban quimioterapia, y se me callo el pelo. La impresión al verme calvo fue tan grande, que le dije a mi madre que quería ponerme peluca hasta que volviera a crecerme.-
-¿Y por que tenía que ser roja?-
-Por que el rojo es mi color favorito.- Volvió a reírse.- No te rías de mí.-
-No me rió.- Dijo aguantando la risa.
-Si, ya. Suficientes fotos por hoy.- Dije quitándole el álbum.
-¡Eh!-
-Te dejaré ver más fotos otro día.- Dije señalando al reloj.
-¡Que tarde es!- Dijo levantándose.- Creí que tenía más tiempo, pero no. Tengo que irme.-
-Tranquila.-
-Nos vemos, Sam.- Dijo antes de salir corriendo por la puerta.
