Capitulo 34

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-¡No lo haré! –exclamó Gemma algo eufórica desde la cocina, se encontraba ahí platicando con Nathan.

Desde que me fui de casa, Gemma y Nathan me visitan todos los días a casa de Cris. Y a ella le encanta. Siempre se la pasaba en casa de los Styles cuando vivía ahí por lo que tenerlos cerca ya es una costumbre.

Estaba sentada en el sofá terciopelo rosa de mi habitación, cubierta con una manta y leyendo uno de los libros que Cris me había regalado en Navidad. La época de lluvia estaba por comenzar, haciendo que la humedad se abriera paso en el clima y consigo, las frescas tardes que tanto adoraba. Cris se encontraba en mi cama escribiendo en la computadora, como les dije, quiere ser escritora y se la pasa escribiendo quién sabe qué cosas en su computadora. 

“Para dar grandes pasos tienes que comenzar con unos pequeños” –solía repetir ella cada vez que le cuestionaban algo sobre su escritura.

-Iré a ver qué ocurre con Gemma –vociferé poniendo un pie en el piso de madera de la habitación.

Ella asintió sin despegar la vista del computador.

En la sala me conseguí con una Gemma de ceño fruncido viendo el televisor y a Nathan sentado en la barra de la cocina. Notoriamente, habían discutido.

-¿Qué pasó? –dije obviando la discusión.

-Nathan quiere comenzar a organizar los preparativos para la boda.

-¿Y eso qué tiene de malo?

-No lo haré sin Harry –farfulló acomodándose en el sofá.

Suspiré y me dirigí a la cocina, dándole una palmadita a Nathan en la espalda.

-¿Les gustaría un chocolate caliente? –les pregunté tan solo para ablandar las cosas.

Gemma asintió.

-No, gracias –dijo Nathan.

-¿Podrías preguntarle a Cris si quiere? –especulé dirigiéndome a Gemma.

Ella se levantó del sofá y fue hacia donde Cris.

-¡Sí quiere! –escuché que decía desde la habitación.

Coloqué en una olla algo de leche y trozos de chocolate de taza a fuego bajo. Louis siempre se aseguraba de comprarme ese chocolate para esta época o para el invierno, ya que adoraba hacer chocolate caliente para el frío. 

Louis ha sido en estos meses una persona completamente inigualable. Cada vez que podía, me sorprendía con detalles, una rosa, una pulsera, chocolates o mi helado favorito. Me encantaba que me consintiera tanto, me sentía muy feliz de poder estar a su lado y de sentirme querida. Pero lo mejor de todo, es que yo lo quería. Lo quería demasiado.

¿Harry? Sí, su recuerdo aún me duele tomando en cuenta que desde hace dos meses que se fue, no sé absolutamente nada de él. Gemma pretende no estar afectada pero todos sabemos que le duele como una puñalada en el estómago. Lo de aquel beso ya no perturbaba mis pensamientos, es decir, seguía sintiéndome culpable pero ya no era como antes. Sabía perfectamente que fue algo indiferente no sólo para mí, sino también para Harry, por lo tanto no le daba mucha importancia. Sin embargo, aún no tenía el valor suficiente para decirle a Louis, sólo espero que algún día deje de ser tan cobarde y enfrentarme a ese tormento. 

-Aquí tienes, Gemma –dije extendiéndole la taza con sumo cuidado. 

-Huele delicioso –avisó Cris entrando a la sala y yo le extendí su taza.

-Gracias –murmuré- Ahora hablemos, Gemma.

-¿Qué cosa?

-Hacer los preparativos de la boda no quiere decir que se van a casar el próximo mes. Sería una buena idea si comienzan a hacerlos, es decir, ¿no querrás dejarlo todo a último momento?

My hero (Creditos : Isa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora