Tengo que admitir que en esta semana que llevaba con Harry, me iba cautivando cada vez más, es un amigo perfecto, como de película. Entramos al patio principal de esta enorme escuela y nos acercamos a su plástica novia.
-¡Harry! –chilló Mónica devorando su boca, de nuevo. Yo rodé mis ojos y me quedé ahí parada-
-¿Por qué siempre hace eso? –me susurró un chico bastante guapo a mi lado- Soy Louis.
¿Es que acaso todos en esta escuela tenían unos ojos hermosos? Louis tenía los ojos azules más hermosos que vi en toda mi vida.
-Soy _______ -le sonreí-
-Sé quién eres linda, Harry siempre habla de ti.
-Es decir que tú sabes…-Louis me interrumpió-
-Sí, no te avergüences por eso ______, no soy un chismoso y también estaré aquí para apoyarte –le sonreí tímida- Veo que no te agrada Mónica –mencionó intentando cambiar de tema-
-Oh no, para nada –dije negando rápidamente con la cabeza-
-A mí tampoco, pero no le digas a Harry –susurró y yo reí-
-No creo que a nadie le agrade, es decir, sólo a Harry.
-Ese chico se cayó de cabeza cuando niño, ese es el problema.
Volví a reír.
-¿Y entras en el mismo año que nosotros? –preguntó-
-Sí, por suerte –coloqué un mechón de cabello detrás de mi oreja y volteé a ver a Mónica y a Harry que ahora se alejaban hacia el edificio-
-Genial, sólo te advierto que el primer día de clases es más aburrido que una clase de historia.
-Lo sé, siempre lo es –suspiré-
El timbre sonó, haciendo que Louis y yo nos levantáramos y entráramos juntos a clase. Nos tocaba literatura, por suerte estaría en esta clase con los dos chicos, pero también estaría con Mónica.
-Buenos días clase, soy el profesor Collins y seré su maestro de literatura.
El maestro comenzó a hablar y explicarnos el primer capítulo del libro. Debo admitir que siempre fui buena estudiante, ya que mis metas eran estudiar en América y mi abuela solía decirme que para poder obtener becas necesitaba salir bien. Mientras pasaba la clase, Harry me sonreía o intentaba hacerme reír en clase junto a Louis, ya que se podría decir que yo estaba un poco seria, pero Mónica tocaba el cabello de su novia y lo hacía distraerse.
-Esa chica es un asco –susurró una voz desconocida a mi lado-
-Ya lo creo –dije mientras veía a la pequeña chica que ahora me hablaba-
-¿Eres amiga de Harry? –preguntó-
-Sí –sonreí-
-¿Vives con él?
-Sí, esa es una larga historia –murmuré cabizbaja mientras la chica se acercaba a mi asiento-
-No necesitas contarme –ella negó con la cabeza comprensiva- Retomando el tema de Mónica, es una perra.
-Ni me lo digas.
-Con que ya la conoces…
-Algo así, fue a casa de Harry y yo estuve con ellos, comenzamos a ver una película y digamos que no le agradó que estuviera en casa de su noviecito.
-Harry es adorable, es guapo y trata a esa chica como una princesa, aunque no lo merezca –bufó-
-¿Te gusta?
-¿QUÉ? ¡No! –negó rápidamente haciendo un gesto con las manos-
El timbre sonó y salí junto con la chica a la cafetería. Tomamos nuestro almuerzo de primeras y nos sentamos en una mesa vacía.
-Es que hablas de él como si te gustara –reí-
-No, me gusta otro, créeme. Por cierto, soy Cristina, dime Cris –dijo con una simpática sonrisa-
-Mucho gusto Cris, soy _______. ¿Y quién es ese chico? –le di un mordisco a mi sándwich y vi como Louis, Harry y Mónica entraban a la cafetería, Louis me sonrió haciendo una seña con las manos.
-Es él, Louis, ¿lo conoces?
-Lo acabo de conocer, en realidad. Es muy guapo, pero no te preocupes, no me gusta.
-Lo sé, a ti te gusta Harry.
Casi escupo el líquido que tenía en mi boca y Cris rió. Iba a responderle pero los chicos se acercaron sin Mónica.
-Hola señoritas –mencionó Louis sentándose en la mesa-
-______, ¿qué te pareció la clase?
-Interesante, ¿y Mónica? –pregunté incrédula-
-Fue con sus amigas, ¿y tú no me presentarás a la tuya? –exclamó Harry-
-Pensé que ya se conocían.
-En realidad, sí –rió- Hola Cris.
-¿Qué hay Harry?
-Cris, tenía tiempo sin verte por aquí –mencionó Louis-
-He estado aquí todos estos años.
-¿Ah sí? No te había visto –dijo indiferente-
Cris bajó la mirada y se concentró en comer su sándwich. El resto del receso, Louis estuvo haciendo bromas junto con Harry mientras yo los observaba, pero especialmente a ese ruliento chico que, de una manera u otra, me estaba enamorando.
