🌊Capitulo 39🌊

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 Los golpes no eran más que meros reflejos e imágenes borrosas que se difuminaban unas con otras

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 Los golpes no eran más que meros reflejos e imágenes borrosas que se difuminaban unas con otras. Un impacto tras otro, lo hacían perder cada vez más la conciencia. Ya no sentía nada, el dolor ya era una ilusión, sabía que podía perder la conciencia en cualquier momento.

 Pero aquel calvario no tenía comparación con el dolor que amordazaba su corazón, ahora que ella se había ido cualquier otro golpe lo aliviaría.

 Sentía como le costaba abrir el ojo derecho, adivinando así que este debía estar amoratado, un sabor metálico inundo sus papilas gustativas cuando se mordió el labio inferior, cual estaba partido y chorreando sangre escarlata. 

  —¡Larga vida al rey!—gritó una voz burlesca al fondo. 

 Liberaron sus brazos y lo empujaron fuertemente para que cayese al suelo. 

  —Venga "alteza" ¿Por qué no se levanta y  lucha? ¿Es que no sabe defenderse sin sus guardias?—canturreó otro. 

 Adrien intentó mirar hacia arriba y reconocer a las personas que estaban humillándolo, pero sus ojos eran incapaces de permanecer más de un segundo abiertos. 

  —Póngase en pié—lo agarraron de la camisa con brusquedad y lo obligaron a levantarse, tropezó levemente hacia delante y estuvo a punto de caer nuevamente si no se agarraba a la barandilla de madera de la pasarela del puerto, un hombre corpulento, y de piel magullada lo miraba con burla, se colocó delante de él—venga, golpeéme, le doy ventaja, de usted el primer movimiento—se crujió los dedos—me encantará partirle los huesos al traidor que nos ha dejado en la ruina. 

 Adrien lo miró directamente a los ojos, consiguió formar una mueca de desagrado, aún así no fue capaz de golpear a un tipo que no le había hecho nada, no quería más peleas, no quería seguir empeorando las cosas. 

  —¡Claro! Le da miedo enfrentarse a los demás sin su pelotón de guardia, ¡¿dónde quedó la valentía cuando quemó nuestra cosecha?! ¡¿Eh?!—el hombre le dio un empujón a Adrien y este tropezó hacia atrás, aún así logró mantenerse en pie—¡¡¿¿Dónde quedó todo eso??!!—en esta ocasión aquel tipo levantó su mano para golpearlo. 

 Adrien no lo soportó más, no podía seguir consintiendo que lo mancillaran más, levantó también su brazo y agarró el del hombretón, después lo miró a los ojos y con un limpio movimiento le devolvió el golpe siendo ahora él quien cayese al suelo. 

  —Aquí—dijo Adrien mirándolo desde arriba—aquí saco la poca valentía que me queda para demostrar, a todo París que soy inocente, para decir a todo el mundo que nunca, jamás haría algo que pudiera perjudicar a mi pueblo, el lugar por el mi padre trabajó tanto para sacarlo adelante, y no voy a ser yo quien lo destruya—miró al tipo tirado en el suelo quien se masageaba la zona golpeada sin quitarle los ojos de encima. 

 Todos los allí presentes se miraron unos a otro murmurando y diciendo comentarios en viz alta. 

   —Por favor Adrien—dijo Félix—yo sé hasta donde eres capaz de llegar por proteger a esa mujer, la amas tanto que serías capaz de remover cielo y tierra para encontrar a los culpables que la mantuvieron cautiva, sería capaz de sacrificar muchos inocentes. 

™El Susurro De Las Olas 🌊Miraculous Ladybug🌊 #PremiosLadybugTLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora