🌊Capítulo 37🌊

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Notre Dame era la fachada principal y la de mayor monumentalidad de todo París

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Notre Dame era la fachada principal y la de mayor monumentalidad de todo París. Su riqueza en detalles era hermosa, y todos los parisinos se quedaban contemplándola durante unos segundos para contemplar su esplendor. Las esculturas perfectas eran de santos, de la virgen y del mismo Dios a quien tanto alababan. 

 Las tres puertas de la iglesia estaban abiertas de par en par para que no se agolpasen las masas de personas: La puerta del lado norte o también llamada puerta de la virgen, la puerta central por la cual Adrien había entrado se llamaba puerta del juicio final ¿Irónico no? y la última puerta que era por la que entraban las personas de baja clase también llamada Puerta de Santa Ana.

 Todo estaba abarrotado no había ni un solo asiento libre e incluso había decenas de personas de pie y los más tardones tuvieron que esperar afuera y asomarse entre la multitud.

 Adrien miró a la cúpula de llamativos cristales que conformaban la imagen de la virgen María y volvió a rezar pidiendo a Dios que lo ayudase en aquel paso. El coro real comenzó a cantar y el acordeón hizo su primer sonido cuando la novia, Chloe Bourgeois vestida de blanco irrumpió en la iglesia por la misma puerta que él, la Central por la que pasaban únicamente los miembros de la realeza.

Su vestido era despampanante y la primera reacción que tuvo Adrien al verla fue una mueca. Otros novios, los normales, llorarían al ver a su amada vestida de blanco, él por el contrario lloraba pero no de emoción sino de lamentación por el horrible futuro que le esperaba, aunque al menos resultó un gesto falsamente conmovedor para los invitados.

 André Bourgeois entregó con orgullo a su hija al futuro rey pero antes de ello la abrazó con fuerza. Adrien la tomó del brazo y miraron al sacerdote.

  —Poneos todos en pie, hermanos—pidió el sacerdote alzando los brazos, inmediatamente todos los invitados obedecieron—y haced una reverencia ante el futuro rey.

 El sacerdote se puso de rodillas ante Adrien quien no pudo evitar sentirse incómodo, miró de reojo hacia atrás y comprobó que las cientos de personas que había tras él hacían lo mismo.

  —Hoy, es un día muy importante para todo París y todos tenemos la suerte de que este rito ceremonial pueda hacerse ante los ojos de Dios—continuó el sacerdote—y no hay nada que brille más este día que estos dos cristianos que hoy unirán sus vidas...

 El cura fue haciendo sus palabras menos audibles hasta quedar completamente silenciadas, todos los presentes comenzaron a soltar murmullos de asombro al contemplar aquello que acababa de irrumpir en la estancia.

 Mentira, aquel día si había algo que brillase más que aquellos dos novios infelices, pues lo que más resplandecían era los ojos azules de una bellísima joven vestida de un hermoso vestido rojo que la había resaltar aún más. Tanto hombres, como mujeres quedaban mudos cuando ella pasaba por su lado y sus ojos no se despegaban de ella.

™El Susurro De Las Olas 🌊Miraculous Ladybug🌊 #PremiosLadybugTLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora