-No entiendo.-Dije inocente. Dios, ¿Tanto daño les había hecho como para tratarme así?-Aún no entiendo por qué la tomáis conmigo si no tengo ninguna culpa.
-¿Dónde crees que se queda la atención?-Dijo ahora Kevin más serio.
-¿Cómo?-Pregunté yo ahora sin entenderlo nuevamente.
-Desde que naciste, tú tienes la atención de todos.-Parecía hablar serio.- Sólo por ser el "Hermano pequeño".-Hizo comillas en sus dedos.- No entiendo por qué todos te tienen tanta atención y respeto, ¿Sabes? Sólo fue suerte. Sólo fue suerte haber ganado en ese estúpido cásting, es suerte tener una buena voz. No mereces ser el más importante de la família sólo por eso.
-Pero yo no me comporto así. ¡He luchado mucho para salir a la fama!-Grité un poco desesperado.
-No... no es verdad. Todos podemos ganar con suerte.¡Si te lo acabo de decir! Todo es suerte, suerte y más suerte, no hay ningún mérito. Lo tienes todo muy fácil. Puedes comprarte lo que te dé le real gana, y si discutes con nosotros, te van a dar la razón por ser el más joven. Eres un patético imbécil...-Negó con la cabeza mientras la diversión volvía a él.
¿Tanto me odiaban? Siempre intenté ser un buen hermano a pesar de tener más cosas a mi favor. No es justo que me traten así. Aún sigo sin entenderlo.
Querido diario, hoy no estoy muy contento. Por la mañana estuvo Mel conmigo, jugando más o menos hasta las diez, que fue cuando vino su padre. Pero antes tuve una discusión con los gemelos. Simplemente, pasa lo de todos los días, ellos me insultan y yo acabo deprimido. Pero la cuestión es, ¿Por qué les hago caso? Soy Kendall Francis Schmidt German, y por más que me insulten, eso no debería afectarme. Hay millones de chicas que me adoran, y yo quedo deprimido por los imbéciles de mis hermanos. Hoy me dijeron que tengo la atención de todos y que soy la víctima porque soy el pequeño, aunque eso no sea culpa mía. Ojalá pudiera entenderlo. Se supone que si yo tengo a un hermano pequeño, aunque sea un chico, debo tratarlo con dulzura, al fin y al cabo, llevamos la misma sangre corriendo por nuestras venas. ¿Por qué la toman conmigo? ¿Tan débil parezco? Eso se acabó. Esta vez voy a devolvérselas, no quiero que piensen que sólo sé que actuar o cantar. Sé muchísimo más, por humano que fui creado.
...
-¿Dónde vas?-Preguntó mi madre observándome desde la planta de arriba.
-A comprar una harmónica, pensé que estaría bien grabar un vídeo para las fans, ya que no las veo desde hace casi un mes, y una harmónica es lo que necesito.-Aclaré la voz- Tengo una idea.-Giré mi mano despidiéndome y cerré la puerta mientras hablaba.- Hasta luego, mamá.
Caminé hasta la tienda de música, allí era donde compré mi primera guitarra, y tenía amistad con el cajero, Dustin Belt. Siempre me ayudaba con lo que podía y me recomendaba los mejores instrumentos. Allí es donde compro siempre todas las cosas que necesito para video-clips o simplemente, paso la tarde por diversión.
Entré y todas las miradas se clavaron en mí. Ahora que pienso, nunca había entrado siendo famoso, o alguna vez que entré, estaba solo. Una niña de unos doce años se acercó a mí temblando. Dudé si era por emoción, tristeza o miedo. Después de soltar un chillido ensordante, pude ver que era emoción.
-E-Eres... T-Tú... E-Eres...-Tartamudeó aún temblando. Oh Dios, que ricura. No pude evitar sonreir y le abracé. Ella comenzó a derramar lágrimas. ¿Tanto causaba mi efecto?- K-Kendall Schmidt... Tú eres Ken-Kendall Schmidt...-Se aferró más a mí. Casi me dejaba sin aliento, de tanto que me apretaba.-Mi mayor sueño siempre fue conocerte...
-¿A mí?-Pregunté sorprendido. Nunca creí que la fama me hiciera tan poderoso. Sólo era un simple chico cantante, nada más.- ¿Cómo te llamas, hermosa?-Le pregunté sonriente mientras acariciaba su cabello. Una mujer muy parecida a ella nos miraba sonriente, supongo que era su madre.
-Me llamo Jenny.-Dijo aún sin soltarme. Vaya que me provocaba emoción que alguien se aferrara tanto a mí sin apenas conocerme.-¿M-Me firmas un autógrafo?-Dijo al fin y yo asentí.-Ahí, en la camiseta.-Se dio media vuelta y con un retulador permanente, le escribí mi nombre.-Muchas gracias... Te lo agradezco de verdad...-Volvió a abrazarme y besé su mejilla. Ella se puso colorada y dio un bote hasta llegar a su madre.-Mamá, lo conseguí... conocí a Kendall...
-Fue todo un placer conocerte, Jenny.-Me despedí de ella y fui al mostrador para pedir la harmónica que necesitaba. Que subidón.
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No es fácil ser famoso (Kendall Schmidt & Tú)
Teen FictionTodos quieren llegar a cumplir su sueño. Todos dicen que es fácil ganarse un aplauso. Todos dicen que hay una posibilidad entre un millón de triunfar. ¿Y por qué tenemos que hacer caso a lo que digan los demás? ¿Por qué no cumplir nuestro sueño? Est...