™El Susurro De Las Olas 🌊Miraculous Ladybug🌊 #PremiosLadybugTLE

🌊Capítulo 17🌊

Sé que soñaste mil veces con otro mundo

Quizás con más suerte

Y hoy solo ves dolor ,solo una ilusión de ti

Sé que el esfuerzo es en vano

Que como el agua se escapa en tus manos

Pero aun te quedo yo, late el corazón por ti

Pastora Soler: Te despertaré

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Adrien y Marinette corrían por los pasillos de gran palacio como dos fugitivos perseguidos por la corona. Miraban a todos lados y se escondían cuando alguna persona se acercaba a ellos. No habían hecho nada malo, pero no era correcto que el futuro rey de París regresara a sus aposentos a aquellas altas horas de la noche y menos con una joven semidesnuda junto a él.

  —Cuidado—Murmuró Adrien tomando a la azabache de la mano y ocultándola en la esquina de un pasillo. 

 Justo cuando alcanzaron a ocultarse, dos guardas aparecieron justo a su lado sin apenas percatarse de la presencia de ambos jóvenes. Sentían sus respiraciones muy cerca, estaban a apenas unos centímetros pues el lugar donde se encontraban era de apenas un metro. Adrien sentía el pecho de Marinette subir y bajar sobre el suyo y finalmente no evitaron cruzar sus miradas. La azabache instintivamente entre abrió sus labios y Adrien lo adoptó como una invitación para saborear aquellos dulces labios que  tanto le gustaban. 

 Marinette comenzó a sentirse nerviosa y sin saber muy bien el por qué, torció su rostro hacia un lado impidiendo aquel beso cuyos destinatarios serían sus labios, Adrien sintió sus mejillas arder y sintió una pequeña pizca de humillación correr por todo su cuerpo, se aclaró la garganta levemente, intentando así disimular su "casi hazaña" y miró hacia otro lado aparentemente incómodo.

  —Yo... lo siento...—se disculpó ella aún con su cabeza torcida.

  —Mejor vámonos ¿Vale?—Notaba su propia voz ronca y quizás sonó un tanto molesta.

 La joven asintió con nerviosismo e intentó salir de aquel minúsculo espacio, pero las estrechuras eran tales que  no eran capaces de salir, estaban encajados en aquel pequeño rincón y por más que forcejeaban no parecían llegar a ningún lado.

  —Oye ¿Qué haces?—Preguntó Adrien malhumorado sintiendo como la joven sirena lo pateaba y le clavaba los codos intentando así liberarse.

  —¿Es que no me ves?—Refunfuñó—Intento salir de aquí antes de que nos de un golpe de ca...—No logró terminar la frase pues una vez que consiguió escapar de aquel enredo tropezó con un de sus pies y perdió el equilibrio. Se agarró al cuello de Adrien este último soltó una pequeña maldición y se desplomó en el suelo junto con la azabache.

 Marinette cayó encima de él y sus miradas chocaron de golpe, sus expresiones quedaron completamente serias y sentían sus respiraciones entrecortarse, sin embargo Marinette no pudo evitar soltar una pequeña carcajada ante aquella situación, Adrien sonrió levemente aunque finalmente las risotadas de la azabache se le contagiaron.

 Sus risotadas hicieron eco por todos los pasillos pues a aquellas horas de la madrugada el castillo estaba en completo silencio, especialmente esa noche, la misma en la que el rey había fallecido.

 Escucharon un pequeño carraspeo junto a ellos, el de ojos esmeralda alzó su mirada y se encontró con Félix que visto desde aquel ángulo se veía bastante cómico, al verlo así Adrien estalló aún más en sonoras carcajadas.