Cap.22

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¡Rushers! Bueno, gracias por los comentarios, y todo... Pero venía a deciros una cosa. Resulta que... bah, hoy no estoy inspirada. Jane murió el día de mi cumpleaños... ='( Y no puedo evitar sentir angustia, porque yo, sin saberlo, me lo estaba pasando de maravilla cumpliendo mis once años, (fue en 2012)  mientras ella estaba sufriendo. Y pensar que era sólo una niña... Tenía toda la vida por delante. Amé a Kendall cuando lloró cantando la canción. Descansa en paz, pequeña =(

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-Venimos a visitar a...-Logan se levantó la manga de la camiseta, donde tenía un nombre apuntado, tal vez no se acordaba.- Venimos a visitar a Fiemeyer, a Jane Fiemeyer.-Dijo algo pálido y la enfermera asintió y desapareció por los pasillos.

Nos sentamos en las sillas que estaban en la sala de espera. Habíamos hecho todo un viaje en apenas cinco horas, y estábamos esperando a poder conocerla al fin. Me moría de ganas de conocerla, a una pequeña niña que nos ama tanto como nosotros a ella. Y cumplir su sueño.

-Ay, estoy nervioso.-Dije comiendo mis uñas, como siempre lo hacía cuando no estaba bien.

-¿Nervioso? ¡Vamos a conocer a la niña, tío!-Exclamó James soltando una carcajada.- No estés nervioso, tienes que estar feliz, vas a cumplir su sueño. Y podrá descansar en paz...-El tono de voz iluminado se rebajó por completo al pronunciar la última frase.

-No lo sé, James, hay algo que no va bien.-Suspiré- Me siento extraño. Tal vez sólo sea una corazonada, pero creo que algo no va bien, simplemente, por eso estoy nervioso. No puedo evitar sentir preocupación.-Dije admitiendo la verdad. Era lo único que sentía en este momento.

-¿Por qué?-Preguntó negando con la cabeza.

-Que no lo sé, ¿Sí?-Repetí algo molesto. No sabía lo que pasaba, lo único era que no me encontraba bien.- ¿Y cuando entremos?-Dije cambiando de tema- ¿Qué le diré?-Los tres me miraron.- ¿Que no he venido antes porque tenía el móvil apagado? Es la verdad, pero queda como si no me importara...-Miré al suelo.- Y es justamente lo contrario.

-Ya te lo pensarás, aún tiene que venir la enfermera.-Completó Carlos, el cual no había dicho ni una palabra desde que habíamos bajado del avión. Saqué de mi bolsillo una hoja de mi diario para luego ponerla con las demás, tenía la necesidad de escribir. Tomé un lápiz y me giré de espaldas fingiendo que dormía para que no me vieran.

Querido diario, por fin estamos en el hospital. Vamos a conocer a Jane... Ciara tenía razón, fui un estúpido al apagar el móvil y no enterarme. Pero bueno... ahora estamos aquí y lo único que importa es hacerle cumplir el sueño a la niña llamada "Princess Warrior" del hospital. ¿Estará bien? Sólo me pregunto eso. No puedo evitar sentir un poco de angustia, no sé que me pasa. Y la verdad, cruzo los dedos para poder conocerla. ¿cómo será? ¿Rubia, morena? ¿Ojos azules, ojos marrones, ojos grises, ojos verdes? ¿Baja, alta? No tengo ni idea. Sólo sé que será hermosa, sea como sea.

...

 -¿Y bien?-Preguntó Carlos levantándose de la silla de un bote, sólo vio a la enfermera, la cual no traía buena cara.-¿Podemos pasar ya? Llevamos... -Miró su reloj de muñeca- ¡Casi diez minutos esperando!-Tampoco era tanta la espera.

-No podéis.-Dijo la enfermera con un tono frío, desconsolado y triste. ¿Por qué la tomaba con nosotros? Ya parecía una de mis hermanos.

-¿Qué?-Dijo Carlos sin poder creérselo- Oiga, a esa niña tiene sentencia de muerte con sólo ocho años, ¡No ve que se muere! Tenemos que cantarle una canción para que pueda descansar en paz, somos Big Time Rush...-Nos mostró a los tres- Y vamos a cantarle Worldwide.

-No podéis entrar.-Repitió la enfermera con cara de pocos amigos, ¿Pero por qué era tan cruel? Me levanté de la silla.

-¿Qué? ¿Usted sabe lo que dice? ¡Está diciendo que no podemos entrar a ver a una niña que se muere! ¡Tenga corazón, por favor!-Grité un poco exhausto. No me agradaba la idea de que no me dejaran entrar a ver a la niña por la cual había gastado bastante dinero con el viaje. Pero ese no era mi mayor problema. Tengo dinero de sobra, sólo quiero conocerla.- No, usted no sabe lo que dice.-Contesté a mi propia pregunta.

-No, yo sé lo que digo, VOSOTROS no sabéis lo que decís.-Nos miró despectivamente.- Primero, podríais escuchar lo que iba a decir, ¿No? Me da igual quiénes seáis, sólo necesito atención. No podéis pasar.-Negó nuevamente y me cabreé del todo.

-¿Pero por qué? ¡Qué mierda, ya, hombre! ¡Sólo deseo conocer a la niña!-Grité ahora frustado y engañado, ¡Sólo quería hacer un sueño realidad! ¿Tan difícil era ayudar un poco? La enfermera suspiró.

-Jane Fiemeyer acaba de morir hace justo una hora.-Dijo con una voz más pacífica y el mundo se me cayó encima. Me dejé caer sobre la silla.

-¿Qu-Qué?-Pregunté sin creerme lo que acababa de pasar.

No es fácil ser famoso (Kendall Schmidt & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora