Narra ________.
Regresamos a casa luego del almuerzo. Ni Nathan ni Harry se habían aparecido. Era de esperar que Harry no apareciera, me pregunto qué estará haciendo Nathan.
Apenas llegamos a casa, Gemma y yo comenzamos a cocinar. Me dediqué especialmente a rellenar el pavo y adobarlo lo suficiente, mientras Gemma preparaba un puré de papas. Cuando puse el pavo en el horno, me dediqué a preparar una ensalada de tomate, lechuga, rábano y un poco de cebolla. Algo simple, a decir verdad. Luego, entre Gemma y yo, preparamos el postre. Habíamos comprado helado de caramelo, lo pusimos en una copa y lo adornamos con sirope de chocolate, melocotones y crema. Lo guardamos en la nevera para que el helado no se derritiera.
Ya se acercaba la hora de la cena. Nathan había aparecido y me había traído mi helado, además de que le trajo un enorme ramo de rosas rojas a Gemma.
Subí a cambiarme y arreglarme un poco. Me vestí con un vestido rojo con mangas cortas. Era ajustado y un poco corto, además de sencillo, pero me encantaba. Me calcé los tacones que Gemma me había regalado y me puse un collar negro corto y unos aretes a juego. Mi pelo no era tan liso, ni tan ondulado, así que decidí en remarcarme un poco las ondas con la máquina. Me maquillé con un labial rojo no tan fuerte, sombra de ojos dorada y rímel en mis pestañas. Estuve lista en cerca de una hora o tal vez un poco más. Bajé y sólo vi a Nathan, quien lucía un poco extraño, así que me senté a su lado.
-¿Harry ya llegó? –le pregunté.
-Aquí estoy –susurró cerrando la puerta.
Asentí.
Él se fue directo a su habitación, seguía de mal humor pero traté de no darle mucha importancia.
-Qué hermosa te ves, _____ -dijo Nathan abrazándome.
-Y tú te ves muy apuesto –sonreí- ¿Estás bien? Te noto extraño.
-Oh claro que estoy bien, es sólo que te dejé aquí preparando la comida, no sé si le has puesto algo…
-¡Nathan! –reí- Ya vuelvo, tengo que ir al baño.
Estando ahí, el timbre sonó, y escuché que Nathan abrió. Louis y Cris habían llegado. Lavé mis manos y salí del baño.
-¡Hola, chicos! –dije y besé a Louis, luego abracé a Cris y besé su mejilla- Cris, te ves hermosa.
Y era verdad, ella traía un vestido turquesa corto, unos tacones negros y altos con su cabello negro suelto y liso. Además, en él se había colocado una diadema plateada, que hacía juego con sus aretes.
-Gracias, ______. ¡Y tú ni hablar!
-Sí, te ves hermosa, ______ -susurró Louis.
-Gracias –sonreí.
Gemma bajó las escaleras. Ella optó por ponerse un sencillo vestido negro corto, no era ajustado. Usaba unos tacones altos beige y planchó su cabello. Tenía puestos algunos accesorios dorados bastante delicados, se veía muy bien.
Nathan besó sus labios y luego ella saludó a los chicos.
-Huele delicioso –musitó Cris.
Escuché los pasos de Harry en la escalera, venía serio y ni siquiera saludó a los chicos, sólo se dirigió a la cocina a beber agua. Sentí un nudo en la garganta, nunca hubiera imaginado que Harry llegara a ser tan frío.
“Guarda silencio. Tú sólo eres alguien invitada aquí, no tienes derecho de entrometerte”
Intentaba que esas palabras no me afectaran, pero cada vez que lo veía a él, ellas venían a mi mente.
