🌊Capítulo 3🌊

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De repente despertó y sus sueños diluidos

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De repente despertó y sus sueños diluidos

entre azules y el olvido

de repente despertó  encontrando a su sirena recostada

en la arena.

🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊🌊

Y acía un joven rubio de hermosos ojos azules a la orilla del mar.

 Las olas comenzaban a aproximarse más a él y rozaron suavemente la planta de sus pies, su respiración estaba entrecortada y su pecho subía y bajaba ferozmente haciendo que todo su cuerpo temblase de forma escalofriante.

De nuevo aquella enfermedad volvía a atormentarlo, había vuelto para llevarse su vida por fin.

 Su mano sangraba, aquel líquido escarlata salía a borbotones de su muñeca; aquel era su infernal problema que llevaba atormentándolo desde los seis años. Una infección en el bazo provocó que un médico tuviera que extirpárselo y por lo tanto todo su cuerpo quedó expuesto a cualquier roce, aquel órgano era el encargado de controlar toda la sangre que fluía por sus venas y ya no estaba.

 Aquel era su problema, cada vez que se hacía una pequeña herida en cualquier parte de su cuerpo debía de buscar un médico con urgencia para cerrarle la herida rápidamente.

 Sin embargo, en aquel momento no tenía a nadie, se había escapado del castillo y en un acto de desesperación había cortado su muñeca izquierda con el cristal de una botella rota.

  —¡¡Qué alguien me ayude!!—Gritaba el chico desesperado mientras la fina arena era teñida por su propia sangre—¡¡Auxilio!!

 Nadie lo escuchaba.

 A aquellas horas de la madrugada los ciudadanos no salían de sus casas por temor a ser atacados por piratas o bandidos.

 Notaba como sus ojos comenzaban a empañarse de sus propias lágrimas. No quería morir, a sus dieciséis años no podía irse sin más, tenía planeada toda una vida por delante, era el hijo mayor del Gran Rey de París, Gabriel Agreste, debía ser el elegido para heredar la corona, pero... ¿Podría ser rey un hombre que puede desangrarse con un simple arañazo?

  —Quizás mi destino sea este—Susurró el chico mirando las olas del océano—Puede que Adrien sea más fuerte que yo.

 Se puso en pié a duras penas y comenzó a caminar hacia el mar.

 Sintió como las olas cubrían sus pies y una sensación reconfortarle inundó su cuerpo, tal vez no fuese tan malo dejarse llevar, puede que en otro mundo su vida sea mejor.

™El Susurro De Las Olas 🌊Miraculous Ladybug🌊 #PremiosLadybugTLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora