™El Susurro De Las Olas 🌊Miraculous Ladybug🌊 #PremiosLadybugTLE

🌊Capítulo 18🌊

"Preferiría morir antes causarle daño"

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 Parpadeó varias veces, algo atónico y se aclaró la garganta al notarla seca a causa de su profunda ensoñación.

  —Marinette... ¿Qué estás haciendo?—Refunfuñó algo malhumorado, si había algo que detestase era que lo despertasen temprano—No puedes estar aquí, no pueden verte entrar a mi habitación.

 Los sollozos de la joven comenzaron ha hacerse más fuertes hasta volverse un llanto aún más desgarrador.

 Sus ojos verdes se abrieron de golpe e instintivamente se levantó de la cama y se acercó a ella.

  —Ey...—Susurró el rubio, la tomó de ambas mejillas y se agachó a su altura—¿Y eso? ¿Por qué estás llorando?—Limpió con su pulgar una pequeña lágrima y después la atrajo hacia él rodeándola con sus brazos.

 La joven chocó con el torso desnudo de Adrien y sintió sus mejillas arder, sin embargo sus ojos aún seguían siendo víctimas de la tristeza.

 Adrien sintió el cuerpo de la joven empapado por el sudor, sin duda algo malo había tenido que ocurrirle para que ella se encontrase en aquel estado. Frunció el ceño y la imagen de su hermano Félix le vino a la mente.

  —¿Qué te ha hecho?—Gruñó Adrien con malestar, separó a la azabache levemente de él y la miró a los ojos—Marinette, ¿Qué te ha hecho Félix?—La miró por todos lados intentado verle algún rasguño.

 La sirena negó varias veces y con su cabeza y bajó la mirada.

  —Solo he tenido una pesadilla—Aseguró la joven y de un momento a otro sintió de nuevo sus ojos cristalizarse. Adrien soltó un pequeño suspiro y se llevó una mano a sus cabellos rubios alborotándolos levemente—Tengo miedo Adrien.

 El joven príncipe la miró de reojo y sonrió levemente.

  —Un día de estos vas a matarme—Dijo el rubio soltando un pequeño suspiro, aunque la sonrisa era evidente en sus labios—Venga ¿A qué esperas? Vas a coger frío si sigues ahí parada.

 El chico caminó hacia su cama seguido de la azabache y se recostó en la cama, Marinette lo miró algo tímida intentando no deslizar su mirada al pecho de Adrien, pues parecía que dormía sin camiseta.

 Se tumbó al otro lado de la cama y aún esquivando el rostro del chico se acurrucó junto a él, tomó con una de sus manos el dedo meñique de Adrien y este último la miró extrañado.

  —Solo no digas nada ¿vale?—Pidió ella ocultando su rostro en la almohada. 

 Adrien sonrió para él mismo, quedó pensativo durante unas décimas de segundo y acto seguido tomó a la joven por la cintura y la atrajo hacia él rodándola con sus fuertes brazos. Marinette sintió su corazón palpitar con fuerza y los ojos se le salían de sus órbitas, quedó prácticamente petrificada, pero, se sentía protegida, el cuerpo de Adrien la recontaba y se le hacía agradable. Depositó su cabeza sobre el hombro de él y cerró los ojos.

  —Será nuestro secreto—Respondió Adrien y besó con delicadeza la cabeza de su hermosa sirena.

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 No podía soportarlo más. Toda esa carga todo el trabajo que se le echaba encima era doloroso y desesperante.

 La joven de ondulados cabellos castaños corría a toda prisa, escapando del castillo que había comenzado a convertirse en una condenada prisión.