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dos → steve's

Según lo que Drake averiguó, habría una fiesta el sábado por la noche en una de las casas del barrio siguiente, que solo estaban invitados los conocidos y los amigos de los conocidos del chico que hacía la fiesta, pero dijo que podíamos colarnos, que no creía que nos descubriesen. Ashton al enterarse de eso, dijo que no era bueno hacerlo porque hasta podíamos terminar en la cárcel, pero el era un exagerado y no le dimos mucha importancia a su comentario, por lo tanto, el vendría igual.

Pero antes de toda la fiesta se venía la semana completa, faltaba martes, miércoles, jueves y viernes y todos trabajábamos hasta hartas horas de la noche. No se como haríamos para estar despiertos un sábado a la madrugada.

Empecé a odiar con mi alma mi lugar de trabajo, no solo porque estaba muy lejos de mi casa sino que el hecho de que mucha gente, en sí adolescentes, vinieran a sentarse en la mesa por horas y no dejaran de hablar. Pero al estar tan lleno era más el trabajo y por lo tanto, más plata. Prefería esto antes de estar limpiando los pelos de las señoras del piso. 

-Bienvenidos a Steve's, ¿qué les gustaría comer? - Esta frase me tiene totalmente cansado y más que cuando me alejo los clientes se burlen de mi por mi estupid0 delantal, el cual también odiaba.

-¡Meserito! - Gritó una chica de unos quince años mientras se paraba y levantaba la mano. ¿No lo dije? Soy el único empleado de mesero. Bufé y mire hacía la chica, la cual solamente rió con sus amigos y volvió al sentarse.

-Ignoren eso - Les dije a la pareja sentada en frente mío. Creo que son los únicos con un cerebro aparte de Steve, el dueño y cocinero, y yo en todo el local - ¿Me decían?

Cuando voy pasando por el pasillo que dejan las mesas, mientras recibo un par de aceitunas en la espalda, veo a un chico totalmente concentrado en su cuaderno. Me da mucha intriga porque se encuentra solo y, si mis ojos no me fallan, esta usando auriculares. Sacudo rápido mi cabeza antes que más recuerdos lleguen y me voy a toda marcha detrás del mostrador donde se encuentra la caja registradora y Ronald me mira mientras hace algunas cuentas en la calculadora.

-Esto es un completo infierno, creo que en cualquier momento me voy a volver loco - Le digo mientras paso los pedidos a la parte de atrás, donde se encuentra Steve haciendo una pizza de muzzarella. Ronald ríe y aprieta varios botones más. Por un momento creo que solo lo hace para entretenerse un rato.

-Bienvenido a mi mundo. Lo único bueno de este lugar es...

-No hay nada de bueno acá, Ron.

-El salario - Soltamos una carcajada.

Ronald me hace acordar mucho a Ron, el mejor amigo de Harry Potter. Lo más gracioso es que se llama igual y también es colorado. Steve es un hombre corpulento con un gran bigote, no se como hace tenerlo tan parejo, nunca lo vi comiéndose algún pelo. Steve y Ron eran padre e hijo, por lo tanto Steve también era pelirrojo. Me caen bastante bien, pero no los consideraría amigos.

Poso mi mirada en el chico de auriculares y me doy cuenta que no puede parar de escribir en su cuaderno y que de vez en cuando saca su celular para teclearlo y volverlo a guardar, supongo que esta cambiando de canción. Al mirar la mesa me doy cuenta que no tiene nada de nuestro menú arriba de esta y cuando Steve me pasa dos pizzas camino dejándolas en sus respectivas mesas y me acerco al chico. Tiene el pelo teñido, o por lo menos eso es lo que creo al ver su pelo, el cual es blanco y tiene una gran franja negra en medio de este. Me paro a su lado, esperando a que me note y se saque los auriculares. Con el tiempo aprendí que no se debe molestar a alguien cuando esta escuchando música o cuando esta leyendo. Al cabo de unos segundos, el se da cuenta y se saca un auricular. No le importa mucho lo que le vaya a decir, lo supongo.

-¿Vas a pedir algo?

El chico duda un rato sobre responder o no y me empieza a doler la cabeza. No puede ser que este pasando esto. Trato de disimularlo sacudiéndome el pelo y haciendo un ritmo con el pie derecho.

-¿Tenes algo que sea solo para una persona?

-Te gusta estar solo, eh. Te entiendo - Dije y saque la libreta en donde tenía que pedir todos los pedidos - Bueno, creo que podrías pedirte un cono de papas fritas o una pizza chica. No se acostumbra a que la gente venga sola.

-Siempre voy a SubWay cuando tengo que pensar. Me escapé de mi casa - Dice sincerándose y la cabeza me duele todavía más. No podía ser eso posible - Pero hoy estaba muy lleno.

-Entonces estas en el lugar menos indicado para estar solo.

-Ya veo, pero no tenía otra opción. ¿Puedo solamente consumir algo para tomar?

-Claro - Le digo y escribo la bebida en la libreta para después sonreirle e irme a una mesa en la cual me estaban llamando.

Cuando le llevo la bebida al chico de los auriculares entablo una buena conversación con él. Al parecer esta muy emocionado porque Eminem por fin vendrá a la ciudad y el ya tenía su entrada.

-¿Te gusta Eminem?

-Es uno de mis mayores ídolos, pero nadie se compara con Lil Wayne.

-Me agradas mucho, con decirme eso creo que hasta podríamos ser buenos amigos.

-Bruno Mars es uno de mis artistas favoritos, pero creo que nadie sabe que esta parte de Australia existe y por eso nadie viene.

-¡Rubio oxigenado! - Canta una chica a unas pocas mesas de distancia y los amigos se ríen.

-Tengo que seguir trabajando, pero si queres podemos seguir hablando después.

-Creo que por acá necesitan un nuevo empleado. Voy a hablar con el dueño. Soy Michael, pero prefiero que me digas Mike, si no te molesta.

-Soy Luke, llámame como quieras, salvo rubio oxigenado - El se ríe, agarra su cuaderno y su bebida y se levanta de su asiento para después dirigirse a hablar con Ronald.