NARRA _______.
-______, eres una morsa, no puedo creer que no te despiertes aún –me decía una voz, aunque no la podía diferenciar ya que me encontraba envuelta en un profundo sueño aún.
Me acurruqué en las suaves sábanas impregnadas con el olor de Harry y sonreí levemente. La molesta voz había desaparecido y yo decidí seguir durmiendo cómodamente, hasta que sentí algo frío en mi frente y me levanté de golpe.
Vi aquella rubia cabellera escabullirse por la habitación y salté de un brinco de la cama para correr detrás de mi amigo.
-¡Niall, idiota! –grité corriendo fuera de la habitación de Harry.
Harry iba de camino a mi cuarto, lo que hizo que chocara con su pecho debido a mi velocidad.
-Buenos días, ________ -me regaló una hermosa sonrisa y besó la punta de mi nariz.
Ensanché una sonrisa y me aferré a su cuerpo en un abrazo que él respondió.
-¿Por qué estás mojada? –me dijo separándose.
-Niall –rodé los ojos y lo vi escondido detrás del cuerpo de Zayn, quien desayunaba tranquilamente en la mesa mientras veía su celular- Me despertó tirando agua en mi cabeza.
Harry rió.
-Le dije que te despertara, pero no de esta manera –sonrió e intentó dirigirse a su habitación pero yo lo detuve tomando su brazo- ¿Qué pasa?
Robé un corto beso de sus labios y le sonreí tímida.
-Faltó eso –susurré y corrí hasta la sala- ¡No creas que me olvidé de ti, rubio mal teñido!
-¡Deja de decir eso! –exclamó y yo solté una carcajada.
Niall comenzó a correr por todo el apartamento y yo lo perseguía, tropezando varias veces con el sofá que había. Zayn nos miraba desde la mesa mientras continuaba comiendo su cereal y mandando mensajes, aunque de vez en cuando soltaba una carcajada.
-Buenos días –vociferó la voz de Liam entrando al departamento y cerrando la puerta tras de sí mientras nos veía confundido. Iba acompañado de una chica, y de inmediato supe que era Tiffany al reconocerla de la plaza.
Que Liam entrara hizo distraer a Niall, así que aproveché el momento para lanzarme sobre él y morder su oreja.
-¿Acabas de morder mi oreja? –dijo soltando una carcajada.
-No sé me ocurrió nada mejor.
-Creí que me lamerías o algo así –frunció el ceño e intentó quitarme de encima- ¡Aléjate, tienes aliento matutino Williams!
Reí abiertamente y me separé de Niall, ayudándolo a levantarse del sofá al que lo había lanzado.
Me había olvidado completamente de la presencia de Tiffany y de Liam, así que al verlos, me sonrojé demasiado.
-¡______! Es un gusto, de verdad que lo es –me dijo la chica con una sonrisa amplia y cálida, hasta asustaba.
-Igualmente, he escuchado mucho de ti –respondí con mi mejor sonrisa.
-¡Ni te imaginas lo mucho que yo he escuchado sobre ti! –guiñó un ojo y yo mordí mi labio inferior, reprimiendo una sonrisa.
Era una chica normal, no era hermosa, ni tampoco fea, era normal. Tenía la piel tostada y los ojos del mismo color que los de Liam; su cabello era corto, por encima de los hombros y de color café muy oscuro; su nariz era pequeña y afilada. Era más baja que yo por unos centímetros, pero al lado de Liam se veía muy pequeña, aunque también me sucedía lo mismo, debido a la gran altura del castaño.
