¡Rushers! Quería informaros que lo de Jane es verírico, si queréis, lo ponéis en búsqueda y os saldrá. Aunque la historia me la he inventado. Oh, Dios, amo a Kendo...
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-Ciara... -Suspiré- Tenías razón. He tenido el móvil apagado todo este tiempo, ahora sólo necesito hacer unas llamadas. Nos vemos después.-Dije besando el cabello de la niña y despidiéndome de Dustin.
-¡Hey, espera! ¡Tu harmónica!-Gritó desde dentro y sólo no entré. No tenía tiempo.
-¡Ya la recogeré otro día!-Grité ahora yo y salí corriendo de la tienda. Tenía muchas cosas que hacer.
...
-¿Logan? ¿Logan?-Pregunté con la esperanza de que lo cogiera. Por fin paró de sonar el "piiiip" y noté que Logan estaba a la otra parte del teléfono.- ¡Logan, por Dios! Menos mal que lo cogiste, ¿Qué pasó todo este tiempo? ¿Quién es esa niña a la cual llaman Jane? ¿Por qué estoy involucrado dentro? ¿Dónde tenemos que ir?
-Hey, hey, para el carro, rubio.-Dijo con la voz severa- ¡Te estuve llamando todo este mes! ¿Dónde estuviste?
-Eso ya te lo contaré luego. Ahora dime que tengo que hacer, dónde tengo que ir y hasta cuando vivirá esa niña.-Dije preocupado. Era demasiado precipitado, pero era preciso en este momento.
-Mañana, Kendall. Mañana se acaba el mes, y la fecha está para mañana. -¿Qué? ¿Un día para volar a Minnesota? Eso era imposible.- Si crees que da tiempo, pido unos billetes de aviones y nos vamos a Minnesota ahora mismo, en el menor tiempo posible. Si crees que no da tiempo... Lo dejamos pasar y le hablamos por una webCam.-Dijo un poco desanimado. Pero yo estaba listo para partir ahora mismo de Kansas.
-Vamos ahora. En dos horas estoy ahí, en el aeropuerto.-Dije decidido- Avisa a James y a Carlos y que vengan también. -Colgué y subí a mi habitación para hacer la maleta lo más rápido posible.
Metí lo primero que vi en el armario. Pantalones, camisetas, zapatos y ropa interior, todo revuelto, no me importó. Cogí mi billetera y mi DNI, por si acaso. Bajé las escaleras ya listo, y avisé a toda mi familia de que me iba. No iba a tardar mucho, dos días como máximo. Ahora sólo faltaba despedirme de Caperucita.
...
-¿Otra vez? Kendall, hace poco que viniste...-Dijo aferrándose a mí. Yo la abracé con más fuerza.- No quiero que te vayas...
-Sólo serán dos días, te lo prometo.-Besé su mejilla- Hey, hey.-La miré a los ojos.- Cuida bien de los gemelos, en menos que canta un gallo me verás de vuelta.- Asintió y me atrajo hasta ella hasta unir nuestros labios... ¡HASTA UNIR NUESTROS LABIOS! ¿Me estaba besando? ¿¡ME ESTABA BESANDO!? Esto era increíble, más de un sueño se cumpliría hoy. Mi primer beso... Con la persona que siempre he amado. Nos separamos por falta de aire, y aunque fuera un beso corto, fue el mejor que pude desear.
-Lo siento, fue un acto reflejo... Ahm...-Negué con la cabeza riendo mientras ella se sonrojaba.
-No te preocupes.-Sonreí.- Nos veremos pronto... Adiós, Caperucita.-Dije batiendo mi mano para despedirme y subí al coche hasta llegar al aeropuerto. Esto iba muy rápido, allí estaban todos.
-¡Kendall! Dios, no cambiaste nada.-Dijo Carlos dándome un abrazo amistoso. Seguido, saludé a Logan y a James, los cuales me miraban con cara de estupefacción.
-Claro que no cambié, idiota, sólo estuve un mes de vacaciones.-Suspiré.- Además, tengo diecisiéte, los chicos no solemos cambiar demasiado a esa edad. -Metí mis manos en los bolsillos.- ¿Subimos?-Pregunté refiriéndome al avión. Ellos asintieron y nos pusimos gafas de sol y gorras para que no nos reconocieran.
-Explícame por qué no pudimos contactar contigo este mes.-Me exigió Logan, ya que se había sentado a mi lado en el avión. Despegó y vi como las casas se iban haciendo más pequeñas.
-Tenía el móvil apagado, ¡Todo este tiempo!-Negué con la cabeza con frustación.-Lo siento, ni siquiera me di cuenta.-Logan asintió.- ¿Recuerdas a Ciara, la hermana de Dustin Belt?-Asintió de nuevo.-Ella me dijo lo de la niña que tenía cáncer, de hecho, había un "Rumor" en su escuela, que al parecer era cierto. Yo no había ido a visitar a la niña. Y más, pensando que tenía sentencia de muerte para mañana. Espero que aguante y que esté bien.-Logan palmeó mi espalda.
-Es muy triste, amigo. Ella sólo tiene ocho años.-Le miré con preocupación. -A saber como estarán sus padres... Imagínate, tener una hija y que le den la sentencia de muerte con ocho años de edad. Eso es muy duro. Decidimos cantarle la canción de Worldwide, ¿Te parece?
-Claro.-Dije y preparé mi almohada para echarme una siesta antes de aterrizar.-Despiértame cuando tengamos que bajar.-Logan asintió y cerré mis ojos hasta quedarme dormido.
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No es fácil ser famoso (Kendall Schmidt & Tú)
Novela JuvenilTodos quieren llegar a cumplir su sueño. Todos dicen que es fácil ganarse un aplauso. Todos dicen que hay una posibilidad entre un millón de triunfar. ¿Y por qué tenemos que hacer caso a lo que digan los demás? ¿Por qué no cumplir nuestro sueño? Est...