¿Quieren saber cómo estaba yo? Atónita, realmente impactada. Harry no había olvidado el beso… nuestro beso. Sentía como si mi corazón quisiera salirse de mi pecho mientras Harry se aproximaba cada vez más a mí; él estaba a punto de besarme. No lo detuve. Me acerqué a él un poco más y cerré mis ojos hasta que sentí sus dulces labios pegarse de los míos. Tal y como la noche anterior, sentía que él y yo éramos una sola persona, sentía que la gente a mi alrededor no existía, como si fuéramos él y yo los únicos en el mundo. Las mariposas en mi estómago, claro estaba que no podía faltar. Harry puso una mano en mi mejilla y profundizó aún más el beso, aunque sin perder ese sentimiento de que nos necesitábamos.
Pasamos unos segundos más así hasta que, por falta de aire, nos separamos, aún así dejando nuestras frentes una contra la otra.
-Harry, yo de verdad pensé que…
-_____, sabía que no me dirías nada sobre el beso, pero tampoco pensé que creerías que lo olvidé. No olvidaría algo así jamás –me regaló una media sonrisa y se recostó de su silla revisando el menú.
Harry aparentaba que este beso nunca sucedió, en verdad, actuaba completamente normal y relajado. Yo lo intenté pero por el simple hecho de saber que él quiso repetir el beso, no podía mantenerme relajada.
¿Por qué me besó de nuevo? ¿Qué se supone que ocurriría ahora? Estas dos preguntas rondaban en mi cabeza mientras Harry ordenaba nuestras cenas. El camarero se fue, dejándonos de nuevo solos a nosotros dos.
-¿Por qué me besaste? –dije rápidamente.
Él me miró inmediatamente.
-¿No querías?
-Harry, ¿qué es lo que pretendes?
Dio un largo suspiro y agachó la cabeza.
-Lo lamento –musitó.
Harry cada vez me confundía más y más, ¿por qué se disculpaba? No lo entendía. Hubo un largo silencio hasta que Harry levantó su cabeza.
-______, espero que no me mal entiendas, no quiero que pienses que yo estoy jugando contigo –dijo repentinamente- Yo sólo…
-Te entiendo Harry –susurré tomando su mano.
Y era verdad, lo entendía. Por más que me doliera, él no podía olvidar a Mónica así como así.
-Gracias por entender, ______.
Sonreí. Yo por Harry sentía un millón de cosas, y a decir verdad, todo esto me dolía pero simplemente tenía que entenderlo.
La cena continuó normal y todo fue perfecto. Acordamos olvidar todo lo sucedido, y aunque sabía que él lo olvidaría, yo lo tendría presente en cada momento.
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-Harry, no sabes lo mucho que te agradezco todo lo que has hecho por mí hoy –di un suspiro y me lancé al sofá de la sala.
Él sólo rió.
-No es nada, ______. Me pone feliz que hayas pasado este día muy bien –hizo un ademán y se sentó a mi lado.
El silencio se apoderó de la sala y ya el ambiente poco a poco se volvía incómodo. Sabía que Harry quería decirme algo, estaba inquieto.
-Ya, dilo Styles –me enderecé en el sillón y lo miré fijamente.
Escuché su risita debido a lo que yo acababa de decir y me miró.
-Tú crees que…
Pero como siempre, cada vez que alguna persona intenta decirte algo importante, alguien tiene que interrumpir el momento. Curioso, ¿no es así?
