Cap.8

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Nos escondimos en un portal lleno de flores. Los paparazzi pasaron de largo, sin vernos, cosa que agradecí. Aún expandíamos nuestros pechos rápidamente debido a la agitación de correr. 

-¿Se han ido?-Preguntó aún susurrando.-¿Nos podemos ir a casa? Tengo miedo, Kendall.

-Lo sé.-Suspiré- Debe ser un agobio pasear conmigo.-Negó con la cabeza riendo.

-De eso nada, es todo un placer.-Sonreí- ¿Nos vamos o qué?

-Sí, pero silenciosamente... No deben estar muy lejos.-Asintió y salimos a toda velocidad por los callejones de Wichita. Hasta que Evelyn se puso a llorar.- ¡Mierda!-Exclamé- Shh, cielo, calla.-Dije con serenidad tapándole la boca a la niña.- Shh, venga, ven a mis brazos.-Nos volvimos a esconder en un portal, esta vez, más cerca de nuestras casas. Tenía a Evelyn en mis brazos, balanceándola para que parara de llorar.

-Kendall, ¿Qué hacemos? Si salimos ahora, nos van a pillar.-Dijo Caperucita desesperada.

-No... -Dejé a la niña en el carro, sin importarme su llanto. Lo único que ahora importaba, era llegar a casa.- Corre, corre todo lo que puedas, Caperucita.-Dije y volvimos a salir a toda velocidad, gracias a Dios que no volvieron a perseguirnos.

...

-Llegamos.-Dije de un suspiro mientras Caperucita abría la puerta.

-Gracias al cielo.-Entramos y vimos a Ann mirando la televisión, en Mtv... Era cosa mía... ¿O yo era notícia?

-Ann, ¿Qué estás viendo?-Dije acercándome a ella.

-Estás saliendo por la tele, Kendall, al parecer, varios paparazzi te han visto con mi hija.- Y así era. Me centré en escuchar la notícia.

"Y el famoso Kendall Schmidt, vuelve a ser notícia en este mes. Tras hacer una gira de tres meses, ha vuelto a su lugar donde reside, Wichita, Kansas. Ya le han visto con una chica pelirroja varias veces, una cosa que la gente se pregunta, es si son más que amigos. También le han visto con dos bebés gemelos igual de pelirrojos, quién sabe, igual ya es padre. Y con esto concluye las notícias de hoy. Ampliaremos el tema más adelante"

-¿Qué? ¿Cómo?-Pregunté desesperado- ¿Todos se preguntan si soy padre? ¡Tengo diecisiéte años, por el amor de Dios! -Hablé solo.

-No es para tanto, Kendall, tendrás tiempo para explicar.-Dijo Caperucita tranquila.

-Pero no lo entiendes, es difícil ser famoso, Caperucita.-Hizo una mueca- Con sólo esto, -Junté mi dedo pulgar y el índice, casi tocándose- Puedes llegar a perder tus miles de seguidores.

-Lo sé, pero...-Suspiró- Todo ha sido culpa mía, no debí obligarte a ir por el centro de la ciudad.

-No es culpa tuya.-Dije instantáneamente y la abracé- No es culpa tuya que haya florecido la guapura en este chico.-Dije sarcásticamente señalándome a mi mismo, mientras ella me pegaba en el pecho.

-Qué gracioso.-Negó con la cabeza mientras rodaba los ojos. -Y... ¿qué vas a hacer?-Preguntó levantando la vista para encontrarse con mis ojos.

-De momento, esperar a que "Amplien el tema"-Dij haciendo comillas- En teoría los paparazzi no son legales, así que si tienen alguna foto mía ilegal, los puedo demandar.

-¿Y lo vas a hacer?-Negué con la cabeza.-¿Cómo que no?

-No puedo pequeña, -Le acaricié la mejilla- Si lo hago, mi fama se irá al garete... No es fácil ser famoso.

-Lo sé. Por eso, vas a tener más cuidado, y te vas a quedar más por tu casa o por la mía, nada de salir a pasear sin gafas de sol, ni gorro... aunque gorro llevas siempre.-Señaló mi cabeza y reí. Era verdad, me gustaba traer gorros de lana sobre mi cabeza.

-Lo que usted diga, señorita Brown.-Dije con sarcasmo y volvió a golpearme en el pecho.-Al final me dejarás marca.

-Te lo mereces...-El bebé interrumpió a Caperucita con su llanto.-Ya estamos de nuevo.-Sacudió su cabeza- Mamá, ¿Sabes que le pasa a Evelyn? Lleva todo el día llorando.-Dijo cogiendo a su hermana en brazos. Andy dormía plácidamente.

Ayudé a levantarse a Ann, la cual se acercó a la niña y le tocó el frente, para luego cogerla ella en brazos y dejarla cuidadosamente sobre el sofá. Le puso un termómetro, en unos pocos segundos, la temperatura subió a 39ºC, la pobre tenía fiebre.

-¿Quieres que llame al hospital? ¿Quieres que pida consulta?-Le pregunté a Ann, pero ella negó con la cabeza.

-Apenas tiene una semana, es normal que les suba la fiebre con tan poco tiempo. No te preocupes, pronto se recuperará.-Asentí y vi como poco a poco, la niña comenzaba a dormirse.

No es fácil ser famoso (Kendall Schmidt & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora