Hoy ya era jueves, había un hermoso día soleado. Me desperté temprano y me metí a la ducha, no era de esas chicas que se tardan mucho ya que cuando me bañaba en casa, Nathan apagaba el calentador del agua dejándome con el agua completamente helada por lo que me acostumbré a ducharme rápidamente.
Cuando salí, me puse unos shorts de mezclilla y una camiseta negra holgada con el logo de Starbucks en el medio. Me calcé unas sandalias de color verde oscuro y me puse una delicada diadema blanca en el cabello. Revisé el reloj de pared que había en mi habitación, eran las 7:30 a.m. por lo que tendría que apresurarme ya que en treinta minutos comenzaba la escuela.
Bajé las escaleras ya con mi mochila en la espalda, iba apresurada. Al bajar divisé a Harry desayunando en el comedor, solo.
-¡______! Pensé que no te levantarías nunca, ya iba a ir por ti, vamos, come. No queda mucho tiempo.
-Creo que paso, sabes lo lenta que soy desayunando, no llegaremos nunca –mencioné mientras me sentaba en el sofá de la sala.
-Hey, tienes que comer. Mira lo delgada que estás –susurró en mi oído.
¿En qué momento se había sentado a mi lado? Volteé mi rostro hacia el suyo para encontrarme con sus ojos, no me cansaré de decirlo: Harry tiene unos ojos verdes absolutamente perfectos. Él me observaba directamente a los ojos, mientras yo sentía un zoológico en el estómago, algo que sólo él podía hacerme sentir. Nuestras respiraciones se mezclaban y yo podía sentir su fresco aliento justo en mi rostro, estuvimos así por unos segundos hasta que nos percatamos de la cercanía de nuestros rostros y en un movimiento rápido, nos separamos. Harry se levantó rápidamente del sillón, salió por la puerta y optó por esperarme en el auto.
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Narra Harry.
El transcurso hacia la escuela fue en silencio. _____ observaba hacia la ventana con la mirada clavada en el asfalto de la calle, yo seguía algo incómodo por lo sucedido hace un rato atrás, supongo que ella igual, aunque no haya ocurrido absolutamente nada, pero mi preocupación era averiguar por qué sus ojos me hipnotizaron de esa manera. No cabe duda de que esa chica tiene unos ojos hermosos, sin embargo, he visto a millones de chicas con ojos iguales o tal vez más lindos, pero sólo los de ella me habían hecho sentir tan… bien.
Al llegar a la escuela, entrelacé mi brazo con el de _____, como se darán cuenta lo hacía muy a menudo. _____ frunció el ceño y me miró. Yo le esbocé una pequeña sonrisa. Ni siquiera me preocupé por buscar a Mónica mientras continuaba mi camino junto con _____ al patio de la escuela. Luego de acercarnos, ella soltó su brazo de mi agarre al ver a Louis en el patio, por lo que corrió hasta él y lo saludó. Sentí algo como un vacío en el estómago con el acto que ____ acababa de hacer, aunque no sé exactamente que era. Me fui acercando hacia los chicos, un poco incómodo, cuando de repente sentí un peso extra encima y luego caí al suelo.
-¿Mónica? Te estaba buscando, linda –le dije mintiendo.
Louis y _____ voltearon a mirarnos. Él hizo una mueca intentando preguntarse por qué Mónica estaba encima de mí, yo sólo levanté mis hombros confundido y le sonreí, luego él rió.
-¿Ah sí? Pues ya ibas donde tu amiguita esa, no a buscarme querido –dijo con una falsa sonrisa.
-Mónica, deja tus celos de una vez por todas, ¿qué ocurre contigo? –musité molesto.
-¿Quieres saber qué ocurre conmigo? –exclamó- ¡Que tú, Styles, prefieres a esa perra que a mí!
-¡¿Cómo le dijiste?! –pregunté enfadado.
