🌊Capítulo 16🌊

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Espero y espero sin ver el momento,

de estar junto a ti decirte lo que siento,

se juntan los días, las noches, los sueños,

si en mi corazón se enredan los deseos.

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Sus ojos derraban lágrimas rebeldes que recorrían sus rojizas mejillas hasta desembocar en las comisuras de sus labios.

La joven corría con todas sus fuerzas, notaba sus pies flaquear y estuvo a punto de tropezar varias veces, sin embargo no se detuvo, no podía hacerlo. Tenía que alejarse de aquel lugar lo antes posible, no podía permanecer más al lado de Adrien.

¿Cómo había podido estar tan ciega? ¿Cómo podía haber confiado en él? Después de todo, desde un principio Adrien siempre la había tratado con desprecio y asquedad.

La imagen de la mujer de sus sueños golpeó su cabeza de golpe, la azabache se llevó ambas manos a sus cabellos y cerró los ojos con fuerza intentando quitársela de la cabeza.

 Pero no podía. Por más que lo intentaba el rostro de aquella extraña mujer se acercaba más a ella con más claridad y resplandor.

  "¿Bridguette?"

 Un pequeño pinchado retumbó en su cabeza, Marinette cayó de rodillas en el extremos de la gran pasarela de madera del puerto.

  Miró al mar, su casa, su vida, su más preciado tesoro.

  —Adrien...—Susurraba la joven una y otra vez con el corazón hecho mil pedazos—Adrien... Adrien mi amor... ¡¿Por qué?! ¡Maldita sea! ¡¿Por qué?!

 Lloró con más fuerza se cubría su rostro con ambas manos. Se sentía partida en dos, finalmente había caído, se había enamorado de aquel cretino que desde un principio la había dañado y hecho sentir un completo desperdicio.

 Se miró su reflejo en el agua azul del mar y sintió repugnancia al verse. Hizo un pequeño puchero y hundió su rostro en sus rodillas.

   —Pobrecita...—Susurró una voz apagada frente a ella—Pobre criaturita...

 Marinette alzó su rostro algo atemorizada y miró a todos lados.

   —¿Quién anda ahí? ¿Quién es?—Preguntó ella con la voz algo sofocada.

   —Si mi rostro quieres ver acercarte has de hacer.

 La joven frunció el ceño ante aquel juego de palabras. Con algo de desconfianza gateaó hacia la orilla de la pasarela del puerto y miró hacia el agua. Frunció el ceño al no ver nada, sin emabargo justo cuando iba a retirarse, la cabeza de lo que parecía ser una sirena apareció de golpe.

 La joven soltó un pequeño gritito y se apartó insintivamente.

   —No, no, no. No grites y no temas  nada pequeña, soy una sirena ¿Lo ves?—Alzó su cola de sirena para que Marinette pudiese verla.

   —¿Q-Quien eres?—Preguntó la azabache manteniendo las distancias, puede que aquella mujer fuese una sirena, pero una cuyas apariencias no le daban buenas vibraciones.

   —Soy Lila, Lila Rossi ¿Acaso tú madre no te habló de mí?—Inquirió la sirena con una sonrisa retorcida.

  Marinette retrocedió aún más al escuchar ese nombre, era cierto, su madre le había contado muchas cosas acerca de esa sirena.

™El Susurro De Las Olas 🌊Miraculous Ladybug🌊 #PremiosLadybugTLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora