-¿Por qué preguntas eso, Harry?
Le respondí con otra pregunta para evadir el tema, no le diría a Harry que odio a su novia, la cual lo besa todos los días y tiene al chico más perfecto que he podido ver, a sus pies.
¿Qué estoy diciendo?
-No, nada. Olvídalo, _____-dijo torciendo la boca- creo que me iré a dormir.
Harry intentó levantarse del sofá y yo tomé su mano para evitar que se fuera.
-¿Qué te ocurre? –pregunté.
Él observó hacia donde estaba mi mano, suspiró y volvió a sentarse en el mismo lugar que había abandonado.
-¿Te gusta alguien, _____? No tienes que decirme quién, sólo quiero saber –musitó increíblemente rápido.
¿Qué mierda le pasaba a este chico? ¿Por qué de pronto me hacía estas preguntas? Una vez más me atreví a mirarlo, ¿acaso Harry me gustaba? ¿Eso era lo que yo sentía? Diablos, odio a Harry por hacerme este tipo de preguntas, ¿me gusta Harry? Sus ojos se veían suplicantes, esperando una respuesta de mi parte.
-Responde.
Su voz hizo que saliera de mis pensamientos.
-¿Por qué de pronto quieres saber eso? –dije a la defensiva.
-No lo sé, tal vez necesito saber a quién patearle el trasero.
Reí y él me sonrió.
-¿Te digo algo? Sí, sí me gusta alguien.
-¿Lo conozco? –dijo curioso mientras sus ojos brillaban como los de un niño pequeño.
-Sí, de eso estoy segura.
Me levanté del sofá, besé su mejilla y corrí escaleras arriba hasta mi habitación.
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-¡Vamos, _____! Se nos hará tarde –me gritaba Cris desde mi habitación mientras yo me daba los últimos retoques en el baño de la habitación.
Por fin, abrí la puerta. Hoy sería la fiesta de Louis y por alguna razón, tengo un presentimiento de que sería una gran noche. Cris me miró de arriba abajo y esbozó una gran sonrisa.
-Wow, ______. Te ves preciosa –dijo acomodándose en la cama.
-¿Tú crees? Pues gracias, no te quedas atrás –sonreí tímida.
-Harry babeará por ti esta noche, linda.
-No seas ridícula, Cris –reí- No le gusto a Harry.
-Pero a ti te trae loca, ¿no es así?
Mi risa se apagó la miré rápidamente con los ojos muy abiertos, luego suspiré.
-Sí, Cris, eso creo.
-¡Lo sabía! –exclamó mientras hacía un pequeño baile con las manos.
-¿Qué hago? Vivo con él y tengo que soportar a su irritante novia, desayuno junto a él cuando está recién levantado y veo como su rostro se ve tierno por las mañanas –sonreí de medio lado y me reí por mi comentario.
Cris suspiró.
-Te entiendo, ______.
Escuché unos delicados golpecitos en la puerta y luego vi cómo se abría lentamente.
-Pasa ya, Harry –terminé de decir.
Escuché su risita y luego entró para luego detenerse en seco a la mitad de la habitación y echar un vistazo a mi atuendo.
